Acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás: el Estado judío debe seguir ganando
Más allá de las discusiones sobre el acuerdo, es importante mirar al futuro y comprender que todos los logros de Israel, incluidos los tratados de paz con algunos países árabes, se alcanzaron gracias a sus impresionantes victorias en guerras defensivas. Por lo tanto, no puede darse el lujo de distraerse de nuevo, ni por un segundo.

Soldados israelíes en Gaza
Israel y Hamás han alcanzado un acuerdo de alto el fuego. Si bien al momento de escribir estas líneas el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu decidió postergar la firma del tratado debido a incumplimientos del grupo terrorista palestino, lo cierto es que todo parece indicar que se implementará muy pronto.
Como era de esperar, los palestinos salieron a las calles para festejar la “victoria” de Hamás en la guerra en Gaza tras la masacre del 7 de Octubre. Anteriormente estuvieron gritando “genocidio” día tras día, exigían el fin de la guerra por motivos “humanitarios”, pero ahora parece que ganaron. Extraño.
Además, si observamos cómo quedó Medio Oriente, tampoco parece que Hamás y sus aliados hayan ganado. Gaza quedó justificadamente destruida, miles de terroristas murieron en combate, los principales líderes de Hamás están con las 72 vírgenes, al igual que los de Hezbolá, una organización cuyos miembros han muerto en combate o resultaron heridos “misteriosamente” cuando sus pagers y walkie talkies explotaron dejando a algunos sin ojos, a otros sin manos, a otros sin pene y a otros sin vida.
Por otra parte, el brutal régimen sirio de Bashar al-Asad cayó en manos de yihadistas sunitas que odian a Israel, pero que sus enemigos más directos actualmente son los ayatolás chiítas de Irán y sus proxies en la región, entre los cuales se encuentran Hezbolá (también chiítas) y Hamás (sunitas pero con reparos cuando se trata de asesinar judíos). Por lo tanto, los ataques a Israel por el norte ya no serán tan sencillos de llevar a cabo. Además, cabe señalar, el nuevo Gobierno sirio será radical, pero ha visto lo que han hecho los israelíes a sus enemigos y no quieren seguir el mismo destino que ellos. Por ahora están intentando dar una imagen más moderada. Seguramente falsa, claro, pero les conviene mantenerla.
¿Quién nos queda? Los grupos terroristas proiraníes en Irak, que han dejado de atacar a Israel por presiones del Gobierno iraquí y de las autoridades iraníes para no escalar el conflicto en la región, porque el Estado judío estaba dispuesto a reaccionar. Y también están los hutíes en Yemen, que aún están lanzando algunos misiles y drones contra Israel y barcos mercantes y militares en el Mar Rojo y el Golfo de Adén. El Estado judío y Estados Unidos se están ocupando de ellos también.
Además, todos los grupos terroristas, que han estado gobernando directa o indirectamente, total o parcialmente, con el apoyo del régimen iraní, han destruido sus propios países económica, social, cultural y políticamente. También Irán está sumergido en una profunda crisis.
Desde una mirada objetiva, podríamos decir que su derrota es apabullante y humillante. De hecho, en el nuevo Medio Oriente, no solamente Irán y sus esclavos se encuentran en un estado calamitoso, sino que es probable que más naciones árabes aliadas de Occidente se sigan uniendo a los Acuerdos de Abraham, firmados por Israel con Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos y Sudán. Se estima que tarde o temprano también se una Arabia Saudita al camino de la paz y el efecto dominó será inevitable. Los ayatolás y sus proxies quedarán más aislados y débiles que nunca en la región.
Mientras tanto, y a pesar de todo, Israel sigue siendo una superpotencia económica, cuya población goza de un alto nivel de vida, no por nada es conocido como la Start-up Nation. Sus enemigos deberían intentar alguna vez construir en lugar de destruir, quizá les iría igual de bien, o incluso mejor.
Hay acuerdo, ¿y ahora qué?
El acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás es criticado y elogiado, como era de esperar. Sin embargo, más allá de las discusiones que se están llevando a cabo, es importante que los rehenes sean liberados, por supuesto. Será a un precio alto, claro, ya que se estima que más de mil terroristas encarcelados en Israel serán puestos en libertad.
Ahora, Israel tiene que seguir pensando en el largo plazo. Se ha pagado y se sigue pagando un precio muy alto en esta guerra porque el Estado judío valora la vida, y la muerte de un soldado o civil es extremadamente dolorosa, en contraste con sus enemigos, que dan más valor a la muerte y están dispuestos a inmolar a sus propios hijos para alcanzar un objetivo racista y genocida.
El engaño de los 'civiles inocentes' en Gaza
La patraña de los civiles inocentes en Gaza debe terminarse. Israel ha pagado con la vida de muchos, demasiados, para no dañar a la población que supuestamente no está involucrada en el conflicto. Sin embargo, no fueron solo miembros de una organización terrorista los que asesinaron, descuartizaron, prendieron fuego y violaron el 7 de Octubre, también lo hizo una gran cantidad de civiles.
Asimismo, los resultados de varias encuestas demuestran que la gran mayoría de los palestinos, ya sea en Gaza o la Ribera Occidental, justifican la masacre del 7 de Octubre y, si pudieran, llevarían a cabo un genocidio contra los judíos y contra los israelíes en general. Claro que esto es una consecuencia directa del adoctrinamiento en el odio al que son sometidos los niños palestinos, no solo por su propio liderazgo, sino también por la ONU, a través de la UNRWA, la agencia cuyas actividades ya fueron prohibidas en territorio israelí, lo que todo parece indicar que ya no podrá seguir operando en Gaza y la Ribera Occidental.
Sin embargo, Israel no es el responsable de este adoctrinamiento y tiene derecho a defenderse de todos aquellos que quieren hacerlo desaparecer. Desde ya que tiene que seguir alerta en todas sus fronteras y ante cualquier ataque, por menor que sea, ya no preocuparse tanto por los civiles inocentes y no poner en riesgo a tantos soldados. Aquel que empieza una guerra por motivos genocidas y racistas no es una víctima, por lo que tiene que pagar las consecuencias por ello. Por lo tanto, todo lo que suceda durante el conflicto será responsabilidad de quien inició las hostilidades.
Muchos van a seguir apuntando contra Israel, sin importar cuánto respete el derecho internacional y los derechos de civiles inocentes. Por lo tanto, debe centrarse única y exclusivamente en su defensa. Y seguramente Trump dejará que el Estado judío actúe con mayor libertad.

Opinión
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Jonathan S. Tobin
Israel no puede distraerse de nuevo
Para que no vuelva a suceder otro 7 de Octubre y el Medio Oriente pueda ir por el camino de los Acuerdos de Abraham, es necesario quitar a Irán del camino; es necesario que Israel no deje ni respirar a aquellos que sigan intentando destruirlo, porque el Estado judío sigue existiendo solo gracias a su poderío militar.
Todos los logros de Israel, incluidos los acuerdos de paz con algunos países árabes, se alcanzaron gracias a sus impresionantes victorias en guerras defensivas. Por lo tanto, el Estado judío no puede darse el lujo de distraerse de nuevo, ni por un segundo; debe seguir ganando.