¿Por qué los palestinos apoyan masivamente a Hamás?

Un nuevo sondeo reveló que la mayoría de los palestinos quieren que el grupo terrorista siga gobernando en Gaza cuando termine la guerra. Los resultados no sorprenden.

Según una nueva encuesta realizada por el Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas, la mayoría de los palestinos quiere que Hamás conserve el control de la Franja de Gaza después de que termine su guerra contra Israel.

De acuerdo con la organización, “el apoyo de los habitantes de Gaza al control continuo de Hamás sobre la Franja de Gaza ha aumentado a más del 50%”, lo cual, agregó la organización dedicada a realizar sondeos en Gaza y la Ribera Occidental, “representa un aumento de 14 puntos en los últimos meses”.

Según la organización palestina, esto se debe “a la magnitud del sufrimiento en la Franja de Gaza”, argumento que más de una persona ha utilizado para pedir a Israel que detenga la guerra, incluso de amigos del Estado judío como Elon Musk, quien hace algunos meses declaró que por cada palestino que muere, teme que surjan muchos terroristas.

Sin embargo, según el testimonio de Dor Shahar, un exhabitante de Gaza que reside en Israel y se convirtió al judaísmo, la cuestión en realidad está relacionada con el adoctrinamiento al que son sometidos desde pequeños, por lo que el odio a los judíos ya corre por sus venas desde que tienen uso de razón, sin importar lo que hagan o dejen de hacer los israelíes. 

Shahar recordó durante la entrevista que una vez ingresó un hombre bien vestido al aula del colegio al que asistía en Gaza, y “nos dijo que nos iba a impartir una clase especial (...) y empezó a decir que los judíos son asesinos (...) que habían robado las tierras de nuestros abuelos, que todo Israel es Palestina, que hay que derramar nuestra sangre para recuperar nuestras tierras, que los judíos eran musulmanes y se convirtieron en infieles, que tienen tres piernas, y que el mandamiento más importante es matar a un judío".

El adoctrinamiento no se experimentaba sólo en la escuela, sino también en su propio hogar. Shahar comentó que él solía jugar al fútbol con soldados israelíes, y en una oportunidad uno de ellos le regaló un dulce. Al regresar a su casa con el envoltorio en la mano le preguntó a su padre si podía comprarle uno, pero la respuesta no fue la que esperaba. "Se enfureció y me amenazó. Me dijo que no tomara dulces de los judíos porque podían envenenarlos", comentó.

Naturalmente, si se combina el adoctrinamiento en el odio a los judíos con una guerra en la que Israel tiene que responder duramente contra Hamás luego del 7 de octubre, los resultados de la encuesta no sorprenden. Por lo tanto, es una tarea por demás compleja hacerles entender a los gazatíes que son los mismos que los gobiernan los que los han puesto en esa situación. De hecho, durante una conversación mantenida recientemente Mohammed Massad, un exterrorista palestino que actualmente reside en Israel, comentó que los terroristas de Hamás lanzan cohetes desde edificios en Gaza y no permiten que la gente que vive allí pueda alejarse de la zona. En otras palabras, reconfirma que Hamás usa a los civiles como escudos humanos.

La población en Gaza y la Ribera Occidental está tan enceguecida por el odio, que incluso apoyan a una organización terrorista que los oprime y asesina. “El 99% de los gazatíes apoyan el terrorismo”, manifestó Dor Shahar en aquella entrevista. Y subrayó que los palestinos que quieren vivir en paz y libertad abandonaron Gaza.

"A la edad de tres años solía ir con mi madre al mercado a comprar dulces, y un día vi una cabeza que rodaba como un balón, que era de un sospechoso de colaborar con Israel", relató Shahar. Y eso no fue todo, también señaló que tuvo que presenciar cómo "cortaban a personas en pedazos" o cómo "las ataban a postes de luz y las electrocutaban" o cómo "les ataban las piernas a un vehículo y las arrastraban hasta que morían". Sí, todas eran consideradas colaboracionistas del enemigo sionista.

La encuesta, en la que participaron 1.580 adultos a principios de marzo, determinó que "casi todos los palestinos piensan que Israel está cometiendo crímenes de guerra”, mientras que la gran mayoría considera que Hamás no lo está haciendo, una cifra que se ha mantenido estable durante todo el conflicto. Se trata de otro resultado que no sorprende, debido a que en Gaza y en la Ribera Occidental no existe la libertad de expresión, y todo lo que se transmite es controlado por Hamás y la Autoridad Palestina, respectivamente.

Además, la organización sostuvo que el apoyo palestino a la actuación de Hamás durante el curso de la guerra "permanece estable en un 70%, y quienes viven en la Ribera Occidental ofrecen un porcentaje de satisfacción ligeramente superior”. 

"El apoyo a Hamás, aunque se mantiene estable en promedio, en realidad ha caído un 10% en la Ribera Occidental: pasó del 85% en diciembre al 75%” en marzo, señaló la encuesta. "En la Franja de Gaza ocurrió lo contrario: la aprobación de Hamás aumentó 10 puntos”, añadió.

Si bien el apoyo al ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre contra Israel cayó 11 puntos en la Ribera Occidental, en comparación con hace tres meses, las cifras aumentaron 14 puntos entre quienes viven en Gaza, manifestó la organización. Los números pueden variar a medida que nos alejamos en el tiempo del día de la masacre, pero lo cierto es que el porcentaje de apoyo a las salvajadas de Hamás sigue siendo demasiado alto.

A medida que la guerra se acerca a su sexto mes, un número cada vez mayor de palestinos en Gaza quieren que Hamás gane, lo que implica un aumento de alrededor de un tercio desde que se realizó la última encuesta en diciembre. De hecho, un 38% de los habitantes de Gaza dicen que esperan que la guerra continúe a pesar de los esfuerzos estadounidenses e internacionales para firmar un alto el fuego entre Hamás e Israel

Respecto de los pedidos de Estados Unidos y otros países del mundo para alcanzar un alto el fuego, es necesario citar nuevamente a Mohammed Massad, quien durante la conversación citada sostuvo que “Occidente no entiende lo que sucede” en Medio Oriente, y es necesario que “apoye a Israel” para remover a Hamás, y en el futuro también a la Autoridad Palestina, liderada por el ‘moderado’ Mahmud Abás, que justificó el Holocausto argumentando que los “judíos hacían negocios con dinero”. Massad sugirió, además, que sin un nuevo liderazgo palestino, nunca habrá paz.

"Cuando se les preguntó sobre sus preferencias por el partido que debería tener el control en la Franja de Gaza después de la guerra, el 59% (un 64% en la Ribera Occidental y un 52% en Gaza) se inclinaron por Hamás”, señaló la organización. 

El apoyo al "regreso de Hamás" en Gaza "alcanza el 63%, lo cual representa un aumento de siete puntos en la Franja, en comparación con un incremento de solo dos puntos en la Ribera Occidental", añadió.

Estos últimos datos seguramente se deben a la corrupción dentro de la AP y al odio que reina entre la población palestina, ya que si bien los líderes de la organización terrorista palestina poseen miles de millones de dólares y viven entre lujos en el exterior, bien lejos de Gaza, son vistos como más combativos contra ‘el enemigo sionista’.

En diciembre pasado, solo el 38% de los residentes de Gaza expresaron su apoyo a que Hamás continuara controlando Gaza, mientras que el 75% de los habitantes de la Ribera Occidental respaldaron esa idea. 

Si bien el apoyo a Hamás cayó 11 puntos en la Ribera Occidental, en comparación con hace tres meses, ambos grupos de palestinos siguen apoyando abrumadoramente la masacre del 7 de octubre.

"El cambio en las preferencias de los habitantes de Gaza, con un aumento de 14 puntos entre los que eligen hoy a Hamás, es uno de los hallazgos más intrigantes de la encuesta actual", concluyó la organización.

El Centro Palestino de Investigación de Políticas y Encuestas se mostró ‘intrigado’ por algunos de los resultados del sondeo. Sin embargo, si se tiene en cuenta el adoctrinamiento al que son sometidos los palestinos desde pequeños, que los lleva a valorar la muerte por sobre la vida, incluso la de ellos mismos; a preferir la destrucción por sobre la construcción; a deshumanizar a los judíos; y a preferir la guerra por sobre la paz, los resultados no deberían sorprenderles. Hamás no sería Hamás sin el respaldo de una población racista, violenta y con deseos genocidas.