¿Castigará a los demócratas? El voto judío puede ser determinante en las elecciones de noviembre
El aumento del antisemitismo y el tibio apoyo a Israel por parte del Partido Demócrata han puesto en riesgo la lealtad de muchos miembros de la comunidad judía a esta facción política. Una oportunidad para Donald Trump, que podría obtener un récord de votos judíos en los próximos comicios presidenciales.
Tzippy Shmilovitz, corresponsal en Estados Unidos del periódico israelí Yedioth Ahronot, publicó recientemente un artículo en el que señaló que si bien la mayoría de los miembros de la comunidad judía en el país norteamericano suelen votar por los demócratas, Kamala Harris podría pagar un precio alto debido a las protestas antisemitas, especialmente en las universidades, y a la manera en que la vicepresidente busca captar el voto árabe, entre otros pasos en falso dados por la candidata del Partido Demócrata.
Shmilovitz recordó que en uno de los primeros mítines de su campaña tras convertirse en la candidata demócrata a la presidencia, Kamala Harris, así como Joe Biden, fue interrumpida en reiteradas ocasiones durante sus discursos por parte de manifestantes pro-Hamás.
Si bien en declaraciones realizadas para una entrevista publicada en junio para la revista de izquierda The Nation, Harris defendió solapadamente las protestas antiisraelíes en los campus de las universidades de Estados Unidos, donde estudiantes judíos fueron agredidos, afirmando que entiende "los sentimientos" de los manifestantes pro-Hamás en las instituciones académicas, ha tenido que lidiar, al igual que el presidente Joe Biden, con las interrupciones de las manifestaciones pro-Hamás.
Durante un mitin celebrado recientemente, Harris permitió que los manifestantes gritaran por un tiempo, pero debido a que no sus alaridos no cesaban, los miró y expresó: "Si quieren que gane Trump, díganlo. Si no, ahora soy yo quien está hablando". La mayoría de la audiencia respondió con entusiasmo, ya que muchos demócratas están simplemente cansados de los asuntos de Medio Oriente.
Según Schmilovitz, el hecho de que el evento se celebrara en Michigan, el estado con la mayor población musulmana de Estados Unidos, podría afectar negativamente a Harris, pero el video viral en el que se la ve silenciando a los manifestantes podría ayudarla a enfrentar otro problema heredado de Biden: el voto judío.
Sin embargo, cabe señalar que Harris no sólo ha justificado solapadamente a los manifestantes pro-Hamás en las universidades, también ha elegido recientemente a una funcionaria antisemita como su jefa de enlace con la comunidad árabe de Estados Unidos con el fin de atraer el voto de este sector de la sociedad. Se trata de Brenda Abdelall, una abogada egipcio-estadounidense que trabajó en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y que en 2002 manifestó durante la conferencia anual del Consejo Musulmán Americano que “los sionistas tienen una voz fuerte en la política estadounidense”. Y agregó: "Yo diría que están controlando gran parte de ella".
Además, como enlace con la comunidad judía, Harris designó al negociador de izquierda Ilan Goldenberg. A pesar de haber nacido en Israel, el funcionario prestó una importante colaboración para que la Administración Biden-Harris, a la que se unió en 2021, sancionara al Estado judío.
Asimismo, durante la Administración Trump, Goldenberg apuntó contra la política del Gobierno hacia Israel. En 2021 sostuvo que Estados Unidos no debería considerar a Jerusalén como la capital israelí, y arremetió contra la decisión de Trump de trasladar la embajada estadounidense a esa ciudad y contra el plan de paz para Medio Oriente presentado por el entonces presidente del país norteamericano.
Por si todo eso fuera poco, antes de que Israel lanzara una operación a gran escala en la ciudad gazatí de Rafah, un importante bastión de Hamás, Harris manifestó que no descartaba “consecuencias” contra el Estado judío si su ejército llevaba a cabo la incursión. Una declaración por demás hostil hacia Jerusalén.
Una tensa reunión entre líderes judíos y funcionarios del Gobierno estadounidense
Shmilovitz remarcó en su extenso artículo que en el verano se celebró una reunión de emergencia en la Casa Blanca. En un lado de la mesa estaban los representantes de los líderes de la comunidad judía en Estados Unidos, y en el otro, altos funcionarios del Gobierno, incluidos el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional John Kirby. El objetivo del encuentro era informar a los líderes judíos sobre la lucha de las autoridades contra el creciente antisemitismo en medio de la guerra en Gaza y sobre el apoyo de Washington al esfuerzo bélico de Israel.
La periodista israelí sostuvo que se trató de una reunión muy tensa. De hecho, uno de los participantes protestó porque en la sala había un miembro del equipo del Consejo de Seguridad Nacional que en sus días universitarios perteneció a la organización Estudiantes por la Justicia en Palestina, un grupo que está detrás de una gran cantidad de protestas pro-Hamás en las universidades. Otra persona que estuvo presente en el encuentro mencionó un rumor que circulaba en las redes sociales, según el cual el presidente Biden había eliminado una referencia al antisemitismo en su Discurso sobre el Estado de la Unión en marzo pasado. En respuesta a los comentarios, los funcionarios del Gobierno defendieron al miembro del equipo calificándolo de "profesional" y afirmaron que el rumor sobre la omisión era "totalmente falso", pero el ambiente siguió siendo tenso durante toda la reunión.
Shmilovitz indicó que no es casualidad que la Casa Blanca viera la necesidad de celebrar una reunión de este tipo, ya que durante meses Biden fue advertido de que debido a su apoyo a Israel, estaba perdiendo votos críticos en la izquierda, especialmente entre jóvenes no blancos y, quizás lo más significativo, entre musulmanes estadounidenses en Michigan, un estado clave que podría decidir las elecciones. No obstante, subrayó la periodista, lo que pasó más desapercibido fue la posibilidad de que el presidente también perdiera votos judíos, un grupo lo suficientemente grande como para decidir las elecciones en estados decisivos como Pensilvania, Michigan, Georgia, Wisconsin y Arizona. En todos estos estados, Biden ganó en 2020 por menos del 3%, y el porcentaje de votantes judíos oscila entre el 1% y el 3%. Dado que se esperaba que la revancha entre el actual mandatario y Trump fuera reñida, estos votos podrían haber tenido (y tener aún) un peso crítico.
Muchos judíos se sienten traicionados por los demócratas
Este año, representantes y votantes demócratas dijeron a los medios estadounidenses que entre una parte importante de los judíos había una sensación de "traición" por parte de quienes alguna vez fueron sus aliados progresistas, ya que consideran que el Gobierno no ha hecho lo suficiente para detener la ola de antisemitismo en las universidades y otros consideran que Biden no ha brindado suficiente apoyo a Israel.
Cabe añadir que por esos motivos el presidente Donald Trump y el resto de los candidatos republicanos podrían obtener la mayor proporción del voto judío de la historia en las elecciones de noviembre, según afirmó John McLaughlin, encuestador de la campaña del expresidente, al New York Post.
Según la periodista israelí, la masacre del 7 de Octubre y la posterior guerra en Gaza han afectado fatalmente la campaña presidencial de Joe Biden. De hecho, de acuerdo con Shmilovitz, no sería exagerado afirmar que el conflicto en Medio Oriente fuera un factor importante que lo llevó a Biden a tomar la decisión de retirar su candidatura, más allá del desastroso debate con Trump y los episodios de confusión que aparentemente están relacionados con un fuerte deterioro cognitivo.
Shmilovitz sostuvo además que Kamala Harris, por su parte, debería haber llegado a la campaña sin la carga de la guerra en Gaza que tanto agobiaba a Biden, pero al elegir a Tim Walz como su vicepresidente en lugar del judío Josh Shapiro, se metió de nuevo en problemas con la comunidad judía.
La periodista citó a Beth Balsam, una consultora de relaciones públicas partidaria de los demócratas, quien manifestó que el ataque contra Shapiro de aquellos que se oponían a su candidatura fue “antisemita y despreciable”, por lo que ahora Harris tiene que dejar claro que no ha cedido ante estos extremistas y que seguirá oponiéndose al odio y apoyando a Israel.
Cabe señalar además que Tim Walz mantuvo estrechos vínculos con un imán musulmán antisemita que celebró la masacre del 7 de Octubre y que promovió una película que glorifica a Adolf Hitler, informó recientemente el portal estadounidense Washington Examiner.
Walz también afirmó durante una reciente entrevista radial para WCMU que los manifestantes pro-Hamás están "hablando por todas las razones correctas" y que se debería ejercer más presión sobre el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu para que acepte un Estado palestino. Además, señaló que "no podemos permitir que ocurra lo que ocurrió en Gaza".
Los judíos saben cómo castigar con el voto
La periodista israelí advirtió que si bien la mayoría de los judíos en Estados Unidos son progresistas y su conexión con los demócratas es natural, también saben cómo castigar con el voto.
Los judíos estadounidenses votaron en un 90% por Franklin Roosevelt, en un 82% por John F. Kennedy y en un 90% por Lyndon Johnson. Bill Clinton obtuvo el 80% de sus votos, Barack Obama el 78% y Hillary Clinton el 71%. Aunque los judíos representan un pequeño porcentaje de la población (solo el 2.4% de los ciudadanos de Estados Unidos, aunque si se cuenta a los que se identifican como tales, el porcentaje sube al 4.5%), tienen un gran peso en la sociedad estadounidense, incluida la política. Este hecho otorga al voto judío una importancia particular para los demócratas.
Según encuestas recientes, para muchos judíos estadounidenses Israel no es una prioridad más alta que temas como el derecho al aborto o la lucha por la democracia, pero sí siguen de cerca el accionar del Gobierno respecto de Israel, y el 81% dice que se siente emocionalmente conectado con el Estado judío.
Además, agregó Shmilovitz, la narrativa de que la política estadounidense hacia Israel no es un factor importante para los judíos a la hora de votar no siempre se sostiene en la realidad. Por ejemplo, en 1976, Jimmy Carter obtuvo el 71% de los votos judíos, pero a pesar del acuerdo de paz con Egipto que logró, fue percibido como un presidente hostil a Israel, y el apoyo judío hacia él cayó al 45% en 1980.
En el lado republicano, el presidente George H. W. Bush obtuvo el 35% de los votos judíos en 1988, lo que se consideró un gran logro. Sin embargo, después de negarse a conceder garantías de préstamos a Israel para ayudar con la inmigración de la antigua Unión Soviética, el apoyo judío cayó al 11% en las siguientes elecciones.
La periodista remarcó que, ya sea por casualidad o no, tanto Carter como Bush padre fueron presidentes que sólo sirvieron un mandato. Y subrayó que a pesar de que Biden obtuvo el 68% de los votos judíos en 2020, lo cual representa una importante mayoría, ya no es tan grande como antes. Y añadió que Harris probablemente estaría feliz de mantener esa cifra.
El reconocido abogado Alan Dershowitz abandona el Partido Demócrata denunciando el antisemitismo de la DNC 2024
El reconocido abogado Alan Dershowitz anunció que abandonó el Partido Demócrata durante una entrevista radial con el presentador de radio Zev Brenner en Talkline with Zev Brenner.
Según Dershowitz, el principal motivo de su renuncia fue la Convención Nacional Demócrata 2024, donde el partido azul decidió darle cabida al “antisemitismo” rampante, una situación que generó un profundo sentimiento de “asco” en el abogado.
“Fue la convención más antijudía, antiisraelí y antisionista que he vivido”, dijo el abogado. “Me repugnó la Convención Nacional Demócrata. Me repugnó absolutamente”, agregó.
“Ya no soy demócrata. Soy independiente”, sentenció Dershowitz.
Una oportunidad para Trump y los republicanos
Shmilovitz consideró que Trump puede tener una posibilidad de obtener una gran cantidad de votos judíos, tal vez la mayor en décadas. No obstante, criticó las declaraciones del expresidente, quien ha manifestado que los judíos progresistas que votan a los demócratas son enemigos de Israel o que deberían someterse a un examen mental. Estas expresiones, sostuvo la periodista, podrían alejar a una gran cantidad de votantes de la comunidad judía.
La encuesta más reciente del Comité Judío Estadounidense (AJC, por sus siglas en inglés), muestra que el 93% de los judíos están preocupados por el creciente antisemitismo, en tanto que el 87% considera que el odio contra esta comunidad ha aumentado desde la masacre del 7 de Octubre.
Si Kamala Harris no quiere perder el caudal de los votos judíos que suelen elegir a los demócratas tendrá que trabajar duro para convencer a los miembros de esta comunidad de que su situación mejorará para que no voten por otras opciones o se queden en casa el día de las elecciones.
Mantener el apoyo judío en el contexto de las internas entre progresistas y moderados, exacerbadas por la guerra en Gaza, es extremadamente complejo, y todo parece indicar, por lo mencionado anteriormente, que Harris no está tomando las mejores decisiones.
La periodista israelí concluyó que las divisiones internas en el Partido Demócrata y el aumento del antisemitismo han puesto en riesgo la habitual lealtad de muchos judíos a esta facción política, lo que podría ser un factor decisivo en las elecciones presidenciales.
Más allá de las declaraciones fuertes de Trump mencionadas anteriormente, los republicanos suelen tener posiciones más determinantes y unificadas a favor de Israel y, salvo excepciones, contra el antisemitismo, por lo que es probable que, en el marco del aumento de las demostraciones de odio contra los judíos en Estados Unidos, los miembros de esta comunidad que solían votar por los demócratas decidan cambiar de bando y empezar a hacerlo por los republicanos. Y si Harris sigue dando pasos en falso, es posible que ese apoyo se pierda para siempre.