Bashar al-Assad suplica a EEUU que lo ayude y promete en cambio apartarse de Irán
El presidente sirio solicita apoyo para frenar los combates y asegurar su permanencia en el poder, mientras los rebeldes avanzan rápidamente.
El presidente de Siria, Bashar al-Assad, propuso a Estados Unidos cortar todos los lazos con Irán y Hezbolá, pilares fundamentales de su régimen durante la guerra civil, a cambio de respaldo para mantenerse en el poder. Esta oferta refleja un intento desesperado de Assad por enfrentar el avance de las fuerzas rebeldes que amenazan con tomar Damasco y derrocarlo.
Un régimen al borde del colapso
La situación territorial de Assad se ha deteriorado drásticamente tras la pérdida de Alepo, Hama y Homs, ahora bajo control de los rebeldes. Ante esta realidad, el régimen ha replegado sus tropas hacia Damasco, dejando grandes extensiones del país en manos insurgentes. Las fuerzas opositoras, encabezadas por Hayat Tahrir Al-Sham (HTS) y otros grupos respaldados por Turquía, avanzan rápidamente desde el norte y el sur, mientras el régimen concentra sus defensas en la capital y algunos enclaves estratégicos.
La propuesta de Assad
Según fuentes diplomáticas, Assad transmitió su propuesta a través de los Emiratos Árabes Unidos, mostrando disposición para romper con sus aliados tradicionales en la guerra civil. A cambio, solicita que Estados Unidos intervenga para detener los combates y garantizar su permanencia en el poder o, en última instancia, facilitar una salida segura si fuera necesario.
En un intento paralelo, Assad envió a un líder cristiano de alto rango para reunirse con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Durante el encuentro, se enfatizó la "amenaza existencial" que, según el régimen sirio, enfrentarían las comunidades cristianas si los rebeldes islamistas logran el control del país. Assad busca que Orbán, conocido aliado de Donald Trump, transmita esta preocupación al presidente electo de Estados Unidos.
Trump mantiene distancia del conflicto
Por su parte, el presidente electo Donald Trump dejó claro que no ve conveniente que Estados Unidos intervenga en el conflicto sirio.
"Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, Y LOS ESTADOS UNIDOS NO DEBEN TENER NADA QUE VER CON ELLO". Dijo.
Aliados disminuyen su apoyo
En el plano internacional, Rusia e Irán, los principales socios de Assad, han reducido su apoyo militar directo en el terreno, dejando al régimen aún más expuesto al avance rebelde. Con Damasco bajo amenaza, los próximos días serán decisivos para definir el futuro de Assad y el curso del conflicto en Siria.