Allanamientos por memes 'incivilizados' en Alemania
Las autoridades alemanas procesan miles de reportes de "discurso del odio" al año. Son posteos o republicaciones en redes sociales que pueden acabar en multas o penas de prisión. La polémica por estos procesamientos llegó hasta la Casa Blanca, donde JD Vance comentó: "Insultar a alguien no es delito... Esto es orwelliano".

Imagen de archivo de la Policía alemana en un allanamiento
En Alemania, un meme incivilizado puede llevar a un allanamiento. A la madrugada, con agentes armados. Aunque las inspecciones, confiscaciones y penas monetarias por contenidos publicados en redes sociales están lejos de ser un fenómeno nuevo en el país germano, una reciente pieza de 60 Minutes llevó la polémica hasta los Estados Unidos.
"Alemania intenta aportar civismo a la red global vigilándola de una forma que la mayoría de los estadounidenses jamás podrían imaginar", dice al comenzar el reportaje la periodista Sharyn Alfonsi. El programa compartió imágenes de seis agentes que irrumpieron a las 6 de la mañana en una casa en el noreste de Alemania. El crimen investigado: "publicar una viñeta racista en internet". En el reportaje no se comparte la imagen en cuestión, ni se explica su contenido.
German state police raid a home, seizing the suspect’s laptop and phone. The crime? Posting a racist cartoon online. https://t.co/4LHUP1ZWrB pic.twitter.com/tEC1N1Nm1L
— 60 Minutes (@60Minutes) February 17, 2025
Fiscales entrevistados por la cadena reconocen que los investigados se sorprenden cuando la Policía les golpea la puerta: "No creen que sea ilegal. Y dicen: 'Es mi libertad de expresión'. Y nosotros decimos: 'No, tú tienes libertad de expresión, pero tiene sus límites'".
Esos límites incluyen "cotilleos malintencionados, amenazas violentas y citas falsas". Abarcan, también, palabras o imágenes que puedan "considerarse insultantes". Y engloban no sólo los posteos, sino también reposteos: "Porque el lector no puede distinguir si te lo acabas de inventar o lo acabas de repostear".
Aunque las penas más comunes son multas, los reincidentes pueden acabar tras las rejas. En un caso compartido por 60 Minutes, una imagen con texto que decía que niños refugiados debían jugar en un cableado eléctrico le valió a un usuario 3.750 euros de pena (unos 3.900 dólares).
'Penegate'
A fines de 2021, un senador municipal del gobernante SPD, Andy Grote, rompió las normas de distanciamiento social que él mismo debía imponer como responsable del área en Hamburgo. En respuesta a una publicación del funcionario amonestando a quienes celebraban fiestas durante la pandemia, un usuario anónimo escribió: "Eres un pene".
Tres meses más tarde (de nuevo, a la madrugada, seis agentes) la Policía allanó su casa. El caso despertó revuelo: la palabra "pene" se convirtió en una de las más buscadas, activistas indignados imprimieron y pegaron por las calles pegatinas con la frase; el debate copó redes, portales y televisiones.
Con el tiempo, la polémica despertada por el Pimmelgate ('Penegate', en alemán) fue perdiendo fuelle hasta apagarse. Poco tiempo después del caso de Grote, un activista ecologista también fue allanado (seis de la mañana, cuatro agentes) por publicar en Facebook una imagen con un mural pintado con aquella frase.
En su reciente reportaje, CBS reconoce que algunas voces críticas postulan los allanamientos como un "retroceso" en la libertad de expresión. No da voz, sin embargo, ningún a representante de aquel campamento. Aquella cobertura llega horas después de que la misma cadena protagonizara un polémico episodio también vinculado con el librediscurso y la violencia: la discusión del secretario de Estado, Marco Rubio, con una reportera que había afirmado que en Alemania "la libertad de expresión había sido utilizada como arma para llevar a cabo un genocidio (el Holocausto)".
Un aumento de reportes
Los reportes de "mensajes de odio" aumentan año a año. En 2023, los casos se duplicaron de 3.396 a 8.011 casos. Gráficos oficiales muestran que a lo largo del año pasado se mantuvo la tendencia creciente:

Reportes de "mensajes del odio" a las autoridades alemanas en 2024
Aquellos datos son recogidos por la Oficina Central de Denuncias por Contenido Delictivo en Internet de la policía federal (ZMI BKA, por sus siglas en alemán). Creada en febrero de 2002, está encargada de recopilar casos, intentar identificar sospechosos y contactar luego con las autoridades de los estados federales.
La ZMI BKA sostiene que los incidentes más comunes incluyen la incitación al odio, el aplauso a actividades criminales y la simbología inconstitucional o terrorista. El año pasado, por ejemplo, se produjeron al mismo tiempo 70 redadas simultáneas motivadas por delitos como el uso de íconos nazis o la frase "del río al mar" (consigna propalestina que hace alusión a la eliminación de Israel).
Otra ofensa habitual, de la que también hubo casos en aquella operación múltiple, es publicar contenidos contra figuras activas políticamente. Hubo varios casos de políticos protestando mensajes hirientes. Renate Künast, exministra, se quejó de un meme en Facebook que implicaba que había dicho que todo alemán debía aprender turco.
El mensaje le atribuía la frase: "¡La integración comienza cuando tú, como alemán, aprendas turco!". Lejos de entenderlo como una mofa o burla, Künast aseguró a CBS que la cita apócrifa dañaba su reputación porque le hacía parecer "un poco loca".
La política del Partido Verde demandó a Facebook para que retirase el contenido, a pesar de que desde la tecnológica le explicaron que era imposible. Künast celebró el efecto de su demanda: "Sí, hay menos comentarios de odio. Y había un tuit que decía: 'No le digas eso, te llevará a los tribunales'".
JD Vance: "Esto es orwelliano"
Como demostró el Pimmelgate, la protección concreta a los cargos públicos es uno de los puntos más controversiales de la norma. Otro es el argumento de que la mayoría necesita ser protegida de una minoría que abusa de la libertad. Idea que defendió una fiscal alemana en el segmento de CBS: "Sin límites, un grupo muy reducido de personas puede contar con una libertad infinita para decir lo que quiera, mientras todos los demás están asustados e intimidados".
El mundo del revés, apuntan los críticos: quienes necesitan protección especial son los políticos y las mayorías.
En aquel grupo se encuentra Elon Musk, dueño de X y cabeza del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE): "¡Gracias a Dios Estados Unidos tiene libertad de expresión!", escribió en respuesta a un clip de 60 Minutes. Musk combinó aquel reproche al programa con arremetidas contra su cobertura sobre los despidos motivados por el DOGE.
Conciso, el republicano Comité Judicial de la Cámara respondió "no" a un recorte del programa que contenía la cita "la libertad de expresión necesita límites".
"Insultar a alguien no es delito, y criminalizar la expresión va a tensar mucho las relaciones entre Europa y Estados Unidos", comentó el vicepresidente JD Vance, días después de proferir un discurso crítico del continente (incluyendo su política respecto al libre discurso) en una conferencia en Munich. "Esto es orwelliano, y todos en Europa y Estados Unidos deben rechazar esta locura".
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