Paul Nthenge Mackenzie, líder de una secta evangélica en Kenia que incitó a sus adeptos a ayunar hasta morir de hambre para "encontrar a Jesús" fue acusado del "asesinato" de 191 niños el pasado martes por el Tribunal Superior de Malindi. Estas imputaciones se añaden a las que ya pesaban sobre él por "tortura", "crueldad" y "homicidios involuntarios". Mackenzie se encuentra prisión desde abril de 2023, cuando se descubrieron los restos de más de 400 personas enterradas en el bosque de Shakahola.
The chief suspect in the Shakahola massacre, Paul Nthenge Mackenzie, and 29 others were today charged before Malindi High Court with the murder of 191 children.#HakiNaUsawa pic.twitter.com/vplT9lYtnY
— Office of The Director Of Public Prosecutions (@ODPP_KE) February 6, 2024
Muertos por hambre o estrangulados, golpeados o asfixiados
Según las autopsias, la mayoría de las víctimas murió de hambre mientras que otros, incluyendo niños, habrían sido "estrangulados, golpeados o asfixiados". Precisamente la imputación por asesinato proviene de estos casos, mientras que a los fallecidos por hambre se les consideró "homicidio involuntario", según informa AFP.
El pastor y los otros 29 acusados se declararon "no culpables" del cargo de asesinato, y reiteraron su inocencia frente a las acusaciones de "terrorismo", "tortura" y "crueldad" que ya pesaban sobre ellos, entre otros cargos. Las autoridades dividieron la acusación contra el pastor en cuatro aspectos (terrorismo, delitos contra menores, asesinato, homicidio involuntario) que se repartieron entre cuatro tribunales, tres en Mombasa y uno en Malindi, en el sureste del país. En estos momentos la Justicia keniana no ha confirmado si se celebrará un único juicio o cuatro diferentes.