El Camaleón Zuckerberg: de censor al servicio del Gobierno a 'libertario'
El CEO de Meta dice estar harto de la política, pero sus cambios ideológicos parecen parte de una estrategia para mejorar su imagen entre los conservadores, intentando acercarse a los republicanos.
Zuckerberg está tapping out. El billonario tecnológico, entusiasta de las artes marciales mixtas, filántropo de causas progresistas y uno de los ejecutores de la censura ordenada por la Administración Biden-Harris durante la pandemia, quiere salirse del ring de la política. Así lo indican algunas de sus últimas decisiones y lo asegura él mismo en privado, según un reciente informe de The New York Times.
El fundador de Facebook dice a sus allegados haberse vuelto cínico con la política. Está harto, según el Times, del zarandeo que recibe por parte de republicanos y demócratas, y considera que odian las tecnológicas por igual.
Más allá de sus motivaciones, Zuckerberg ha enviado señales públicas de que quiere despegarse (al menos en imágen) de la agenda progresista que siempre impulsó en sus inversiones. Meta, por ejemplo, redujo su equipo de Diversidad, Equidad e Inclusión, siguiendo una tendencia en grandes empresas estadounidenses. El propio emprendedor prometió reducir sus inversiones personales en campañas divisivas.
En una misiva enviada al Comité Judicial de la Cámara el mes pasado, Zuckerberg anunció que no haría gastos en este ciclo electoral. A pesar de que el empresario defiende que sus donaciones fueron apartidistas, cargos electos e investigaciones independientes apuntan a que buscaban aumentar la participación demócrata. Las inversiones fueron conocidas como "Zuckerbucks", palabra que se volvió sinónimo de las inversiones privadas en las elecciones y que sirvió como eslogan para varias campañas en favor de la integridad electoral:
En aquella carta, el CEO de Facebook también admitió que había cedido a las presiones de la Administración Biden-Harris para censurar a los estadounidenses durante la pandemia -de lo que dijo arrepentirse- y lamentó haber reducido la visibilidad la noticia sobre la laptop de Hunter Biden: "En retrospectiva, no deberíamos haber 'degradado' la historia".
Acercamiento a los republicanos
Como parte de sus esfuerzos por mostrarse neutral, Zuckerberg anunció que no respaldará ni a Donald Trump ni a Kamala Harris. Pero para situarse en el medio, parece tener que corregir hacia la derecha: una encuesta de YouGov del año pasado reveló que si un 48% de los estadounidenses tenían una imagen desfavorable del líder tecnológico, entre los republicanos era de un 68%.
El mismo Zuckerberg que tras el 6 de Enero bloqueó la cuenta de Facebook de Donald Trump, en los últimos meses habló con él dos veces por teléfono. En público, el empresario elogió al republicano por su reacción tras el primer intento de asesinato, calificándolo de "badass" ("tipo duro").
También habría contratado al estratega republicano Brian Baker. Su objetivo, según trascendió, sería mejorar su imagen entre votantes, cargos y medios conservadores.
Pero Zuckerberg no sólo dice ser independiente, sino que, de acuerdo con el Times, se dice libertario.
Libertario
Quienes se identifican con esta corriente filosófico-política están en contra de las regulaciones a las empresas, a favor de la libertad del mercado, y de la no intervención del gobierno en cuestiones de la vida privada que no afecten a terceros. Aquellas son algunas de las nuevas ideas de Zuckerberg, según afirma el Times. También estaría a favor de los cambios sociales, sin llegar a lo que él mismo llama "progresismo extremista de izquierda".
Pero para convencer a los estadounidenses tiene que desandar un largo camino: en 2013 fundó y encabezó una organización que tenía por uno de sus objetivos crear un camino para otorgar la ciudadanía a inmigrantes ilegales, en 2015 creó otra con su esposa que invierte en causas como la legalización de drogas. Sin embargo, entre algunos, ya puede estar rindiendo sus frutos: "Mark Zuckerberg ha terminado con la política", tituló el Times, y el Business Insider: "Mark Zuckerberg ha entrado en su era libertaria".