Varias figuras políticas y empresariales ahora exigen que la presidente del MIT siga el ejemplo de Claudine Gay

Sally Kornbluth es, por el momento, la única académica que testificó el 5 de diciembre ante el Congreso y todavía se mantiene en su cargo.

Diversas figuras políticas y empresariales de los Estados Unidos están pidiendo la renuncia de la presidente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Sally Kornbluth, luego de que la presidente de Harvard, Claudine Gay, renunciara el martes a su cargo tras su polémico testimonio en el Congreso y las acusaciones de plagio en su contra.

Por ejemplo, el multimillonario Bill Ackman, un graduado de Harvard que hizo activismo públicamente para que Gay renuncie, publicó este martes en su cuenta en X (Twitter): "¿Et tu Sally?".

La publicación, escrita luego de que se revelara la renuncia de Gay, es una expresión proveniente del latín que significa “También tú”.

Además de Ackman, Dave Portnoy, fundador de Barstool Sports, también hizo un llamado implícito a la renuncia de Kornbluth.

"Nos vemos, Claudine Gay. 2 abajo. MIT en el reloj", escribió.

Asimismo, la representante Elise Stefanik (R-NY), una exalumna de Harvard que llevó adelante duros interrogatorios en el Congreso contras las presidentes de Harvard, la Universidad de Pensilvania y el MIT, también escribió en X tras la dimisión de Gay: "DOS BAJAS", una referencia a que falta la tercera.

Stefanik fue la encargada de dirigir una línea dura de interrogatorio en la audiencia de la Cámara de Representantes que puso de manifiesto las controvertidas posiciones de las presidentes Gay, Kornbluth y Liz Magill sobre el antisemitismo rampante en las universidades.

Magill, de la Universidad de Pensilvania, fue la primera de las presidentes en renunciar voluntariamente a su cargo luego de que estallara la polémica contra las profesoras. Gay, quien intentó mantenerse en su puesto, finalmente cedió a las presiones luego de que la acusarán de cometer plagio en varios de sus trabajos académicos.

Mientras tanto, Kornbluth y el MIT no han cambiado su postura y, por el momento, no hay indicios de que la presidente será removida o renunciará a su cargo, una situación que podría cambiar considerando el reciente caso de Claudine Gay.