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TheSquadlificados

Los miembros de The Squad culparon a la organización proisraelí AIPAC por la derrota de Bowman en las primarias. Sin embargo, deberían ser autocríticos y escuchar a las mayorías silenciosas que están hartas de su promoción de la intolerancia, el autoritarismo y las obscenidades.

Jamaal BowmanMandel NGAN / AFP

Los medios de comunicación no suelen prestarles atención a las mayorías silenciosas, porque justamente eso es lo que son: silenciosas. No hacen ruido, no insultan en persona ni en las redes sociales, no van a manifestaciones masivas ni agreden a nadie, y por lo tanto no atraen cámaras ni micrófonos; tampoco quieren hacerlo.

Las mayorías silenciosas no tienen tiempo y/o interés en manifestarse en las calles o discutir sobre ideologías en las redes sociales; deben trabajar y/o estudiar muchas horas, cuidar de sus seres queridos y descansar para comenzar de nuevo al otro día. No obstante, miran y escuchan lo que sucede a su alrededor y forman sus opiniones respecto de diversos asuntos políticos, sociales y económicos, pero comprenden que, más allá de los diferentes puntos de vista, hay temas básicos en los que no pueden ceder y en los que la gran mayoría de los estadounidenses tiene que estar de acuerdo para que no se destruyan los valores que representa Estados Unidos.

Es por ese motivo, quizá, que cayó en las primarias demócratas el primer miembro de The Squad, el grupo de extrema izquierda del Partido Demócrata en la Cámara de Representantes, cuando el socialista y antiisraelí Jamaal Bowman fue derrotado por George Latimer, una opción más moderada y dispuesta a ayudar a Israel en su guerra contra Hamás, en el distrito 16 de Nueva York por una diferencia de unos 20 puntos porcentuales.

'The Squad' carece de autocrítica

Como era de esperar, otros miembros de The Squad culparon por la abultada derrota al American Israel Public Affairs Committee (AIPAC), una organización estadounidense dedicada a fortalecer el vínculo entre Estados Unidos e Israel, debido a que este grupo y su súper PAC United Democracy Project donaron más de 14 millones de dólares para la campaña de Latimer.

Una ofuscada Alexandra Ocasio-Cortez (AOC) apuntó contra el AIPAC, al que calificó de “organización republicana”.

"Creo que sobre lo que (...) tenemos que tener una conversación real es sobre cómo una organización republicana, principalmente republicana y en gran parte financiada por los republicanos, está jugando y vertiendo dinero y desempeñando un papel extremadamente divisivo en el Partido Demócrata", manifestó AOC.

La congresista Cori Bush, compañera de AOC en The Squad, y quien también enfrenta un difícil desafío en las primarias en su distrito, se sumó a las críticas contra la organización proisraelí.

"AIPAC y sus aliados -respaldados por megadonantes de extrema derecha de Donald Trump- vertieron un maremoto de dinero en efectivo en estas primarias, lo cual nos muestra cuán desesperados están estos extremistas multimillonarios en sus intentos de comprar nuestra democracia, promover su propio beneficio y silenciar las voces del progreso y la justicia. No debería haber ninguna duda sobre la necesidad de sacar a Big Money de la política", expresó Bush en un comunicado.

Sin embargo, en lugar de seguir culpando a los demás de sus fracasos electorales como infantes caprichosos, los extremistas de izquierda del Partido Demócrata deberían ser autocríticos, aunque, es verdad, la autocrítica no suele ser una cualidad de los progresistas. Y como parte de su trabajo de introspección también deberían ponerse en los zapatos de las mayorías silenciosas -compuestas por republicanos, demócratas, independientes y demás- que no quieren ver a Estados Unidos destruido.

El hartazgo de las mayorías silenciosas

Deben entender que a las mayorías silenciosas no les agrada ver a activistas de izquierda agrediendo a judíos en las universidades, las calles, los hogares y las sinagogas del país por activistas de izquierda que consideran que el antisemitismo debe formar parte de su agenda política, por lo que incluso están dispuestos a aliarse con islamistas radicales, quienes no ven la hora de poder cortarles la cabeza a sus transitorios aliados, pero por ahora los usan como escalones en una escalera para imponer su ideología autoritaria, violenta, racista, misógina y homofóbica.

Cabe señalar que las mayorías silenciosas tampoco están interesadas en que el islamismo radical siembre el terror en Estados Unidos como lo hace en partes de Europa. Los estadounidenses, sean republicanos, demócratas o lo que sea, quieren seguir formando parte del mundo libre, donde todas las etnias, religiones, culturas, elecciones sexuales, etc, sean toleradas y donde las mujeres puedan vivir sin miedo, trabajando y estudiando libremente y vistiendo lo que gusten. Los izquierdistas siguen sin entender que sus aliados islamistas quieren degollarlos y continúan dando por sentadas muchas de las libertades de las que hoy gozan.

Las mayorías silenciosas están cansadas de ser engañadas. Ellas observan cuando los progresistas hablan de paz mientras destruyen propiedad pública y privada en diversas manifestaciones y agreden a policías; cuando hablan de tolerancia mientras atacan a judíos y a cualquiera que lleve un cartel o una bandera que no les guste; y cuando hablan de libertad mientras ni siquiera permiten a la gente expresarse al interrumpir con gritos y violencia audiencias públicas, shows y conferencias.

Las mayorías silenciosas tampoco quieren que sus hijos lean libros con contenido sexual explícito a una edad muy temprana o les arruinen el cuerpo con tratamientos hormonales irreversibles. Quieren que sus hijos tengan una infancia sana y puedan ser niños mientras son niños; es decir, no están dispuestos a soportar que un grupo de adultos ideologizados les arruinen la infancia.

Todas estas muestras de intolerancia, autoritarismo, racismo y obscenidades son respaldadas y promovidas por The Squad, por lo que no pueden culpar a los demás si no quieren someterse a ellas. Su discurso sobre una sociedad más justa puede engañar a algunas personas por un tiempo, pero son estas mismas personas las que también les dan la espalda cuando se percatan de lo que se esconde detrás de sus palabras.

Mientras The Squad siga sin escuchar a las mayorías silenciosas, continuará perdiendo apoyo y llegará el día en que queden absolutamente TheSquadlificados.

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