ANÁLISIS
China, Qatar o Arabia Saudita: países adversarios introdujeron miles de millones de dólares en universidades estadounidenses
Un informe revela que universidades de élite recibieron más de 60.000 millones de dólares de gobiernos extranjeros, algunos considerados adversarios de EEUU.

Las protestas pro-Palestina han sido vinculadas al dinero extranjero
¿Cómo se financian las universidades? Durante las últimas horas y semanas, las amenazas del Gobierno de recortarles subvenciones federales han sacado a la luz cifras milmillonarias. A pesar del revuelo generado alrededor de aquellos fondos, con discusiones aireadas sobre antisemitismo, libertad académica y el límite del poder Ejecutivo, hay una controvertida fuente de ingresos que amagó la polémica: los fondos recibidos de países adversarios de Estados Unidos.
Un reciente estudio del think tank Americans for Public Trust (APT) cifra el dinero proveniente de países extranjeros (amigos y enemigos) en 60.000 millones de dólares a lo largo de las últimas décadas. De los cuales 20.000 millones se concentraron en diez universidades:
Entre aquellas diez afortunadas por el dinero internacional se encuentran tres Ivy League contra las que arremetió la Administración Trump: UPenn, Harvard, Columbia. A todas les condicionó la entrega de subvenciones. A la primera, por permitir atletas trans en las categorías femeninas; a las últimas dos (y a Princeton), por sus políticas laxas contra el antisemitismo. De momento, sólo Columbia reculó, accediendo a varias demandas de la Administración Trump.
Matrículas, tasas, contratos, fondos públicos, donaciones... Las arcas de las universidades se llenan con dinero de múltiples fuentes. En los últimos tiempos el Gobierno federal ha ido ganando peso, convirtiéndose, en palabras del presidente de Princeton, Christopher Eisgruber, en "un mecenas público más poderoso que cualquier donante privado".
"Sus presupuestos pasaron a depender en gran medida de esa única fuente", escribió también en The Atlantic, en un artículo crítico con las presiones económicas de Trump a las universidades. Semanas más tarde, su propia universidad sufrió el corte de decenas de subvenciones.
En el año fiscal 2024, las ocho escuelas del Ivy League recibieron 6.400 millones de dólares federales, según datos públicos analizados por Fox. Más allá del debate actual sobre cómo distribuirlos, existe un registro fidedigno de los dólares que las instituciones educativas reciben de la Casa Blanca. No ocurre lo mismo con los que arriban desde otras casas y palacios de gobierno.

Opinión
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Aunque el Artículo 117 de la Ley de Educación Superior establece que las universidades deben reportar contratos y regalos de fuentes extranjeras superiores a los $250.000, expertos denuncian hace años el incumplimiento de la ley.
Las voces de denuncia no provienen sólo de institutos como el Emerging Technology Observatory o el propio APT, sino que hasta el Departamento de Educación (DOE) publicó un reporte en 2020 asegurando que "históricamente" de 6.000 instituciones educativas sólo 300 reportan aquellos ingresos como es debido.
El DOE hace hincapié, además, en que las universidades "se las arreglan para controlar cada céntimo adeudado y pagado por sus estudiantes; no hay duda de que pueden controlar, y de hecho lo hacen, los fondos procedentes de fuentes extranjeras, incluidas las que son contrarias a los intereses estadounidenses".
"Es difícil entender, por ejemplo, cómo la Universidad de Yale pudo simplemente no haber informado de ningún regalo o contrato extranjero durante cuatro años y la Universidad Case Western Reserve durante 12 años", escribieron los autores del reporte, y puntualizaron: "Precisamente cuando ambas estaban ampliando rápidamente sus operaciones y relaciones en el extranjero, incluso con China e Irán".
China, Irán, Rusia, Venezuela, Catar, Yemen, entre otros, "han inyectado colectivamente miles de millones en las escuelas estadounidenses", asegura Americans for Public Trust. En 2024, el podio, según el mismo, lo ocuparon Qatar, China y Arabia Saudí:
El motivo detrás de las inversiones extranjeras
"El dinero extranjero sin control puede acabar ejerciendo influencia sobre los proyectos de investigación y los planes de estudio, difundiendo propaganda antiamericana perjudicial y facilitando el espionaje empresarial y el robo de propiedad intelectual por un valor incalculable", explican desde el APT los motivos detrás de estas inversiones, la mayoría en contratos o regalos.
El mencionado reporte del DOE apunta a causas similares: "Proyectar poder blando, robar investigación sensible y patentada, y difundir propaganda". Señala, además, que la industria educativa sabe que esconden intenciones "hostiles" hacia Estados Unidos.
En el caso de China, el APT señala que los alcances de su "vasta empresa" no pueden ser "subestimados". Aunque el monto que alcanzó en 2024 ayuda a magnificarla: 175.000 millones de dólares a distintas universidades estadounidenses. Como evidencia alarmante de esta influencia, la organización apunta a casos de investigadores arrestados por espionaje y los controvertidos Institutos Confucio.
Legisladores de la Cámara denunciaron el año pasado que miles de millones de dólares de investigación sustentada por fondos federales acabaron robusteciendo al Ejército chino. Aquello mediante colaboraciones con institutos chinos, que habrían servido de conducto entre la República Popular China y los avances de institutos como UCLA, UC Berkeley o la Universidad de Pittsburgh.
Por otro lado, APT denuncia un vínculo entre las manifestaciones pro Palestina en los campus y Qatar, "una nación que ha amparado y protegido durante mucho tiempo a los dirigentes de Hamás". Su inversión se habría traducido en la toma de complejos, bloqueos, insultos a estudiantes judíos...
La Administración Trump avisó a 60 institutos de educación universitaria que se encuentran bajo investigación por aquellas causas. En cuanto al Congreso, varios legisladores han introducido normas al respecto: el demócrata Ritchie J. Torres presentó un proyecto para prohibir que reciban regalos de naciones que financian el terrorismo, el republicano Michael Baumgartner logró que sus colegas representantes aprobaran una propuesta para endurecer las normas de registro de ingresos extranjeros.
De momento, ningún proyecto ha superado ambas Cámaras.
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