El alcalde demócrata de Chicago impulsa un impuesto a los comestibles para reducir el déficit de la ciudad

Brandon Johnson impulsa un impuesto del 1% a los comestibles para reducir el déficit de la ciudad de Chicago. Aunque el alcalde demócrata remarcó que estaría renovando un impuesto existente, los críticos argumentan que afectaría a las familias de clase trabajadora y que podría haber elegido eliminar directamente este tributo.

Actualmente, Illinois cobra un 1% de impuestos a los comestibles, el cual dejará de funcionar en 2026. Este impuesto es bastante menor a la tasa general de ventas del estado (6,25%) y se distribuye a los gobiernos locales, incluyendo Chicago.

Argumentando que sin él Chicago tendría un déficit todavía más grande, el alcalde propuso fijar un impuesto propio a partir del próximo año, también del 1%.

“Permitir que ese impuesto caduque en 2026 costaría al fondo corporativo un estimado de 80 millones de dólares solo el próximo año, exacerbando aún más nuestra brecha de más de 1.000 millones”, expresó Annette Guzmán, la directora de presupuesto local.

“Casi otros 200 municipios en Illinois - de Berwyn a Wheaton y más allá - ya han votado para extender este impuesto de comestibles. Si no hacemos lo mismo, dejaremos servicios críticos en la guillotina”, sumó.

En adición, Guzman mencionó a la Policía como una de las áreas a recortar en caso de que no se renueve este impuesto.

El alcalde Johnson insistió en que no está creando un nuevo impuesto, sino renovando al que ya funciona a nivel estatal: "La ciudad de Chicago no promulgará su propio impuesto a los comestibles. Este ya existe. Existe un proceso mediante el cual la recaudación del impuesto a los comestibles ahora está a cargo de los municipios".

“No estamos creando un impuesto a los comestibles. Simplemente estamos creando un proceso para poder recaudarlo", remarcó el demócrata.

La ciudad tiene hasta el próximo 1 de octubre para aprobar un nuevo impuesto que reemplace al anterior para mantener la continuidad de los ingresos. Sin embargo, aunque el Ayuntamiento logre aprobarlo antes de la fecha límite, la Oficina de Análisis Financiero del Ayuntamiento informó en mayo que las recaudaciones de cualquier nueva ordenanza no entrarían en vigor hasta mediados de 2026.