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Un nuevo estudio señala que los niños con teléfonos inteligentes tienen menos ansiedad y depresión

El estudio, que encuestó a 1.510 niños en Florida, reveló que los propietarios de teléfonos inteligentes son más propensos a pasar tiempo en persona con amigos.

Teléfono inteligente.

Teléfono inteligente.PA / Cordon Press

Agustina Blanco
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Un reciente estudio de la Universidad del Sur de Florida (USF) desafía la narrativa predominante sobre los efectos negativos de los teléfonos inteligentes en los niños. 

La investigación, liderada por Justin D. Martin, encontró que los niños de 11 a 13 años que poseen un teléfono inteligente reportan mejores resultados en múltiples indicadores de bienestar en comparación con sus pares sin estos dispositivos.

"Iniciamos este estudio esperando encontrar lo que muchos investigadores, profesores y otros observadores suponen: tener un teléfono inteligente es perjudicial para los niños", afirmó Martin. Sin embargo, "en la mayoría de los casos encontramos lo contrario: que tener un teléfono inteligente se asociaba con resultados positivos".

Resultados sorprendentes

El estudio, que encuestó a 1.510 niños en Florida, reveló que los propietarios de teléfonos inteligentes son más propensos a pasar tiempo en persona con amigos, con un promedio de casi tres días a la semana frente a dos días para aquellos sin teléfono. 

Contrariamente a la idea de que el uso de teléfonos inteligentes se asocia con menos reuniones en persona con amigos, en promedio, quienes tienen un teléfono inteligente pasan casi tres días a la semana en persona con amigos, mientras que quienes no lo tienen pasan cerca de dos días a la semana en persona con amigos”, escriben los investigadores. 

Se observó la misma tendencia en cuanto a la posesión de tabletas, los videojuegos diarios y el uso diario de redes sociales”.

Además, el 80% de los niños con teléfonos inteligentes afirmaron sentirse bien consigo mismos, en comparación con el 69% de quienes no los tienen. 

En cuanto a la ansiedad y la depresión, los niños con teléfonos reportaron menos síntomas: solo el 18% estuvo de acuerdo con que "la vida a menudo parece no tener sentido", frente al 26% de quienes no poseen un dispositivo.

Otro hallazgo notable es que los niños con teléfonos inteligentes tienen menos probabilidades de sufrir ciberacoso. Por ejemplo, el 32% de los niños sin teléfono reportaron que se difundieron rumores o mentiras sobre ellos en línea, en comparación con el 18% de los que sí tienen uno. Asimismo, el 28% de los niños sin teléfono recibieron insultos en línea, frente al 16% de los propietarios de smartphones.

No todo es positivo

A pesar de los resultados alentadores, el estudio señala algunos aspectos negativos. Los niños que duermen con sus teléfonos en la habitación descansan menos, con un promedio de 8,6 horas de sueño por noche. Además, los usuarios intensivos de redes sociales y videojuegos reportaron más dificultades para desconectarse de la tecnología y, en algunos casos, problemas para dormir

Los niños que publican frecuentemente en redes sociales también mostraron mayores síntomas de ansiedad y depresión, posiblemente debido a la exposición a comentarios ofensivos.

Factores a considerar

El estudio advierte que las diferencias entre los niños con y sin teléfonos podrían estar influenciadas por factores externos, como el entorno familiar o el nivel socioeconómico. 

Curiosamente, los niños de familias con ingresos más bajos ($50.000 o menos) son más propensos a tener teléfonos inteligentes (80-87%) que aquellos de familias con ingresos superiores a $150.000 (67%). Esto sugiere que la posesión de un teléfono no está estrictamente ligada a la riqueza.

Uso variado de la tecnología

El estudio también destaca cómo los niños utilizan sus dispositivos. Aunque las redes sociales son populares (87% usa aplicaciones como YouTube o TikTok), el 94% reportó usar aplicaciones para la escuela. Además, los patrones de uso varían según el nivel socioeconómico: los niños de hogares con menores ingresos prefieren Roblox y YouTube, mientras que los de ingresos más altos optan por Instagram y TikTok.

Una perspectiva más amplia

Estos hallazgos se alinean con un reciente artículo publicado en The BMJ, donde expertos internacionales argumentan que prohibir los teléfonos inteligentes o las redes sociales no garantiza una mejora en el bienestar de los niños. 

Según el artículo, las restricciones escolares en Inglaterra no mostraron beneficios claros en la salud mental, el sueño o el rendimiento académico, ni redujeron el uso general de la tecnología. Los autores advierten que las prohibiciones podrían incluso ser contraproducentes, al no preparar a los niños para un uso responsable de la tecnología en la adultez.

Próximos pasos: más investigación

Los investigadores de la USF planean expandir la encuesta a nivel nacional, con el objetivo de seguir a 8.000 adolescentes durante 25 años para analizar cómo los hábitos tecnológicos impactan su bienestar a largo plazo. 

Mientras tanto, este estudio sugiere que los efectos de los teléfonos inteligentes son más complejos de lo que los titulares alarmistas suelen presentar. 

Como señala Wendy Rote, profesora asociada de psicología en la USF, "los efectos de poseer un smartphone son complejos", y las soluciones simplistas, como las prohibiciones generales, podrían no ser la respuesta adecuada.

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