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Los problemas de la prensa progresista para llamar 'fascista' a Giorgia Meloni

La nueva primera ministra italiana pertenece a la derecha nacionalista, en boga en Europa. El intento de vincularla con Mussolini no está saliendo bien a la prensa.

Giorgia Meloni / Cordon Press.

Los medios de comunicación tienen un problema a la hora de definir a Giorgia Meloni. La tecla de borrar habrá hecho retroceder el cursor sobre la palabra “fascista” en muchas ocasiones. El problema de llamarle fascista es que no lo es. Otro posible problema es que si sus propuestas son fascistas, nos vemos obligados a aceptar que estamos rodeados de fascismo allá donde vamos, y que esa corriente política es mucho más popular de lo que estamos dispuestos a admitir.

Hay quien no tiene problema en llamar fascista a Giorgia Meloni. Hubiera sido decepcionante que The Atlantic no lo hubiera hecho, pero ha cumplido con las expectativas. Ruth Ben-Ghiat ha escrito un artículo titulado “La vuelta del fascismo en Italia”:

Meloni también representaría la continuidad con el episodio más oscuro de Italia: la dictadura de entreguerras de Benito Mussolini. (...) Hermanos de Italia, que Meloni dirige desde 2014, tiene una familiaridad subyacente y siniestra. El partido se formó hace una década para continuar el espíritu y el legado de la extrema derecha en Italia, que se remonta al Movimiento Social Italiano (MSI), el partido que se formó en lugar del Partido Nacional Fascista, prohibido tras la Segunda Guerra Mundial.

Periodistas cazafantasmas

Es decir, Hermanos de Italia hereda un espíritu que se remonta a la Italia de postguerra, y tenemos a una periodista cazafantasmas que lo ha capturado. Nos deja muy poco tiempo con la intriga de cómo será ese espíritu, porque en seguida dice que en realidad no tiene nada que ver con Benito Mussolini, pero sí con Viktor Orban y Donald Trump.

The New York Times tampoco decepciona. Ben Domenech, de The Spectator, señala un artículo del NYT que utiliza la palabra “fascista” 28 veces. No sabemos si el autor, Jason Horowitz, se habrá quedado con la duda de si 28 son suficientes para dejar claro lo que piensa de Meloni.

En la NBC necesitan menos menciones de la palabra:

Por otro lado, Nouriel Roubini es un economista que está permanentemente predicando una crisis inminente. Por eso siempre, cuando llega la recesión, hay una declaración reciente que la ha adelantado. De modo que su crédito como economista cae cuando sube la economía, y se recupera cuando la actividad se desploma. Con un pesimismo como este, es normal que tenga los peores augurios sobre la nueva primera ministra italiana.

Normalmente, los medios de comunicación no son tan extremos como la centrista The Atlantic, y no se dedican a cazar fantasmas. Como mucho, hablan de neo fascismo, con mención de Benito Mussolini, como la CBS:

Fan de J.R.R. Tolkien

Incluso un medio tan a la izquierda como Mother Jones le niega la palabra-F a Giorgia Meloni. Dice Abigail Weinberg: “Técnicamente, no es una fascista, es Khy-ri, el dragón de la Undernet” Eso sí, es una definición demasiado técnica para algunos, que probablemente no sepan de qué está hablando. Lo explica la propia Abigail Weinberg en el artículo, en el que describe a Meloni en términos culturales:

Meloni también está completamente obsesionada con El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, y considera la serie -que ha sido venerada por los fascistas italianos durante décadas- como un texto casi bíblico. A los veinte años, Meloni rondaba por la red como ‘Khy-ri, el dragón de la Undernet’. Tolkien, dijo al New York Times, explica ‘mejor que nosotros en qué creen los conservadores’. ¿Su opinión sobre Mussolini? ‘Todo lo que hizo, lo hizo por Italia’.

Abigail quiere que las palabras de Meloni sobre Mussolini, que no dicen nada, lo digan todo. Si lo que hizo Mussolini era por Italia, será que a Giorgia Meloni le gusta Il Duce y, por tanto, es fascista. Pero otro artículo añade más información de interés a este respecto. David Harsanyi, en The Federalist, recuerda:

Meloni ha denunciado al fascismo, afirmando que Italia "ha entregado el fascismo a la historia desde hace décadas". La Alianza Nacional se despojó de sus ideas fascistas hace tiempo. En la década de 2000, su líder Gianfranco Fini visitó Yad Vashem en Israel y calificó al régimen de Mussolini de "maldad absoluta". Puede que todo fuera una artimaña de décadas para ganar poder, pero es un contexto que merece la pena destacar. Muchos no lo hicieron.

El trabajo que ha realizado Harsanyi lo podían haber hecho otros periodistas, pero se tendrían que haber guardado la palabra-F para mejor ocasión.

Si no se le puede llamar fascista, entonces habrá que estirar el siguiente escalafón en la escala de oprobio político. Descendemos desde "fascista" a "ultraderecha". Pero entonces tiene que ser "el gobierno más derechista desde Mussolini". Hasta qué punto Mussolini era de derechas es debatible. Procedía del Partido Comunista, y fue un incansable crítico con el capitalismo y el liberalismo.

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