Joe Biden destinará 2.500 millones de dólares a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), para aumentar la resiliencia climática. Los fondos llegarán por dos vías diferentes y ya fueron celebrados por la titular del organismo, Deanne Criswell. Desde junio, el gobierno federal ha destinado 5.100 millones para esta causa.
El FEMA recibirá el mencionado monto a través del programa de subvenciones competitivas para la Construcción de Infraestructuras y Comunidades Resilientes (BRIC) y el resto mediante el programa de Asistencia para la Mitigación de Inundaciones. En concreto, sacará 1.800 millones del primero y 642 del segundo, teniendo en cuenta que el Departamento de Seguridad Nacional anunció a principios de mayo 160 millones en fondos para los dos programas.
“Desde Hawaii hasta Maine, las comunidades de todo el país están experimentando fenómenos climáticos severos cada vez más frecuentes e intensos, lo que tiene como resultado impactos devastadores en sus hogares, negocios y familias. Aunque FEMA siempre ayudará a las comunidades a responder y recuperarse ante estos desastres, también es primordial desarrollar resiliencia antes de que ocurran los desastres”, celebró Criswell en un comunicado.
"Gracias a la agenda Invertir en Estados Unidos del presidente Biden , podemos promover nuestra misión de ayudar a nuestros socios estatales, locales, territoriales y tribales a construir una nación más resiliente", sumó.
En junio de este año, el Departamento de Comercio había anunciado 2.600 millones de dólares para la misma causa, en particular a través de la Ley de Reducción de la Inflación. Esta inversión destinó 349 millones para la resiliencia climática en las pesquerías estadounidenses y otros 400 millones de dólares para la restauración de hábitats tribales y criaderos de peces.
Además, Biden destinó en abril el envío de mil millones de dólares al Fondo Verde para el Clima (GCF), una de las organizaciones climáticas más grandes del mundo.
Según el propio sitio web del GCF, la organización se encarga de "fomentar un cambio de paradigma hacia vías de desarrollo de bajas en emisiones y resilientes al clima en los países en desarrollo". Además, resaltan que cuentan con un presupuesto de 12.000 millones para trabajar en más de 140 países, aunque incluyendo la cofinanciación, las arcas se elevarían a 45.000 millones.
