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Consejos prácticos para mantener una convivencia familiar saludable

El diálogo, la empatía, y establecer reglas claras, son elementos fundamentales para fortalecer las bases de la familia. 

Una familia de paseo en una montañaAlamy Stock Photo / Cordon Press / Cordon Press.

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El diálogo, la empatía, y establecer reglas claras, son elementos fundamentales para una convivencia familiar equilibrada.

El respeto y el apoyo son elementos clave para lograr una convivencia familiar saludable. Aunque los malentendidos o algún roce suelen ser inevitables en cualquier relación, siempre es posible avanzar, poniendo en práctica recomendaciones como las que brindamos a continuación.

Comunicación desde el respeto

Fomentar la comunicación abierta es necesario, y esto no se trata de expresar lo que se te pase por la cabeza en momentos de disgustos, recuerda lo importante que es proteger los sentimientos del otro. Habla siempre desde el respeto y la empatía, o mejor aún, intenta buscar soluciones a cualquier conflicto cuando estés en serenidad.

Cuentas claras: no hablamos precisamente de dinero. Para que las cosas marchen con mayor tranquilidad, es necesario que todos en casa o cualquier espacio en el que hagas vida, sin importar edad, tengan las reglas claras. Sin olvidar que el papel de los padres, abuelos o mayores, debe ser un ejemplo para los más pequeños.

Tiempo de calidad: siempre habrá momentos para compartir, y si son pocos, trata de que sean de calidad. Ir al cine, hacer del desayuno o cena algo especial, escaparse durante el fin de semana a algún lugar especial, incluso enviar un mensaje cuando estés lejos, fortalecerá los lazos familiares y también el álbum de esos recuerdos que más adelante añoramos.

Respeta el espacio de los demás: por más unidos que sean, es necesario respetar el espacio personal de todos los que son parte de tu núcleo familiar. Cada quien necesita tiempo para sí mismo, ya sea desde estudiar, jugar, descansar o salir con sus amigos o pareja. Esto generará un mejor equilibrio y alimentará también el sentido de pertenencia.

Diálogo ante los conflictos: los desacuerdos o problemas son inevitables. Emplea o se promotor de estrategias que permitan buscar soluciones por la vía pacífica. Las agresiones o insultos solo encenderán la llama. Recuerda que nada que una buena conversación, basada en el respeto y la empatía, no pueda solucionar.

Reconoce los logros de los demás: poner en práctica la gratitud, las palabras o gestos de apoyo, y el reconocimiento es vital. Detalles como estos generan un mejor equilibrio en las relaciones y también aumenta la autoestima de los demás. Si te alegra o enorgullece los logros de cualquiera, no te quedes callado, dile lo que sientes.

Esperamos que con estos tips puedas fortalecer tus relaciones familiares. Si con el tiempo y un diálogo sincero y respetuoso consideras que no existen avances o mejoras, recuerda que existen profesionales que pueden ayudarlos a canalizar mejor los problemas, y brindarles herramientas con las que puedan encontrar el equilibrio. 

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