Trump celebró los alegatos presentados en la Corte Suprema afirmando que “quedó claro” que debe existir “inmunidad presidencial”

El expresidente dio las declaraciones tras salir de los tribunales en Manhattan, donde se realiza el juicio por “dinero secreto” en su contra.

En el séptimo día de su juicio penal derivado de la investigación del fiscal del distrito de Manhattan Alvin Bragg, el expresidente Donald Trump celebró que en Washington D.C. la Corte Suprema escuchó los alegatos presentados en torno a la inmunidad presidencial y si esta aplica para la acusación presentada por el fiscal especial Jack Smith, relacionada con la interferencia en las elecciones de 2020 y los hechos ocurridos durante el 6 de Enero.

Trump, según declaró ante los medios, consideró que los alegatos fueron “monumentales” para su causa, afirmando que “quedó claro” que la inmunidad presidencial debe mantenerse.

“Me vi obligado a estar aquí, y me alegro de haberlo hecho, porque fue un día muy interesante en cierto modo”, dijo Trump a los periodistas al salir de la corte, donde permaneció por horas.

“El Tribunal Supremo de Estados Unidos tuvo una audiencia monumental sobre la inmunidad relacionada con la inmunidad presidencial”, siguió expresidente. “Y creo que quedó claro, espero que quede muy claro que un presidente debe tener inmunidad”.

Durante su alocución, el expresidente argumentó nuevamente que, sin inmunidad presidencial, un presidente quedaría reducido a un cargo “ceremonial”.

“Eso no es lo que los fundadores tenían en mente”, sentenció. “Queremos presidentes que puedan llegar a ser bastante sorprendentes”.

Después el expresidente comentó que había que esperar el fallo definitivo de los jueces de la corte, a quienes destacó por mantenerse en su papel.

“Así que vamos a ver cómo resulta”, dijo. “Pero, de nuevo, digo que la inmunidad presidencial es muy poderosa. La inmunidad presidencial es imperativa, o prácticamente ya no tendrás país”.

Una Corte Suprema dividida, pero inclinándose levemente hacia Trump

Las palabras de Trump llegaron después de que su abogado, John Sauer, presentara los alegatos para demostrar que el presidente mantiene inmunidad presidencial sobre los casos de interferencia electoral como el presentado por el fiscal Smith.

Los jueces, aunque no compraron completamente el argumento de Sauer, se mostraron abiertos al razonamiento del abogado del líder republicano, quien afirmó ante los magistrados que los expresidentes no pueden ser procesados con cargos criminales por sus acciones como jefes de Estado, a menos que sean condenados por el Senado.

Del otro bando, los abogados del Departamento de Justicia argumentaron que Trump no estaba siendo acusado, en este caso, de ninguna conducta que pudiera considerarse una acción presidencial.

“Lo que buscamos imponer responsabilidad penal es una conspiración para utilizar el fraude para subvertir las elecciones, uno de los medios de lo cual fue intentar que el Departamento de Justicia sea cómplice de esto. El caso no habría sido diferente si el peticionario hubiera tenido éxito”, afirmó Michael Dreeben, abogado del equipo de Smith.

En el sitio especializado SCOTUSblog, se detalló que, al menos en el papel, los jueces podrían ponerse de lado de Trump sobre “cierta inmunidad presidencial”.

En el análisis se detalla que los jueces del máximo tribunal se mostraron “escépticos” ante el fallo del tribunal federal de apelaciones que rechazó el argumento de Trump sobre que tiene inmunidad frente a cargos penales basados en sus actos oficiales como presidente.

Según el sitio, “algunos de los jueces conservadores del tribunal expresaron su preocupación por la posibilidad de que, si los expresidentes no tienen inmunidad, las leyes penales federales podrían usarse para atacar a sus oponentes políticos”.

No obstante, los jueces progresistas de la Corte Suprema, Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson, dejaron claramente abierta la posibilidad de que el juicio de Trump enD.C. aún pueda realizarse porque la acusación se basa mayormente en su conducta privada y no en su conducta oficial.

Ante esta notoria división, los votos más determinantes serán los de los jueces John Roberts y Amy Coney Barrett, quienes en esta ocasión se posicionaron en el medio de las opiniones de los jueces más progresistas y conservadores del máximo tribunal.

“Sin embargo, el momento de la eventual opinión del tribunal y el juicio resultante siguen sin estar claros, lo que deja abierta la posibilidad de que la decisión del tribunal pueda retrasar el juicio de Trump más allá de las elecciones de noviembre”, sentenció el análisis en el blog especializado.