Donald Trump: cambios radicales a una velocidad nunca antes vista
El presidente avanza en su agenda con un ritmo y una fuerza que incluso es difícil de seguir para los medios de comunicación y que parece imposible de detener.

Presidente Donald Trump / Mandel Ngan
No son pocos los medios que ya están reconociendo abiertamente que les cuesta trabajo seguirle el ritmo al presidente Donald Trump, y es que el republicano puede, en un solo día, firmar decenas de órdenes ejecutivas o afirmar de manera inesperada que Estados Unidos tomará control de Gaza y golpear a Irán con sanciones, pero este Gobierno no solo se trata de rapidez, sino sobre todo de fuerza. Trump saca adelante sus ideas con tanta seguridad y desparpajo, que hace incluso lucir fácil asuntos que para otros políticos serían una pesadilla en la que ni siquiera quisieran estar involucrados, aunque en su conciencia sepan cuál es la decisión correcta.
Para cualquier presidente, reducir el tamaño del Gobierno por más que lo desee es un asunto que trae un gran costo político, mucho trabajo, y la seguridad de que se va a molestar al establishment. Llevamos apenas dos semanas de esta Administración y ya más de dos millones de empleados federales han recibido una oferta para que renuncien a cambio de recibir su pago hasta septiembre sin tener que trabajar. La Administración tiene el objetivo de que el 10 % del personal federal se vaya por su propia cuenta, lo que le ahorraría al Gobierno alrededor de 100 mil millones de dólares.
Los demócratas han hecho un escándalo sobre este asunto y varios sindicatos ya han demandado a la Administración, pero más allá de lo que pase en la Corte y cómo se desarrolle esta propuesta, en solo una semana más de 60 mil empleados federales decidieron voluntariamente dejar sus puestos. Mientras que los grandes medios y los líderes demócratas apenas están reaccionando, ya esta Administración ha logrado un gran avance en su intención de achicar el tamaño de varios departamentos.
Trump también firmó esta semana una orden ejecutiva prohibiendo que hombres participen en deportes femeninos. El tema de los transgénero es para muchos políticos una pesadilla, aunque crean que es lógico que un hombre no debería enfrentarse a una mujer en una competencia deportiva, el tema hiere la sensibilidad de grupos muy poderosos que han tomado poder en ciertos ambientes importantes como la academia y la prensa, por eso durante años muchos se han quedado callados o han tratado el tema con una suavidad que impide realmente frenar la locura que hay alrededor del asunto.
Dejando imágenes supremamente poderosas, Trump firmó esa orden ejecutiva rodeado de decenas de niñas y jóvenes deportistas. Lo ha presentado como un regreso al sentido común y se ha asegurado que las historias de estas jóvenes sean conocidas por los americanos. Lo que para muchos políticos es un tema difícil de tratar, Trump lo ha sacado adelante con una naturalidad que lo hace lucir incluso fácil. Veremos si logra avanzar esta política en el Congreso para lograr una protección a las niñas deportistas que trascienda su Administración y que quede blindada de un Gobierno demócrata.
El presidente también cerró las oficinas de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID por sus siglas en inglés, y lo hizo de manera sorpresiva. El lunes las oficinas fueron cerradas sin mayor aviso que un correo que le informaba al personal que desde el 3 de febrero la dirección había tomado la decisión de cerrar y que vendría nueva información al respecto. Horas después de que se conociera esta decisión, el equipo del presidente empezó a revelar algunos de los gastos más escandalosos de esta agencia.
La USAID y el dinero de los contribuyentes
Elon Musk aseguró que cuando se investigan los gastos de esta agencia es evidente que no se trata de una manzana con un gusano, sino de "una bola de gusanos".
El asunto tuvo gran repercusión en X, con miles de usuarios escandalizados por los gastos ridículos que esta agencia realiza con el dinero de los americanos. 1.5 millones de dólares para promover la "diversidad, equidad e inclusión" en los lugares de trabajo en Serbia; 70.000 dólares para la producción de un musical sobre “diversidad equidad e inclusión” en Irlanda; 47.000 dólares para una ópera transgénero en Colombia; dos millones de dólares para cambios de sexo y “activismo LGBT” en Guatemala y 32.000 dólares para un cómic transgénero en Perú, son algunos de los gastos que resonaron en las redes sociales.
La Administración ha dicho que espera dejar menos de 300 trabajadores, de los aproximadamente 10.000 empleados que tiene esta agencia a nivel global. Trump también dijo que algunas labores de la agencia eran buenas pero que lastimosamente ha sido manejada por "lunáticos radicales". En menos de dos semanas el presidente congeló casi toda la ayuda internacional para hacer una evaluación de cada uno de los gastos, y aunque esto ha despertado el enojo de los demócratas, los reclamos de los americanos por el despilfarro de sus impuestos han hecho que Trump salga incluso fortalecido de una situación que podría haber resultado en una gran crisis para cualquier otro Gobierno.
Trump está sacando adelante cambios radicales, y no solo está realmente transformando Washington sino que lo está haciendo con tal rapidez que ni siquiera le da tiempo de reaccionar a la élite demócrata y a los medios que lo critican constantemente. El presidente además saca adelante todas estas iniciativas con una naturalidad y seguridad que hacen que el trabajo parezca incluso fácil.
Parece que el republicano aprendió muchas lecciones de su primer término en la Casa Blanca. Ahora sabe que la única forma de tener cambios reales es atacando los problemas de raíz. También tiene claro que los demócratas y los grandes medios lo van a criticar sin importar lo que haga, por lo que ahora los maneja incluso con más habilidad, sin enojarse y sin prestarles tanta atención. Seguramente el presidente también tiene en cuenta que los primeros dos años son fundamentales, usualmente la popularidad baja en la segunda parte del periodo, y en este momento además tiene mayoría tanto en Cámara como en Senado, de modo que ha decidido empezar su Gobierno a un ritmo que seguramente ni sus más cercanos colaboradores se imaginaban.
Finalmente, además del carácter y la rapidez de Trump, hay que destacar la transparencia y la amplia comunicación que está teniendo con los americanos. En gran medida, todos estos cambios profundos que el presidente está avanzando, están siendo aceptados por millones de personas porque Trump está hablando directamente y mostrando cifras y hechos.