El papa Francisco apareció por sorpresa en la Plaza de San Pedro a dos semanas de salir del hospital

A menos de dos semanas de salir de su prolongada internación, el papa Francisco apareció por sorpresa en la Plaza de San Pedro. La última aparición pública del Pontífice había sido el 23 de marzo, cuando agradeció a los fieles desde un balcón del hospital Gemelli de Roma. 

"Feliz domingo, gracias a todos”, les dijo Francisco a los presentes, con una voz débil pero clara. Ante la atónita mirada de los presentes, apareció en silla de ruedas junto a su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, uno de sus secretarios privados y el sacerdote argentino Juan Cruz Villalón

Se dirigió al altar junto al arzobispo italiano, Rino Fisichella, quien hace minutos había terminado de encabezar la misa del Jubileo de los enfermos y el mundo de la sanidad. Acto seguido, se leyó un comunicado del papa para los casi 20.000 presentes en la plaza, quienes no pararon de vitorear al Pontífice.

“Su Santidad, papa Francisco, saluda con afecto a todos los participantes de esta celebración y les agradece por las oraciones elevadas a Dios por su salud. Auspiciando que la peregrinación jubilar sea rica de frutos, les imparte su bendición apostólica, extendiéndola a las personas queridas, a los enfermos y a quienes sufren, así como también a todos los fieles presentes”, leyó una locutora en varios idiomas. 

Llamó la atención también que el papa entrara con dispositivo de oxígeno detrás de su silla de ruedas. Según el director de la Sala de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, Francisco estaba mostrando leves mejoras gracias a ejercicios de rehabilitación respiratoria y fisioterapia motora.

A su vez, les dijo a los periodistas que su infección pulmonar estaba bajo control, por lo que el papa estaba teniendo progresos con el uso de su voz.