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 EL TIEMPO QUE LLEVA KAMALA HARRIS SIN COMPARECER EN UNA CONFERENCIA DE PRENSA

Sobre la capacidad de Estados Unidos para defender su propio futuro

Mientras observan los vaivenes de nuestra agitada democracia, China y Rusia intentan dilucidar si el año próximo enfrentarán a un presidente fuerte y decidido o a uno sin la habilidad ni la voluntad para conservar nuestro liderazgo mundial. 

Operación de patrulla ruso-china en AlaskaAFP

Mientras la atención del mundo se centra en Medio Oriente como el próximo punto álgido, sería prudente volver la mirada hacia los cielos del mar de Bering, cerca de la costa de Alaska.

Las Fuerzas Aéreas del Ejército Popular de Liberación de China están echando un buen vistazo al territorio continental de Estados Unidos. Y lo están haciendo desde bombarderos que vuelan en formación con sus aliados, los rusos.

Durante los últimos años, China se ha enfrentado a Japón, Filipinas y Taiwán con provocadores ejercicios navales y aéreos. Ahora añade a Estados Unidos a su lista de objetivos. En esta ocasión, sin embargo, trabajan en estrecha coordinación con los rusos.

El 24 de julio, el Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial (NORAD) interceptó dos bombarderos rusos y dos chinos que volaban cerca de Alaska. Funcionarios del Pentágono dicen que esta es la primera vez que nuestros dos adversarios han sido interceptados mientras operaban aeronaves en un vuelo claramente coordinado con la intención de ser lo suficientemente provocativo como para enviar un mensaje.

Los bombarderos rusos TU-95 Bear y chinos H-6 no entraron en los espacios aéreos estadounidense o canadiense. Además, fueron interceptados por cazas norteamericanos, así que no es que pasaran desapercibidos. Pero, de nuevo, esa no era su intención.

El Ministerio de Defensa chino respondió con una declaración que sugería que no había nada inusual o amenazador en esta salida. Más bien, se trataba de una "patrulla aérea estratégica conjunta en el espacio aéreo pertinente del Mar de Bering". El portavoz del ministerio dijo a la prensa: "Estamos probando y mejorando aún más el nivel de cooperación entre las dos fuerzas aéreas, así como profundizando la confianza mutua estratégica y la cooperación práctica entre los dos países."

"Esta acción no está dirigida contra terceros, se ajusta a las leyes internacionales pertinentes y a las prácticas internacionales y no tiene nada que ver con la actual situación internacional y regional", dijo Zhang. Rusia insistió en que el ejercicio formaba parte de un plan de cooperación militar para 2024 y que "no iba dirigido contra terceros países".

"Durante las próximas semanas, es muy probable que Irán ponga a prueba la determinación de nuestra nación".

Sin embargo, la presencia de aviones chinos parece ser una novedad. En marzo, el jefe del Comando Norte de EEUU, el general Gregory Guillot, dijo que China estaba aventurándose más al norte en el Ártico y que esperaba ver aviones allí "tan pronto como este año, potencialmente". "Es una preocupación muy grande para mí".

El Gobierno chino considera a su país una nación "casi ártica" y ha trabajado para ampliar su presencia en el extremo norte, aun como parte de su cooperación con Rusia.

Mientras observan los vaivenes de nuestra agitada democracia, China y Rusia intentan dilucidar si el año próximo enfrentarán a un presidente fuerte y decidido o a uno sin la habilidad ni la voluntad de conservar nuestro liderazgo mundial. 

Durante las próximas semanas, es altamente probable que Irán ponga a prueba la determinación de nuestra nación. Pero en 2025, China y Rusia harán mucho más que eso: pondrán a prueba nuestra capacidad para defender nuestro propio futuro.

© Gatestone Institute

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