Si bien muchos en Occidente optaron por ignorar que Irán financió y entrenó a Hamás y la Yihad Islámica Palestina, no se puede decir lo mismo de tantos árabes que han estado advirtiendo hace tiempo sobre el expansionismo de Teherán en el Medio Oriente.

La Administración Biden insiste en que no tiene evidencia alguna de la participación "directa" de Irán en el ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre. Al parecer, el Gobierno ha descartado totalmente el informe del Wall Street Journal del 9 de octubre "Iran Helped Plot Attack on Israel Over Several Weeks" (en español: "Irán ayudó a planear un ataque contra Israel durante varias semanas"), así como el del Washington Post "Hamas received weapons and training from Iran, officials say" ("Hamás recibió armas y entrenamiento de Irán, dicen funcionarios").

De hecho, los líderes de Hamás llevan mucho tiempo alardeando de la ayuda financiera y militar que reciben de Irán para permitirles llevar a cabo la yihad (guerra santa), para masacrar a los judíos y extinguir a Israel. Estas declaraciones dejan meridianamente claro que sin el apoyo de Irán, Hamás no habría podido llevar a cabo la reciente masacre cerca de la frontera con la Franja de Gaza.

A diferencia de la Administración estadounidense, un número creciente de árabes están convencidos de que Irán es la "cabeza de la serpiente" y que estuvo profundamente involucrado en el ataque perpetrado por Hamás. Estos últimos han recurrido a las redes sociales para expresar su indignación por la responsabilidad del régimen iraní en los asesinatos de principios de mes.

El representante de Hamás en el Líbano, Ahmed Abdulhadi, reveló la semana pasada que su grupo se coordinó durante y antes de la masacre con Irán y su representante terrorista libanés, Hezbolá. "Nos coordinamos al más alto nivel con Hezbolá, con Irán y el Eje [de la Resistencia] antes, durante y después de la batalla", dijo Abdulhadi en una entrevista con Newsweek.

El 12 de octubre, Abdulhadi estaba entre varios funcionarios de Hamás que fueron al aeropuerto de Beirut a recibir al Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian . "Vinimos al aeropuerto de Beirut para dar la bienvenida al Ministro de Asuntos Exteriores iraní y agradecerle la solidaridad de Irán con Palestina", dijo Abdulhadi a los periodistas.

Abdulhadi y otros funcionarios del grupo terrorista han mantenido reuniones periódicas con funcionarios iraníes en Beirut y Teherán durante los últimos años. El mes pasado, el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán dijo, después de una reunión a puerta cerrada con líderes de Hamas y la Yihad Islámica Palestina en Beirut, que Irán sigue comprometido a apoyar la "resistencia palestina y la liberación [de Palestina]". Cuando los funcionarios iraníes hablan de apoyar la "resistencia" palestina, se refieren a atrocidades como las infligidas por Hamás el 7 de octubre.

Otro funcionario de Hamás, Ali Baraka, dijo al medio estatal ruso RT que habían planeado en secreto el asalto durante dos años y no habían informado a ninguna otra facción o a ningún aliado, incluidos Irán y Hezbolá, de la "hora cero". Baraka confirmó que Irán "nos da dinero y armas".

Hamás nunca ha ocultado que recibe apoyo financiero y militar de Irán. En 2020, el alto líder de Hamás, Mahmoud al-Zahar, reveló que el mayor general iraní Qassem Soleimani, comandante asesinado de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, le había entregado 22 millones de dólares en su primera reunión con él en 2006. Al-Zahar dijo que cuando fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores de Hamás, se reunió con el entonces presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y le presentó varias demandas, que el presidente iraní remitió a Soleimani.

En 2021, el alto funcionario de Hamás Osama Hamdan dijo que "lo que se ha revelado sobre el papel de Soleimani en el apoyo a la resistencia palestina es sólo una pequeña parte". Hamdan desveló que Soleimani había enviado misiles guiados antitanque Kornet a la Franja de Gaza, gobernada por Hamás.

Yahya Sinwar, líder de Hamás en la Franja, dijo en 2017 que Soleimani "se había puesto en contacto con nosotros y había puesto a nuestra disposición todas las capacidades militares y tecnológicas de Irán". Según Sinwar, Soleimani se comunicó con el ala militar de Hamás, que llevó a cabo la masacre del 7 de octubre en Israel, así como con el brazo armado de la Yihad Islámica Palestina, y se ofreció a ayudarlos en su Jihad (guerra santa) contra Israel. "Estamos con toda alianza que sirva a la causa nacional palestina y sirva a la resistencia de nuestro pueblo", añadió Sinwar.

El salvaje ataque de Hamás contra Israel se produjo en el marco del deseo respaldado por Irán, desde su Revolución Islámica de 1979, de eliminar "la entidad sionista". El líder supremo, el presidente y otros altos funcionarios iraníes han pedido repetidamente la destrucción de Israel. El ataque del 7 de octubre, además, parece parte de los esfuerzos de Irán por impedir la normalización entre Israel y Arabia Saudita o cualquier otro Estado árabe .

El político palestino Jihad al-Khaizaran dijo que el asalto marcó "el comienzo de una guerra para liberar los territorios palestinos y eliminar la entidad sionista". Al-Khaizaran declaró al periódico saudí Okaz: "La resistencia palestina lleva mucho tiempo preparándose para la operación".

Si bien muchos en Occidente optaron por ignorar que Irán financió y entrenó a Hamás y la Yihad Islámica Palestina, no se puede decir lo mismo de tantos árabes que han estado advirtiendo hace tiempo sobre el expansionismo de Teherán en el Medio Oriente. Algunas de esas voces de alarma han insistido en que Irán utiliza sus proxies para causar estragos no sólo en Israel, sino también en algunos países árabes. A través de sus proxies, el régimen iraní ocupa ahora efectivamente el Líbano, Irak y Siria, además de la Franja de Gaza. En resumen, los árabes ven claramente lo que muchos occidentales aparentemente quieren ignorar.

Sin el apoyo de Irán, Hamás no habría podido mantenerse en el poder en Gaza desde 2007. En ese momento, el grupo terrorista dio un sangriento golpe de estado contra la Autoridad Palestina de Mahmoud Abbas, después de matar a cientos de sus leales. Sin el respaldo de Irán, Hamás y otros grupos terroristas palestinos no habrían podido disparar decenas de miles de cohetes contra Israel. Sin Irán, Hezbolá no sería tan poderoso como lo es en el Líbano, donde está armado con cientos de miles de cohetes que están listos para ser lanzados contra Israel en cualquier momento.

Mansour al-Malik, un ingeniero petrolero de Arabia Saudita, escribió el 8 de octubre:

"Hamás es una organización afiliada al régimen clerical de Irán, al igual que Hezbolá en el Líbano, los hutíes en Yemen y las Fuerzas de Movilización Popular en Irak, y es el mismo eje que amenaza día y noche a Arabia Saudita y Kuwait. Nosotros diferenciamos entre una causa justa y un eje terrorista."

El analista político kuwaití Talal al-Ghazi escribió :

"Las relaciones de Hamas con Irán han estado vigentes desde su[Hamas's] establecimiento. Las relaciones de Hamás con Irán han sido desde 1990, cuando[Hamas] juró lealtad a Irán y abrió una oficina en Teherán. Nadie debería decirnos que Hamás recurrió a Irán porque los árabes lo abandonaron. Los árabes no apoyaron a Hamás porque es un brazo de Irán".

"Irán ha negado cualquier conexión con la operación militar [de Hamás], pero los indicadores demuestran lo contrario", comentó la experta egipcia en Oriente Medio Huda Raouf.

"Es bien sabido que Irán ha establecido una relación con actores no estatales y grupos armados en los países árabes, ya que les proporcionó apoyo y entrenamiento militar de manera que creó entidades paralelas a las instituciones estatales. Asimismo, su relación con Hamás fue una clave importante para que Irán lograra influir en la cuestión palestina de una manera que le permitiera extender su influencia".

Raouf dijo que los mulás de Teherán temen que el acercamiento entre los Estados árabes e Israel aísle regionalmente al régimen iraní. "[Irán] quiere enviar mensajes de que puede obstruir cualquier esfuerzo para resolver el conflicto palestino-israelí", escribió.

El 12 de octubre, el Instituto de Investigación de Medios de Comunicación de Medio Oriente (MEMRI, por sus siglas en inglés) publicó un informe titulado:

"Kayhan, portavoz del régimen iraní: Irán es la mente y las manos detrás de Hamás; la operación ‘Tormenta Al Aqsa’ fue planeada y orquestada por el comandante de las Fuerzas Qods, Qassem Soleimani, antes de ser asesinado; Jamenei insinuó en agosto de 2022 y agosto de 2023 que buscaban 'La conquista completa' de Israel"

Al día siguiente, 13 de octubre, MEMRI publicó otro informe titulado:

"El sitio web iraní Asr-e pide a los iraníes que no hablen sobre la participación iraní en 'el conflicto Hamás-Israel', por temor a dañar los intereses iraníes y su estatus internacional."

El informe termina:

"Cabe señalar que en su editorial del 10 de octubre de 2023, el portavoz del régimen, Kayhan, se enorgulleció de la participación de Irán en el ataque del grupo de resistencia palestino Hamás contra Israel. Atribuyó la planificación del ataque al comandante de la Fuerza Quds del IRGC, Qasem Soleimani, antes de su asesinato en enero de 2020 en un ataque aéreo estadounidense, y dijo que el líder supremo iraní Alí Jamenei había dicho en un discurso de agosto de 2023 que una gran victoria estaba en el horizonte".

La Administración Biden parece estar actuando como si fuese imposible controlar al régimen iraní, asegurando así que Irán entienda los vaivenes del Gobierno estadounidenses como un permiso tácito para escalar la agresión de sus proxies.

Ésa, de hecho, es una de las razones por las que los países tienen proxies: para desviar la atención de sí mismos, para sentarse cómodamente mientras reclaman una 'negación plausible'.

¿Qué hará falta para que Estados Unidos y sus aliados comprendan que los mulás y sus proxies interpretan la política de apaciguamiento impulsada por Biden como una debilidad? Si tal apaciguamiento continúa, no se equivoquen: hoy, la carnicería es Israel; mañana serán Estados Unidos y Europa .

 

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