En la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro británico Winston Churchill formó un gabinete de guerra para unificar al Reino Unido y luchar contra las amenazas que enfrentaba el país.

Los votantes de un pequeño municipio de Michigan derrocaron a toda su junta municipal después de que respaldara la construcción de una fábrica china de baterías eléctricas, que iba a ser subsidiada por los contribuyentes. Puede que no sean recordados por la Historia como unos de los primeros estadounidenses en hacer frente a la creciente influencia del Partido Comunista Chino (PCC) en Estados Unidos, pero su gesto debería servir como un llamado de atención, valiente e histórico, para todos sus conciudadanos y sus líderes.

¿Cómo deberían responder, entonces, quienes gobiernan Estados Unidos a las válidas preocupaciones sobre los amenazantes esfuerzos del PCC en suelo americano?

La respuesta política del Gobierno israelí al bárbaro ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre muestra una réplica posible al peligro que representa la China comunista a la seguridad nacional -a considerar, sin embargo, antes de que ocurra una crisis o un ataque-.

El mismo día del ataque, los líderes de cuatro de los partidos opositores en Israel emitieron una declaración conjunta en la que decían: "En tiempos como estos, no hay oposición ni coalición en Israel". La declaración reforzó la unidad de casi todos los partidos políticos del país para derrotar la amenaza existencial que representan Hamás e Irán.

El 11 de octubre se formó un gabinete de guerra. Había un propósito aglutinador: proteger a Israel hoy y en el futuro.

Si bien China no ha lanzado un ataque militar directo, se ha convertido en opinión generalizada que representa la mayor amenaza geoestratégica para Estados Unidos y Occidente. La directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines, testificó ante el Comité de Inteligencia del Senado que el PCC "representa el peligro más importante para la seguridad nacional y el liderazgo estadounidense a nivel mundial". La Estrategia de Defensa Nacional de Estados Unidos también incluye al país asiático como la principal amenaza, y el Secretario de Defensa Lloyd Austin afirmó:

"La República Popular China es el único competidor que tiene la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, el poder para hacerlo".

Estados Unidos y sus socios en el llamado Cinco Ojos  -alianza en materia de seguridad nacional que reúne a Estados Unidos, Reino Unido, Australia, Canadá y Nueva Zelanda-, advirtieron de que la amenaza que representa el Partido Comunista Chino no debe ser ignorada. En una serie de reuniones sin precedentes y frente a medios de comunicación, altos funcionarios de los Cinco Ojos hicieron un fuerte llamado de atención sobre este peligro a sus gobiernos, empresas y al público en general. Fue la primera vez, en los más de 80 años de existencia de la asociación, en que sus líderes se reunieron para compartir públicamente una preocupación.

Resumiendo el mensaje unificado de los socios de los Cinco Ojos, el director del FBI, Christopher Wray, declaró:

"La República Popular China representa la amenaza definitoria de esta generación. No hay ningún país que presente una amenaza más amplia y completa para nuestras ideas, nuestra innovación, nuestra seguridad económica y, en última instancia, nuestra seguridad nacional".

El jefe del servicio de seguridad de Australia, Mike Burgess, añadió:

"Todos los países buscan ventajas estratégicas. Pero el comportamiento del que estamos hablando aquí va mucho más allá del espionaje tradicional. Esta escala de robo no tiene precedentes en la historia de la humanidad".

En la misma entrevista, los funcionarios señalaron: "Las empresas chinas son supervisadas ​​por el Partido Comunista y, para muchos, el espionaje es una actividad secundaria en nombre de la República Popular China." También sonaron la alarma sobre la construcción de sitios industriales en los países de los Cinco Ojos que en realidad podrían ser cortinas de humo para el espionaje chino, y Wray confirmó que el FBI tenía en la mira proyectos económicos de empresas chinas en suelo estadounidense que claramente planteaban preocupaciones de seguridad nacional. Añadió:

"Hemos visto una y otra vez cómo China intentaba intimidar, deteniéndose ante nada, a las personas en Estados Unidos que tenían la audacia de criticar al régimen comunista". 

El peligro que representa el Partido Comunista Chino es magnificado aún más por la enorme deuda nacional de Estados Unidos, que supera los 33 billones de dólares y sigue aumentando. Hay múltiples razones por las que una deuda nacional excesivamente alta puede ser peligrosa, incluido el interés de la deuda -que ahora supera el billón de dólares al año- antes de que paguemos cualquier otro gasto. Esto no sólo podría forzar recortes en programas clave. También, y esto es lo más preocupante, las restricciones fiscales dificultarían la respuesta de Estados Unidos ante un ataque chino.

En la Segunda Guerra Mundial, el primer ministro británico Winston Churchill formó un gabinete de guerra para unificar al Reino Unido y luchar contra las amenazas que enfrentaba el país.

En 2023, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, formó un gabinete de guerra para enfrentar y derrotar a Hamás.

A la luz de las recientes y crudas advertencias dadas por los líderes de seguridad de los Cinco Ojos, es hora de que Estados Unidos proponga una gabinete de guerra económica y de seguridad nacional para diseñar, coordinar e implementar planes que permitan abordar el desafío chino, así como el impacto de la deuda nacional en nuestra capacidad para enfrentarlo.

© Gatestone Institute