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 EL TIEMPO QUE LLEVA KAMALA HARRIS SIN COMPARECER EN UNA CONFERENCIA DE PRENSA

'Cenicienta' Harris: cómo los medios de izquierda convirtieron al vicepresidente peor valorado en la gran esperanza demócrata

La prensa se ha unido para ejercer de 'hada madrina' de la candidata del Partido Azul para blanquear su registro y presentarla como una opción moderada capaz de unir al país bajo su mando y derrotar a Donald Trump.

Kamala Harris agradece los gritos de apoyo de los asistentes a un acto de campaña mientras sube al escenario.

Kamala Harris sube al escenario en un acto de campañaZUMAPRESS.com / Cordon Press.

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Como en la Cenicienta, Kamala Harris ha pasado del lodo de ser la vicepresidente peor valorada a convertirse en la gran esperanza demócrata para mantener el poder, con las encuestas situándola como favorita para ser la próxima presidente. En su caso han sido necesarias más de un hada madrina para conseguir el milagro -en concreto, todos los medios de corte izquierdista- y la magia utilizada ha sido la palabra, escrita, hablada e incluso borrada.  

Mientras ocupaba un discreto segundo plano a la sombra de Joe Biden, colaborando públicamente en la ocultación del delicado estado mental del presidente y permitiendo que su gran cometido, la frontera, quedara en manos de cárteles y traficantes hasta conseguir la entrada de más inmigrantes ilegales en tres años que en las tres presidencias anteriores juntas, la aprobación de Kamala Harris era incluso más baja que la de su jefe.

Aunque su valoración nunca fue muy elevada, su popularidad se desplomó en el primer año a los niveles más bajos de un vicepresidente en las últimas décadas. Según Gallup, en abril de 2023, tras 1191 días en el cargo, se encontraba 19 puntos por debajo de Mike Pence, 10,6 menos que Joe Biden, 21 por detrás de Dick Cheney y ...¡¡a 44,5 de distancia de la apreciación de Al Gore!! Sus números empeoraban incluso los de Biden, que ha obtenido muchos de los peores registros desde Jimmy Carter.

Datos peores que Biden

Un año después, en abril de 2024, cuando los susurros sobre la necesidad de jubilar a Biden comenzaban a subir de volumen en el entorno demócrata, sus cifras continuaban siendo pésimas, con un rango entre el 33 y el 43% de personas que la aprobaban y suspensa por entre el 50 y el 57% de los encuestados. Unos números que no invitaban precisamente a tomarla en consideración seriamente como posible sustituta de su jefe y compañero de ticket electoral para noviembre. 

La propia prensa de izquierda la mencionaba entre los candidatos como una posibilidad remota, incluyéndola como heredera de los problemas de la Administración Biden, especialmente la economía y la frontera, su cometido oficial como zarina. Todos los ojos estaban en Gavin Newsom, el gobernador de California y la ex primera dama Michelle Obama. Incluso, cuando todo explotó tras el primer debate entre Biden y Trump, se sumó a la terna a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer o al de Illionois, J.B. Pritzker como opciones preferidas.

La renuncia de Biden cambió todo

Entre apoyos y peticiones de retirada de los notables demócratas, así como con la renuncia de los favoritos a dar un paso adelante, llegó el 21 de julio, cuando Biden dijo "basta" y anunció su retirada. Con el cadáver político del todavía presidente aún caliente, Kamala no tardó un segundo en anunciar su propia candidatura independiente. Un movimiento apoyado por el establishment y que pese a las dudas iniciales de pesos pesados como Nancy Pelosi, Chuck Schumer o el matrimonio Obama, fue rápidamente secundado en aras de la unidad y dar la vuelta al sentimiento de derrota y orfandad de los votantes del Partido Azul en ese momento.

Lo que parecía ser un parche se convirtió en un caballo que conseguía adelantar a un Trump que parecía inalcanzable. No fue casual ni hubo intervención divina. Lo que se produjo fue un tsunami de respaldo político y mediático hacia la nueva precandidata que consiguió convertirse en oficial en un tiempo récord, antes incluso de la Convención Demócrata, el momento estipulado por los dirigentes.

La entrega a Kamala Harris ha sido total. Medios que no la consideraban una buena opción y recalcaban sus debilidades no dudaron en cambiar de bando y sumarse a la nueva ola. Kamala era una candidata fresca, una fiscal que iba a meter en vereda a un felón convicto, una heroína de los derechos de la mujer y una persona moderada capaz de unir a todo el país bajo su mando. 

Reescribiendo y borrando el registro de Harris: llega Kamala

Además, se comenzó a reescribir la historia de la vicepresidente, eliminando incluso todo aquello por lo que que se la criticaba poco antes: Por ejemplo, su nombramiento como zarina de la frontera pasó a ser un mito -incluso con fact checks de medios que lo habían cubierto como noticia- y se le permitió pontificar como si ella no hubiera sido un miembro destacado de la Administración cuyas medidas económicas provocaron una inflación brutal y debilitar la economía estadounidense, además de radicalizar el espectro político.

La situación de apoyo a Harris llega al punto de que ningún medio de izquierda ha alzado la voz para denunciar que la candidata demócrata a regir la primera potencia mundial no ha dado una sola rueda de prensa en los 54 días desde que derrocó a Biden, o tan sólo se ha dignado a conceder una entrevista, a la CNN, en este tiempo. Ni siquiera The New York Times, muy crítico con Biden porque nunca les concedió un encuentro en lo que va de mandato ha dicho esta boca es mía en este aspecto.

Un boom imposible... sin Donald Trump

Pero el boom Kamala no habría sido posible sin Donald Trump. El expresidente, que arrasó en las primarias republicanas, es el coco para el espectro demócrata. Así lo indicaban las encuestas mientras Biden seguía la carrera, en la que los votantes decían que votaban contra Trump y no a favor del presidente actual. Algo que han aprovechado los medios, el establishment del Partido Azul y los medios de su cuerda para lanzar a su nueva cenicienta a la carrera vestida de sus mejores galas y rodeada de una magia que la presenta como alguien capaz de conseguir cualquier cosa. Veremos si, como el encantamiento del hada madrina, tiene hora (o fecha) de caducidad.

¿Ayudó ABC a Kamala en el debate?

El entorno de MAGA ha denunciado que la vicepresidente tuvo ayuda -además de la participación partidista de los moderadores- por parte de la cadena ABC en el debate frente a Donald Trump. Un usuario de la red social X @DocNetyoutube aseguró que tiene en su poder la declaración jurada de un confidente que asegura que "la campaña de Harris recibió preguntas de muestra que eran esencialmente las mismas preguntas que se dieron durante el debate y garantías separadas de comprobar los hechos de Donald Trump y que ella NO sería comprobada". @DocNetyoutube aseguró que haría público este documento en los próximos días.
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