Mineápolis comprará la gasolinera junto al lugar donde murió George Floyd para levantar un monumento

El Ayuntamiento gastará al menos 200.000 dólares en convertir el lugar en un centro de 'justicia racial' y un monumento en recuerdo del delincuente.

La ciudad de Mineápolis decidió comprar la gasolinera Speedway situada en la intersección donde murió George Floyd y convertirla en un 'centro de curación de justicia racial' y un monumento permanente para el recuerdo del delicuente muerto por un paro cardíaco tras un enfrentamiento con la policía en mayo de 2020.

Según informó The Star Tribune, el Ayuntamiento aprobó el jueves por unanimidad el proceso de compra  de la antigua gasolinera situada en 3744 Chicago Av., en cuyo terreno se levantó un mural en recuerdo de George Floyd, muerto tras su detención por varios agentes de policía de Mineápolis, algunos ya condenados por la justicia por su actuación durante la detención.

Tras la muerte de George Floyd, un delincuente convicto, el país vivió un episodio de violencia radical que se saldó con saqueos, incendios y más de dos decenas de muertos. Los incidentes se extendieron básicamente hasta que Donald Trump dejó de ser presidente. También la comunidad internacional se sumó a las protestas con actos simbólicos como el de arrodillarse ante las personas negras por el hecho de que Floyd era afroamericano.

Ahora, las autoridades de Mineápolis quieren ir más allá y gastar miles de dólares en comprar estos terrenos para levantar el homenaje a Floyd. Según señaló The Star Tribune, el Ayuntamiento aprobó gastar 200.000 dólares en fondos de los contribuyentes y aceptar el equivalente de una donación de 420.000 dólares del propietario para adquirir la parcela, que probablemente se encuentre sobre suelo contaminado por sus años de uso como gasolinera.

Mientras Mineápolis gasta miles de euros en estos homenajes, la ciudad continúa sumida en una espiral de violencia impulsada por los movimientos radicales amparados en el Black Lives Matter (BLM). De hecho, la ciudad de Minéapolis, un lugar antes apacible, ha girado en torno al odio a la policía hasta el punto de ser incapaz de encontrar nuevos agentes que mantengan la paz en sus calles.