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La Administración Biden-Harris gasta $3.000 millones de los contribuyentes para cumplir su agenda verde y dar subvenciones a fabricantes de baterías

Con la medida se pretende reducir la dependencia del país de las importaciones chinas de minerales críticos y baterías de iones de litio. Sin embargo, los expertos aseguran que a pesar de los intentos de aumentar la producción interna, EEUU aún está muy lejos de ser autosuficiente en estos recursos.

Joe Biden y Kamala Harris, en la Casa BlancaAFP

Dentro de su proyecto de 'agenda verde', la Casa Blanca anunció una inversión de más de 3.000 millones de dólares en subvenciones para planes de fabricación, procesamiento y reciclaje de baterías en toda la nación.

Según la Administración Biden-Harris, con la medida se pretende reducir la dependencia del país de las importaciones chinas de minerales críticos y baterías de iones de litio (componente clave en la producción de vehículos eléctricos).  Sin embargo, los críticos destacan que la dependencia de minerales críticos (como el litio y el grafito) sigue siendo un problema grave. A pesar de los intentos de aumentar la producción interna, la nación aún está muy lejos de ser autosuficiente en estos recursos.

Jennifer Granholm, secretaria de Energía, defendió las inversiones durante una conferencia de prensa, afirmando que el objetivo es reducir la dependencia de competidores como China, que domina actualmente el mercado mundial de litio y baterías. Según Granholm, la administración Biden busca que EEUU sea capaz de suministrar una cuarta parte del litio mundial para el 2030. 

La dependencia de China

China actualmente es líder mundial en la producción de baterías de iones de litio, y gran parte del suministro estadounidense de estos productos provienen directamente del país asiático. En 2023, el 70% de las importaciones de baterías de iones de litio provenían de China, y ese porcentaje ha aumentado a más del 80% durante la primera mitad de 2024.

Lael Brainard, director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, afirmó que la administración está utilizando "todas las herramientas a disposición" para combatir la dependencia de China, desde subvenciones y préstamos hasta créditos fiscales. Sin embargo, las acciones también incluyen la imposición de aranceles más altos que podrían tener consecuencias adversas para los consumidores y las empresas.

La meta del Gobierno federal parece poco creíble. El informe de enero de 2024 del Consejo Atlántico -un reconocido grupo de expertos con sede en Washington- alerta que una reducción en el suministro de baterías de iones de litio desde China afectaría gravemente la capacidad de producción de sistemas de defensa estratégicos.

Un proyecto ya fracasado

La Casa Blanca anunció que esta segunda ronda de financiamiento federal incluirá 25 proyectos en 14 estados. Pero los antecedentes de la primera ronda de financiación, que destinó $1.800 millones en 2022, indican que algunos proyectos fracasaron en las negociaciones, y se espera que las conversaciones para la segunda ronda concluyan en enero de 2025.

Los contribuyentes seguirán cargando con el peso de estas políticas, pagando sus impuestos para que sean utilizados en nombre de la "energía verde".

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