El presidente Joe Biden pasó 142 días de vacaciones en el 2023. Eso es el 38,9 % del año. La mayoría del tiempo estuvo estuvo en su casa de Delaware; también realizó diez viajes a Camp David, viajó a las Islas Vírgenes de los Estados Unidos y tomó vacaciones en Nantucket y Lake Tahoe.
En todo su Gobierno, Biden ha pasado un total de 424 días de vacaciones. Eso es el 39,3 % de su presidencia. Lo que lo convierte en el presidente de la historia moderna de los Estados Unidos que más tiempo ha tomado para vacaciones.
Donald Trump gastó el 26% de su periodo presidencial en vacaciones, Barack Obama durante sus dos periodos ocupó el 11,2%, G.W. Bush pasó 36,5% de su presidencia en vacaciones, mientras que Clinton tomó el 11,8% de sus días como presidente para descansar.
Biden ha sido ampliamente criticado por su ruidosa ausencia en momentos clave. También ha sido cuestionado por la falta de comunicación con la prensa y por evitar preguntas. De hecho, Biden es el presidente que ha realizado la menor cantidad de ruedas de prensa desde Reagan. Parece que el equipo del presidente intenta evitar al máximo la interacción del mandatario con la prensa.
Biden necesita mucho tiempo de vacaciones y pasa poco tiempo en compromisos y ruedas de prensa pero, a pesar de sus escasas apariciones en público, los errores son continuos. Cada vez es más común ver al presidente perdido en un escenario, confundiendo nombres, diciendo frases sin sentido e incluso tropezando al andar. Tal vez esa sea la principal razón por la que su equipo le evita momentos en público y prefiere que el presidente descanse lo suficiente.
La edad, pero sobre todo la salud mental y las capacidades cognitivas del presidente de 81 años, son materia de fuerte discusión en esta época preelectoral. Incluso entre los demócratas crecen las críticas y dudas sobre la capacidad del presidente para liderar el país durante un segundo periodo.
