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La Tercera Guerra Mundial está al caer y las Fuerzas Armadas estadounidenses no están preparadas

Xi Jinping puede ver que Estados Unidos está empezando a agitarse... ¿por qué esperaría hasta que su enemigo esté listo?

Military personnel of the People's Liberation Army of China.

Ejército Popular de Liberación de ChinaCordon Press

"Hoy estamos más cerca de la Tercera Guerra Mundial de lo que hemos estado desde la Segunda Guerra Mundial", dijo el expresidente Donald Trump en la Cumbre de Creyentes en West Palm Beach el 26 de julio.

¿Hipérbole trumpista? No.

El expresidente no es el único que piensa así. "La alianza 'sin límites' de China y Rusia, formada en febrero de 2022 pocos días antes de la invasión rusa de Ucrania, no ha hecho más que profundizarse y ampliarse para incluir una asociación militar y económica con Irán y Corea del Norte, cada uno de los cuales presenta su propia amenaza significativa para los intereses de Estados Unidos", afirma la Comisión sobre la Estrategia de Defensa Nacional en su informe de 114 páginas publicado tres días después de que hablara Trump. "Esta nueva alineación de naciones opuestas a los intereses de Estados Unidos crea un riesgo real, si no la probabilidad, de que un conflicto en cualquier lugar pueda convertirse en un multiteatro o en una guerra global".

"Los problemas de las Fuerzas Armadas estadounidenses van mucho más allá de la escasez de buques, aviones y armas modernas".

No sólo vislumbra un conflicto global en el horizonte, el informe de la comisión también revela que Estados Unidos está lamentablemente mal preparado para lo que se avecina. Por caso, el Departamento de Defensa: "La Comisión considera que las prácticas empresariales del Departamento de Defensa, sus sistemas bizantinos de investigación, desarrollo y adquisiciones, su dependencia de equipos militares con décadas de antigüedad y su cultura de evitación de riesgos pertenecen a una era de dominio militar incontestable", afirma el informe. "Tales métodos no se adaptan al entorno estratégico actual".

La comisión acertó. "El informe es, una vez más, un duro recordatorio del fracaso del Gobierno de EEUU tanto para anticipar el ascenso militarista de la China comunista como para preparar a nuestra nación para disuadir, y mucho menos derrotar, tal amenaza; la comisión evalúa acertadamente que las fuerzas militares estadounidenses no están preparadas, sostuvo James Fanell, coautor de Embracing Communist China: America's Greatest Strategic Failure, declaró a Gatestone. "La situación es calamitosa".

Fanell, también excapitán de Marina y director de Inteligencia y Operaciones de Información en la Flota del Pacífico, recomienda al Congreso tomar "medidas inmediatas y masivas" para reconstruir las Fuerzas Armadas, especialmente la Marina.

Un cambio cultural

Sin embargo, los problemas del ejército estadounidense van mucho más allá de la escasez de buques, aviones y armas modernos. Blaine Holt, ex general de brigada de las Fuerzas Aéreas, dice a Gatestone que "la raíz del problema de las Fuerzas Aéreas es cultural". 

"Su tradicional enfoque en la misión ha sido suplantado por una instrucción de inspiración marxista, una erradicación de la meritocracia en favor de programas de promoción de la diversidad, la equidad e inclusión, con un énfasis extra puesto en fetiches de la Administración como el cambio climático", señala. "Los Ejércitos chino, ruso, norcoreano e iraní no están agobiados por semejantes tonterías".

Una revisión de la magnitud de la que recomiendan Fanell y Holt requiere el apoyo del pueblo estadounidense. "El público estadounidense desconoce en gran medida los peligros a los que se enfrenta Estados Unidos o los costes (financieros y de otro tipo) necesarios para prepararse adecuadamente", afirma la comisión. 

Entendido lo anterior. Los estadounidenses creen que viven en paz porque el presidente Joe Biden, por la razón que sea, no ha considerado oportuno mantener una conversación honesta sobre el peligroso estado del mundo. Pocas veces durante su presidencia ha hablado de la situación internacional de forma realista.

En octubre de 2022 y junio de 2023, Biden sugirió que las amenazas del presidente ruso, Vladimir Putin, de que utilizaría armas nucleares eran reales. En agosto del año pasado, en un acto privado para donantes del Partido Demócrata en Salt Lake City, Utah, llamó a China una "bomba de relojería" y luego dijo que "eso no es bueno porque cuando la gente mala tiene problemas, hace cosas malas". Desgraciadamente, no se ha dirigido al pueblo estadounidense de forma exhaustiva y significativa sobre la mayor amenaza a la que se enfrenta.

Los enemigos de América, listos para luchar

Los adversarios de Estados Unidos, en cambio, no se andan con vueltas. Putin tiene que hablar al pueblo ruso sobre la guerra porque está librando una en Ucrania, y el presidente de China, Xi Jinping, disfruta haciéndole referencias en cada oportunidad. "¡Atrévete a luchar!" es una de sus frases favoritas.

La Comisión sobre la Estrategia de Defensa Nacional es clara sobre lo que hay que hacer: "Una 'llamada a las armas' bipartidista es urgentemente necesaria para que Estados Unidos pueda hacer grandes cambios e inversiones significativas ahora, en lugar de esperar al próximo Pearl Harbor o 11 de Septiembre".

Un acontecimiento semejante se avecina, afirmó el almirante retirado James Stavridis en 2021, coautor de 2034: A Novel of the Next World War. Es poco probable, sin embargo, que los malos actores den a Estados Unidos una década más para prepararse.

El general Mike Minihan, jefe del Mando de Movilidad Aérea de las Fuerzas Aéreas, predecía en un memorando a su mando, filtrado en enero del año pasado, que Estados Unidos estaría en guerra con China en 2025. El exalmirante Mike Gilday, cuando era el máximo responsable de la Armada estadounidense en octubre de 2022, advirtió que China podría entrar en guerra en cualquier momento.

Xi ha centrado los esfuerzos de su régimen en conseguir que toda la sociedad china -el Ejército Popular de Liberación y los civiles- esté preparada para librar una guerra. El Financial Times informó en febrero que las empresas estatales chinas están formando unidades de milicia, y el dueño de una fábrica me dijo una vez que el Partido Comunista se ha hecho con fábricas de propiedad privada para producir artículos para el ejército.

Xi Jinping puede ver que Estados Unidos está empezando a agitarse... ¿por qué iba a esperar hasta que su enemigo esté listo?

Es incomprensible que Estados Unidos, después de la Guerra Fría, permitiera que regímenes militantes desarrollaran fuerzas de combate más poderosas que las suyas. Pero eso es exactamente lo que ha ocurrido.

© Gatestone Institute

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