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El Estados Unidos de Kamala Harris: aplastando a la clase media

Como todos los estadounidenses, las familias hispanas quieren un gobierno que proteja la fe, fortalezca a las familias, defienda las libertades y garantice oportunidades laborales.

Kamala Harris en Green Bay, Wisconsin, este primero de noviembre. (AFP)

Kamala Harris en Green Bay, Wisconsin, este primero de noviembre. (AFP)AFP

Kamala Harris puede llamar a las políticas de su administración “progreso”, pero para millones de trabajadores estadounidenses, especialmente familias hispanas, este “progreso” solo ha vaciado sus bolsillos, destrozado sus sueños y robado su esperanza.

Los demócratas no entienden por qué los estadounidenses no celebran la economía de Kamala Harris. La respuesta es clara: el gasto imprudente ha impulsado la inflación, afectando los presupuestos familiares y alejando el sueño americano. Con un enfoque en América Primero, podemos restaurar los valores que hacen fuerte a nuestra nación: fe, familia, libertad y trabajo significante.

Las familias hispanas y de clase trabajadora enfrentan hoy realidades difíciles. Los senadores Ted Cruz (R-TX) y Rick Scott (R-FL) afirman que los precios al consumidor han subido un 26% más rápido que los salarios del sector privado. Para las familias hispanas que dependen de los automóviles para el trabajo, la escuela y las obligaciones familiares, los costos de los vehículos están por las nubes: el precio de un automóvil nuevo ha subido un 20% desde que la administración Biden-Harris asumió el cargo, con cargas adicionales de primas de seguro más altas, precios de gasolina en aumento y términos de financiamiento difíciles. El costo de poseer un automóvil ha aumentado un 32% bajo la administración Biden-Harris.

Ser dueño de una casa, un pilar de estabilidad y riqueza generacional, está fuera del alcance. Las tasas de interés hipotecarias, como efecto secundario de los intentos de controlar la inflación, han más que duplicado los costos de adquisición de viviendas desde 2020, dejando a muchas familias sin posibilidad de alcanzar sus sueños. Los elementos esenciales de la vida diaria también se están volviendo cada vez más inasequibles. Moody’s Analytics informa que los estadounidenses gastan $784 más mensualmente en comparación con hace dos años, lo que equivale a más de $13,000 anuales perdidos de los presupuestos familiares desde 2021. Este “impuesto silencioso” ha golpeado con más fuerza a las comunidades de bajos ingresos y minorías, con las familias hispanas enfrentando deudas crecientes en tarjetas de crédito y ahorros reducidos. Si bien la inflación puede estar estabilizándose, el daño ya está hecho, y las soluciones de Kamala Harris — controles de precios, límites a los alquileres y ayudas selectivas — solo arriesgan empeorar la crisis.

La agenda de América Primero ofrece una solución comprobada para restaurar la prosperidad y la seguridad. Basadas en los valores de fe, familia, libertad y trabajo, las políticas de América Primero protegen el sueño americano, reducen costos, recuperan empleos, disminuyen la regulación, liberan la energía nacional y frenan el gasto imprudente que alimenta la inflación.

La independencia energética es clave en esta visión, contrarrestando directamente el aumento de los costos de combustible bajo Biden y Harris. Al producir nuestra propia energía, reducimos los costos de combustible, creamos empleos en sectores energéticos y logramos resiliencia frente a los mercados extranjeros. Esta autosuficiencia energética es vital para la seguridad económica y la estabilidad de los costos.

América Primero también defiende comunidades seguras. Mientras Kamala Harris, como “Zar de la Frontera”, ha promovido políticas de fronteras abiertas que comprometen la seguridad de nuestras familias y vecindarios, América Primero le da prioridad a la seguridad fronteriza, la prevención del crimen, la erradicación de la trata de personas y la derrota de los carteles de drogas para permitir que las familias prosperen en comunidades seguras y legales.

Como todos los estadounidenses, las familias hispanas quieren un gobierno que proteja la fe, fortalezca a las familias, defienda las libertades y garantice oportunidades laborales. Esto significa rechazar las ayudas gubernamentales en favor de la oportunidad económica a través de impuestos bajos, apoyo a las pequeñas empresas y un futuro seguro. Cuando invertimos en la creación de empleo, el desarrollo de la fuerza laboral y la educación, abrimos caminos hacia la prosperidad para cada familia estadounidense.

La administración Biden-Harris ha obligado a los estadounidenses a pagar por sus decisiones imprudentes, y las comunidades hispanas lo han sentido profundamente, viendo sus presupuestos apretados y sus sueños desvanecerse. Los votantes tienen motivos para dudar de otros cuatro años de políticas fallidas de Kamala Harris, sabiendo que los Estados Unidos puede estar mejor.

Las políticas de América Primero tienen un historial de impulsar la prosperidad, asegurar las fronteras y defender los valores estadounidenses. Volver a estos principios puede restaurar la oportunidad económica, proteger las comunidades y asegurar un futuro más brillante para cada familia basado en fe, familia, libertad y trabajo significativo.

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