Cada vez menos americanos creen que los deportistas trans deban competir en las categorías que no corresponden con su sexo real. La última encuesta de la consultora Gallup demuestra que entre 2021 y 2023 creció en siete puntos el porcentaje de estadounidenses que opina que el sexo determina de forma crucial la competición en la que los deportistas trans deban competir. Si en 2021 el 62% opinó que los deportistas trans deben competir en la categoría de su sexo biológico, en 2023 fue el 69%. . Este cambio en la opinión pública norteamericana surge después de visibilizarse activismos como el de Riley Gaines, entre otras deportistas femeninas, a quien un nadador trans de sexo biológico masculino le arrebató sus logros al participar en la categoría de su "sexo sentido". En 2021, el 34% de los norteamericanos creía que los deportistas trans podían escoger sus equipos y competiciones en función de su identidad sentida. Para 2023, esa misma afirmación es tan sólo respaldada por el 26%. . . Las mismas preguntas reciben una respuesta distinta en función de si el norteamericano encuestado conoce personalmente a una persona trans. aquellos que conocen a alguien trans respondieron siempre más a favor de permitir la competición en función de la identidad autopercibida. Sin embargo, se sigue manteniendo el paradigma anterior. La mayoría piensa que el sexo real del deportista debe coincidir con su categoría de competición. También se mantiene el cambio, incluso en el grupo de personas con un conocido trans. . . De acuerdo con el sondeo de Gallup, aquellos de los encuestados que se declararon votantes demócratas son los que más creen en la relación entre identidad percibida y categoría deportiva. 55% de los votantes demócratas en 2021 apoyaron que los deportistas trans compitan en la categoría que prefieran. Un porcentaje que se redujo al 47% en 2023. Estas respuestas caen en 20 puntos entre aquellos que se declaran independientes y no superan el 6% entre los votantes republicanos. . En cuanto al punto de vista moral a la hora de cambiar de género, la principal brecha entre los resultados se halló en la edad. Los más jóvenes, de entre 18 y 29 años respondieron en un 66% que cambiar de género es moralmente aceptable. Un resultado que sólo obtuvo un apoyo del 48% entre los encuestados de 30 a 49 años. Finalmente, solo el 32% de los americanos de más de 50 años pensó que cambiar de sexo es algo moralmente correcto.