ANÁLISIS
La demócrata Elissa Slotkin responde al discurso de Trump: "Reagan se revuelca en la tumba"
El Partido Demócrata eligió a los congresistas Elissa Slotkin y Adriano Espaillat para contestar a las palabras del presidente ante el Congreso. Replicando, por momentos, promesas de campaña del republicano, lo acusaron de "ofrecer un regalo sin precedentes a sus amigos multimillonarios" y crear "un reino de terror" para los hispanos.

Elissa Slotkin, senadora por Michigan
La senadora de Michigan Elissa Slotkin fue la elegida del Partido Demócrata para dar la respuesta oficial al primer discurso de Trump en el Congreso. Slotkin quiso marcar contrastes desde la propia duración de la alocución: frente a la hora y media de Trump, la congresista prometió "ser mucho más breve", extendiéndose poco más de 10 minutos.
En los primeros meses de su primer mandato, Slotkin dedicó los primeros minutos a presentarse: "No me lo tomaré personal si nunca oyó hablar de mí". Nacida en Nueva York y crecida en Michigan, fue analista de la CIA. Es la demócrata más joven elegida al Senado (48 años), quedándose en unos comicios ajustados con un terruño perdido por su partido en las presidenciales. "Una estrella emergente en nuestro partido", en palabras del líder de la minoría Chuck Schumer.
Su discurso quiso ser un llamado bipartidista. A los votantes, más allá del color del partido. Intentó postularse como ejemplo de aquella comunión más allá de las siglas, señalando el disputado distrito donde ganó, su pasado trabajando tanto para Bush como Obama, e, incluso, la formulación de su propia familia (padre republicano, madre demócrata): "Teníamos valores comunes que eran más grandes que cualquier partido".
Los demócratas ensayan así un discurso que los devuelva al centro, a ojos del estadounidense demócrata o indeciso, e incluso republicano, que devolvió a Trump a la Casa Blanca. Para eso, delineó tres valores comunes en la ciudadanía: "La clase media es el motor de nuestro país", "una seguridad nacional fuerte nos protege de cualquier daño" y "nuestra democracia, por muy desordenada que sea, no tiene parangón y merece la pena luchar por ella".
A favor de los recortes, pero contra Musk
En el plano económico, Slotkin enumeró objetivos para "ampliar y proteger la clase media": bajar precios, fomentar la producción nacional, volver a reubicar en Estados Unidos las cadenas de suministro de "de lugares como China". Promesas, todas, de la campaña Trump durante los comicios.
"El presidente Trump está tratando de ofrecer un regalo sin precedentes a sus amigos multimillonarios", espetó, asegurando que el republicano quiere pasar "billones de dólares" a los más ricos que saldrán caros al estadounidense de a pie. Sus políticas, aseveró, subirán los precios y la deuda nacional.
No faltaron palabras contra Elon Musk y el equipo que lidera, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE): "¿Hay alguien en Estados Unidos que se sienta cómodo con él y su pandilla de veinteañeros utilizando sus propios servidores informáticos para husmear en tus declaraciones de la renta, tu información sanitaria y tus cuentas bancarias?", dijo en alusión a los deseos del DOGE de obtener datos del Tesoro.
En otra concesión a la Administración, admitió que tenía razón al buscar un estado más eficiente, pero afirmó que el cambio no tenía "por qué ser caótico ni hacernos menos seguros". Siguiendo en esa senda, criticó los despidos "sin sentido" y recontrataciones de empleados en áreas como las armas nucleares, control aéreo e investigación por el cáncer.

Política
Los demócratas muestran su lado más radical saboteando el discurso de Trump ante el Congreso
Emmanuel Alejandro Rondón
"Arreglar nuestro sistema de inmigración roto"
"Todo país merece saber quién y qué entra por su frontera", aseguró. "Y punto final".
Tras hacer propia la bandera republicana de la seguridad fronteriza, dijo que no podía asegurarse sin "arreglar nuestro sistema de inmigración roto" para que quien quisiera ingresar legalmente a trabajar pudiera hacerlo. "Espero con impaciencia el plan del presidente al respecto".
Tanto para la inmigración como para otros varios asuntos de actualidad, como el terrorismo o la inteligencia artificial, consideró necesario tener "amigos en todas las esquinas". Apeló, entonces, a los republicanos de Reagan asegurando que el difunto expresidente se estaría "revolcando en la tumba" por la tensa cumbre entre Trump y Zelenski en Washington.
Trump, un "riesgo" para la democracia
"Trump nos habría hecho perder la Guerra Fría", dijo en una frase que parecía dedicada a los oídos del presidente, después de asegurar que le faltaba claridad moral: "Cree en arropar a dictadores como Vladimir Putin y en patear en los dientes a nuestros amigos, como los canadienses".
"La democracia está en riesgo". El riesgo, sostuvo, es Donald Trump. Lo acusó de poner en peligro el sistema democrático al "elegir qué reglas quiere seguir", "ignorar decisiones judiciales y la propia Constitución" y "dividir a los americanos para que se peleen unos contra otros".
Ante este riesgo, aseguró que la solución era "no desconectarse", exigir responsabilidades a los cargos electos y lanzarse al activismo: "Únase a un grupo que se preocupe por un tema y actúe, y si no puede encontrar uno, empiécelo usted".
"Prometo que mis compañeros demócratas y yo haremos todo lo que esté en nuestra mano para ser los líderes con principios que usted se merece", cerró.
'Un reino de terror' para las comunidades hispanas
El responsable de la réplica en español fue Adriano Espaillat, presidente del Caucus Hispano del Congreso. El estadounidense-dominicano de Nueva York acusó a Trump, sin tapujos, de "actuar más como un rey" que como un presidente.
En sintagmas que se están convirtiendo en favoritos de los demócratas, acusó al presidente de amenazar con eliminar Medicaid y Medicare y de no lograr frenar la inflación. "Trump quiere ser el guapetón del barrio", afirmó, "sin importarle cómo estas medidas impactarán los precios en el supermercado, en la bodega o cuando compremos enseres eléctricos".
Al igual que Slotkin, apuntó contra los recortes del DOGE y las medidas impositivas del Gobierno, al que le endilgó el deseo de beneficiar a amigos millonarios.
Sobre las medidas migratorias, uno de los puntos más esperados de su alocución, afirmó que Trump quería "crear un reino de terror que impacta negativamente a la economía local".
No está, aseguró, sólo deportando a criminales "que realmente deben ser deportados". Mencionó el supuesto caso de un ciudadano americano detenido por ICE a pesar de tener documentos: "Lo que le pasó a mi vecino nos puede pasar a todos: a ciudadanos, a residentes legales, a cualquier emigrante, a nuestras familias y amigos".
También, como Slotkin, dijo que quería "asegurar la frontera", pero añadió que a la vez deseaba proteger a los trabajadores y "mantener a nuestras familias unidas".
"Somos 65 millones", dijo sobre la comunidad hispana en Estados Unidos. "Aquí estamos todos para luchar por el sueño americano y no vamos a permitir que alguien que se cree un rey y su corte de bufones desmantelen la democracia que construimos por los últimos 250 años".
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