Los trabajadores de la Universidad de Harvard donan masivamente al Partido Demócrata. Es una de las conclusiones a las que se llegan cuando se leen los datos públicos sobre donaciones, en plena polémica por el caso de plagio y posición sobre Israel de la presidente Claudine Gay.
The Center Square, un medio centrado en el análisis de las administraciones, puso el foco en el gran sesgo político que existe en el interior de Harvard. El informe llega después de que la plantilla de la universidad votase a favor de mantener a Claudine Gay en su puesto, pese a las acusaciones que pesa contra la presidente universitaria.
De acuerdo con el análisis de Center Square, a lo largo de esta última campaña electoral, los empleados de Harvard, profesores y administradores, realizaron 100 donaciones superiores a los $1.000 dirigidas a campañas políticas. Tan solo tres de estas donaciones no fueron para campañas demócratas, lo que sugiere un 97% de afinidad con los candidatos del partido entre los sectores más implicados en la política.
Según el análisis, dos de las tres donaciones dirigidas a candidatos demócratas fueron a parar a las arcas de candidatos con una fuerte retórica anti-Trump.
Demócratas y progresismo en las universidades
La politización del ámbito no es algo nuevo. Especialmente favorece al espectro progresista y demócrata. Sin embargo, con el actual clima de tensión a consecuencia de los ataques de Hamás contra Israel del 7 de octubre, la cuestión palestina vuelve a agitar los campus.
Entonces a esta cuestión, según una información del Jewish Insider, el expresidente Barack Obama intervino a favor de la presidente universitaria Claudine Gay para que esta se mantuviera en su cargo después de las declaraciones que hizo acerca del conflicto en Israel.
De acuerdo con este medio, Obama “había presionado en privado a favor de Gay luego de su aparición en el Congreso sobre el antisemitismo y las amenazas contra estudiantes judíos en el campus de la Ivy League”.
