Voz media US Voz.us

ANÁLISIS

El verdadero propósito del acuerdo de gas entre Israel y Egipto

Jerusalén intercambió energía por influencia, vinculando a El Cairo a sus suministros de combustible mientras aseguraba una calma estratégica pese a las continuas violaciones en el Sinaí.

Benjamin Netanyahu con el presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi

Benjamin Netanyahu con el presidente egipcio Abdel Fattah al SisiAFP/Egyptian Presidency.

Jewish News Syndicate JNS
Publicado por

Ariel Kahana

La firma del enorme acuerdo de gas natural con Egipto va mucho más allá de su precio de $34.000 millones. Una de las principales razones del retraso del acuerdo fue la actitud problemática de Egipto hacia Israel en cuestiones políticas y de seguridad.

Según la información recabada en los últimos años, Egipto ha desplegado fuerzas en el Sinaí mucho más allá de lo que permite el anexo de seguridad del tratado de paz de 1979. También ha construido túneles en las profundidades de la península para almacenar armas y ha ampliado sospechosamente las pistas de aterrizaje de los aeródromos.

Los entendimientos entre Israel y Egipto sobre el acuerdo de gas no incluyen un compromiso por parte de Egipto de retirar las fuerzas prohibidas del Sinaí. Según ha sabido Israel Hayom, los acuerdos complementarios contemplan un diálogo sobre mecanismos para abordar las violaciones egipcias. Aunque Estados Unidos se ha comprometido a facilitar las conversaciones sobre el asunto, no existe un compromiso claro para rectificar la situación.

Los funcionarios israelíes creen que una vez que comiencen las entregas de gas, esto servirá como palanca para disuadir a El Cairo de violar el tratado de paz. También sostienen que, sin el gas israelí, Egipto habría recurrido a Qatar.

Un logro en materia de seguridad

A pesar del acuerdo, los esfuerzos por mejorar políticamente las relaciones con Egipto han fracasado hasta ahora debido a la guerra en Gaza y a las tensas relaciones entre el palacio presidencial en El Cairo y la Oficina del Primer Ministro en Jerusalén.

Los estadounidenses exploraron la posibilidad de celebrar una cumbre entre el primer ministro Benjamín Netanyahu y el presidente Abdel Fattah el Sisi, con la participación del presidente Donald Trump, pero los egipcios rechazaron la idea.

Más allá de estos asuntos, el acuerdo de gas permite a Israel alcanzar varios objetivos estratégicos. El principal de ellos es la dependencia de Egipto del gas israelí, que utiliza para sus necesidades energéticas internas y para la licuefacción y exportación a Europa, una fuente vital de divisas crucial para la estabilidad económica egipcia.

Egipto tiene sus propios yacimientos de gas, pero no son suficientes para cubrir estas necesidades. Esta dependencia le otorga a Israel influencia diplomática y de seguridad sobre su vecino del sur, aunque su impacto se limita en gran medida a cuestiones estratégicas de importancia, principalmente a reducir —o incluso eliminar— las preocupaciones de que Egipto pudiera cancelar su tratado de paz con Israel.

¿Una potencia energética?

Israel está consolidando su estatus como potencia energética regional, suministrando gas no sólo a Egipto sino también a Jordania, donde cubre una parte significativa de las necesidades energéticas del país.

El acuerdo con Israel se produce a costa de Qatar. Doha había estado negociando con el Sisi la construcción de un nuevo gasoducto, pero un proyecto así llevaría años, y Egipto no tenía tiempo para esperar.

El acuerdo allana el camino para otros proyectos energéticos con los países del Golfo, iniciativas que se llevan estudiando desde hace tiempo y que se espera que avancen una vez que se alcance un acuerdo para incorporar a Arabia Saudita a los Acuerdos de Abraham, probablemente sólo después de las elecciones israelíes en algún momento de 2026 y la formación de un nuevo Gobierno.

En virtud del acuerdo, Israel construirá un gasoducto adicional entre Ramat Hovav y Nitzana, lo que permitirá aumentar aún más las exportaciones a Egipto. También se espera que el acuerdo reanude las licitaciones para la exploración de nuevos yacimientos de gas en el Mediterráneo oriental, y que el Ministerio de Energía reanude los preparativos para dichas licitaciones.

Otra de las razones del retraso del acuerdo con Egipto fue la insistencia del Ministerio de Energía en que las reservas restantes en los yacimientos existentes fueran suficientes para el consumo interno israelí y que su precio se mantuviera en los bajos niveles actuales. Según el Ministerio, estas condiciones se han cumplido plenamente.

Ariel Kahana, experimentado periodista y corresponsal diplomático israelí, solicitado con frecuencia como comentarista televisivo y conferenciante.

©JNS

tracking