La ¿última? pirueta de Prigozhin, el 'chef de Putin' que se atrevió a rebelarse contra él
El líder del Grupo Wagner aceptó el exilio a Bielorrusia tras retirarse los cargos contra él y sus mercenarios desde donde espera centrarse en sus ambiciones políticas.
Si algo ha caracterizado la trayectoria de Yevgeni Prigozhin es su capacidad para reinventarse. De ser un delincuente común que pasó por las cárceles de una URSS agonizante a codearse con la élite rusa. De fundar un negocio de perritos calientes a servir comidas al mismísimo Vladimir Putin y, de paso, hacerse multimillonario con contratos públicos. De crear un ejército privado y convertirse en la punta de lanza del ejército ruso en Ucrania a rebelarse contra el presidente ruso. De amenazar Moscú a aceptar mansamente el exilio en Bielorrusia.
Prigozhin nació en Leningrado en 1961. Tras un fugaz intento de desarrollar una carrera deportiva, el futuro oligarca comenzó sus devaneos con la justicia. Fue condenado por primera vez en 1979, en este caso por robo. Su carrera como delincuente común tuvo mayor éxito que la pista, y pronto encadenó nuevas penas por robo, fraude y participación de adolescentes en delitos, lo que le valió una sentencia 13 años de prisión. No obstante, fue indultado en 1988 y liberado dos años después. Había pasado casi un tercio de sus primeros 30 años entre rejas.
De vender perritos calientes a servir recepciones a la élite rusa
Tras su paso por los centros penitenciarios, Prigozhin dio -aparentemente- un giro de 180 grados e inició un negocio de perritos calientes. Los fogones parecían ser su especialidad y creó una serie de restaurantes que llamaron la atención del mismísimo Putin. Su empresa, Concord Catering, consiguió contratos multimillonarios del Estado para atender a los comedores escolares, el ejército ruso e incluso para organizar banquetes en el Kremlin para toda la creme de la creme moscovita. Eso le valió el apodo de "chef de Putin", otorgado, según el mismo Prigozhin por el opositor Alekséi Navalny.
No obstante, el negocio de la comida no parecía saciar las ansias de Prigozhin, que creó el grupo de mercenarios Wagner en 2014, con el que ha participado en conflictos armados por todo el mundo, en especial en África. Los paramilitares pronto se labraron fama de tipos duros y peligrosos y se crearon una reputación de torturadores y asesinos que les han valido denuncias por violaciones de los derechos humanos.
Presume de interferir en varias elecciones de EEUU
Además, el oligarca ruso posee otras empresas con las que presume de haber influido en varias elecciones de EEUU y aseguró públicamente que es algo que "hemos hecho, lo seguimos haciendo y lo haremos en el futuro", tras ser preguntado directamente sobre su participación en este asunto a través de una fábrica de troles en San Petersburgo. EEUU sancionó a Prigozhin y a tres de sus compañías, entre ellas Concord Management y Concord Catering.
Tras el inicio caótico de la guerra de Ucrania, Putin puso a Prigozhin y al Grupo Wagner como punta de lanza para someter ciudades ucranianas. Desde el inicio de la contienda, sus relaciones con el alto mando ruso, incluido el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, se deterioraron dramáticamente. El líder mercenario acusó al Ministerio de no facilitarles municiones suficientes y de usar a los soldados, en especial a los suyos, como carne de cañón.
Exilio en Bilorrusia
El pasado sábado, tras acusar directamente a Shoigu de un ataque por la retaguardia que costó la vida a 2.000 de sus mercenarios, se rebeló y condujo a sus hombres a territorio ruso, donde tomó dos ciudades y comenzó a marchar contra Moscú. Finalmente, tras la mediación del presidente de Bielorrusia, Aleksandr Lukashenko, aceptó frenar su ataque y exiliarse a este país, tras retirarse todos los cargos contra él.
¿Inicio de una carrera política?
La salida de primera línea del grupo militar no significa el fin de las aspiraciones de poder e influencia del oligarca. Ya llevaba un tiempo anunciando su intención de apartarse de la parte bélica para centrarse en la labor social y por la justicia, en especial en Rusia. Sin oponerse a Putin, pero sí a muchos de sus ministros, sus últimos movimientos parecen insinuar su intención de convertir Wagner en un movimiento político desde el que posicionarse en la carrera para sustituir al actual presidente ruso cuando éste decida dejar el poder (o se vea obligado a ello). Los expertos tampoco descartan que Prigozhin sea asesinado por agentes rusos en el país vecino.