No eliminar el peligro que viene de Gaza animaría a Hezbolá a ensayar lo mismo desde la frontera norte.

En una rueda de prensa celebrada este miércoles en Jerusalén, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, elevó su presión sobre Israel para que cambie de estrategia en Gaza. 

Haber sido víctima de la “deshumanización”, como ocurrió el 7 de octubre cuando miles de terroristas de Hamás entraron en Israel para matar, secuestrar, torturar, violar y mutilar a miles de israelíes, no justifica responder con la “deshumanización” del conjunto de los palestinos de Gaza, vino a decir el secretario de Estado. 

El planteamiento de Blinken equipara de hecho la masacre indiscriminada de Hamás con la respuesta de Israel, obviando que producir el mayor número de víctimas civiles era el objetivo principal de los terroristas y que la muerte de miles de civiles en la operación israelí en Gaza es un mal necesario para la consecución de un bien innegociable y mayor.

Si a Israel no le dejan acabar con Hamás por el alto número de muertos que ello requiere, es muy probable que el grupo islamista vuelva a intentar perpetrar una matanza masiva que ponga de rodillas a Israel.

Israel no puede aceptar en esta guerra un resultado distinto a la eliminación del régimen de terror que llevó a cabo el 7-O y que tiene como estrategia de defensa la incrustación en el tejido civil de sus medios para matar, precisamente para obligar a quien quiera combatirle a acabar con el mayor número de vidas inocentes y propiciar juicios morales tramposos como el expresado por Blinken.

Además de ser injustas, interpretaciones como la de Blinken sobre lo que vemos en Gaza ponen a Israel en una situación imposible, pues le obligan a aceptar la amenaza genocida de los grupos armados desplegados junto a sus fronteras en virtud del calculado plan de Irán para avanzar en su objetivo declarado de borrar a la entidad sionista del mapa.

Si a Israel no le dejan acabar con Hamás por el alto número de muertos que ello requiere, es muy probable que el grupo islamista vuelva a intentar perpetrar una matanza masiva que ponga de rodillas a Israel.

No eliminar el peligro que viene de Gaza animaría además a Hezbolá a ensayar lo mismo desde la frontera norte, con su arsenal más sofisticado y nutrido de misiles. Y sabiendo que EEUU no permitirá una respuesta decisiva israelí para evitar la “deshumanización” de las mismas comunidades libanesas que toleran, cuando no jalean, la empresa criminal antisemita de la guerrilla chií.