Con el apoyo de EEUU e Israel, los kurdos siguen luchando por su autonomía en Siria tras la caída de Asad
Durante la guerra civil, las milicias kurdas, llamadas Fuerzas Democráticas Sirias, han combatido al régimen de Asad, pero también a diversos grupos yihadistas proturcos. Sin embargo, los combates no han cesado y su objetivo de establecer una administración autónoma oficial en el noroeste del país sigue intacto.
La caída del régimen de Bashar al-Asad en Siria no ha detenido los combates, ya que en ese país hay diferentes facciones con intereses opuestos que siguen luchando.
Las milicias kurdas, conocidas como las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF, por sus siglas en inglés), alcanzaron un alto el fuego este martes con los rebeldes proturcos, contra quienes combatían en la región de Manbij, en el noreste de Siria.
El acuerdo fue mediado por Estados Unidos, un fuerte aliado de las SDF, grupo al que han apoyado para combatir al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS).
Los combates entre las SDF y los grupos proturcos se llevan a cabo ya que Turquía considera a esta fuerza kurda como una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en idioma kurdo), al que Ankara considera una organización terrorista.
Los turcos han llevado a cabo una gran cantidad de ataques contra las posiciones de las SDF en Siria e Irak. Estas ofensivas se incrementaron después de un atentado atribuido al PKK frente a la sede de las industrias de defensa de Turquía, en Ankara, en el que murieron cinco personas.
El periódico israelí Ynet indicó que los kurdos y los drusos en Siria mantienen vínculos con Israel con el fin de evitar que los grupos islamistas extremistas se hagan con el control de todo el país.
Recientemente, el ministro de Relaciones Exteriores israelí Gideon Sa’ar afirmó en una conferencia de prensa para periodistas extranjeros que su país mantiene un contacto con los kurdos y llamó a garantizar la seguridad de esta y otras minorías, como los drusos, cristianos y musulmanes alauitas, un grupo chií minoritario al que pertenece el expresidente sirio Asad.
La incertidumbre de los kurdos
Durante la guerra civil, los kurdos han combatido a ISIS y diversos grupos vinculados a la organización terrorista Al-Qaeda. Uno de ellos, Hayat Tahrir al-Sham (HTS) lideró las ofensivas que derivaron en el derrocamiento del Gobierno de la dinastía Asad tras 54 años en el poder, razón por la cual actualmente controla la mayor parte del territorio sirio.
Esta situación genera incertidumbre entre los kurdos, ya que no saben de qué manera actuará el nuevo liderazgo, que ha tratado de mostrar una imagen más moderada.
Los combates de los kurdos en el suroeste de Siria
Ynet agregó que las SDF también han mantenido combates esporádicos con tribus árabes en la provincia de Deir ez-Zor, en el suroeste de Siria, debido a conflictos por territorio y por recursos estratégicos, como el petróleo y el agua.
Rusia e Irán, grandes perdedores
Los grandes perdedores tras la caída del régimen de Asad, además del mismo expresidente sirio, son Rusia e Irán, sus grandes aliados. Moscú ha perdido parte de su influencia en Medio Oriente, en tanto que Teherán ya no podrá usar el territorio de Siria para actuar contra Israel, ya sea atacando desde allí a través de milicias proiraníes o bien para enviar armas a la organización terrorista libanesa Hezbolá.
Turquía, por su parte, se adjudica una victoria, ya que ha apoyado a algunas organizaciones yihadistas que luchaban contra Asad.
El objetivo kurdo de establecer una administración autónoma oficial en el noroeste del país sigue intacto
De acuerdo con el análisis del medio israelí, el establecimiento de una administración autónoma oficial en el noroeste de Siria por parte de las SDF dependerá de las negociaciones internacionales y del equilibrio de poder en la región. La idea de unificar el país sigue siendo lejana, especialmente debido a que Turquía continúa empeñada en evitar que los kurdos obtengan su autonomía cerca de la frontera con ese país.
Mientras tanto, las SDF anunciaron este jueves que la autoproclamada Administración Autónoma del Norte y Este de Siria, una región controlada de facto por los kurdos, izó la “bandera de la independencia” en sus instituciones para afirmar “la unidad de Siria y su identidad nacional”.