Masacre de Tiananmén: el día que el Partido Comunista de China reveló su identidad tiránica
El régimen comunista continúa, a día de hoy, aplicando la censura para que no salga a la luz lo ocurrido en uno de los episodios más inhumanos de su historia.

Un grupo de chinos entran en un tanque del Ejército el 4 de junio de 1989
Hace 36 años, Pekín se tiñó de rojo. Y no por el color de la bandera nacional, sino por la sangre. El 4 de junio de 1989, China vivió uno de los momentos más oscuros e inhumanos de su historia: la masacre de la Plaza de Tiananmén. Un episodio que derivó en la muerte de miles de personas -que protestaban pacíficamente por la situación de su país- a manos del comunismo.
Tras la muerte de Mao Zedong en 1976, el Gobierno de Deng Xiaoping promovía una serie de medidas que hacían creer que el Partido Comunista de China (PCCh) estaba mutando hacia una personalidad más aperturista tanto interna como externamente, permitiendo la creación de empresas privadas o entablando negociaciones comerciales con la comunidad internacional.
Sin embargo, con el paso de los años, los ciudadanos vieron cómo todas esas reformas eran humo y lo que realmente estaba sucediendo es que en China reinaba la crisis económica, la corrupción, la censura y la consolidación de un régimen en el que únicamente podía estar presente el PCCh.
Por ello, cientos de miles de ciudadanos, liderados por organizaciones estudiantiles, salieron a las calles para protestar pacíficamente contra lo que veían, lo que sentían y lo que vivían a diario. También por la muerte de Hu Yaobang, quien estaba llamado a suceder a Xiaoping. Unas manifestaciones que comenzaron a mediados de abril y que, según avanzaban las jornadas, fueron ganando popularidad y adeptos.
La respuesta del PCCh tardó en llegar unos dos meses. Concretamente, el 4 de junio de 1989, cuando el régimen enseñó sus intenciones y desplegó al Ejército, con tanques e infantería, en la Plaza de Tiananmén y en zonas colindantes. Esta orden no hizo más que tensar el ambiente y el remedio al que tuvo que acudir el comunismo fue abrir fuego contra todo aquel que intentaba plantarle cara.
El resultado, devastador: miles de personas -probablemente, más de 10.000, aunque, según quiere hacer creer el régimen comunista, fueron unas 200- que se manifestaban pacíficamente fueron masacradas, asesinadas, simplemente con el objetivo de silenciarlas. Y, por supuesto, fue el momento en el que el PCCh reveló su verdadera identidad tiránica.
Rubio apuntó contra la censura en China
Más de tres décadas después de aquel violento episodio, los homenajes, no solo en China, también en gran parte del resto del mundo, no han dejado de celebrarse. Ciudadanos y autoridades de decenas de países, incluido Estados Unidos, siguen recordando a las víctimas como si la masacre de Tiananmén hubiese sucedido ayer mismo.
Uno de esos recordatorios provino del secretario de Estado, Marco Rubio, quien apuntó contra la censura que continúa aplicando el PCCh para que no aparezcan imágenes o archivos de aquella matanza o para que no salga a la luz el número real de muertos que hubo en la Plaza de Tiananmén.
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"Hoy conmemoramos la valentía de los chinos que murieron cuando intentaban ejercer sus libertades fundamentales, así como a los que continúan sufriendo persecución al buscar la justicia y la rendición de cuentas", dijo Rubio este miércoles, añadiendo que "el mundo nunca olvidará" lo que ocurrió aquel día pese a que Pekín "activamente intenta censurar los hechos".
La censura sobre la masacre de la Plaza de Tiananmén
Por cierto, el PCCh, ahora con Xi Jinping como abanderado, ha aprovechado el avance de la tecnología para esconder todavía más el episodio de la masacre de la Plaza de Tiananmén y hacer su aparato censor más sofisticado.