Efecto Trump: tras dos décadas negativas, ya hay más optimismo que pesimismo con el rumbo del país
Según una encuesta, el 47% de los estadounidenses tiene una visión positiva con el rumbo del país, por un 46% que señala lo opuesto.

Pancarta de apoyo a Trump
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca ha logrado revertir la visión que tenían los estadounidenses de su país. Porque con la vuelta del presidente, ya son más los ciudadanos que opinan que Estados Unidos va por buen camino que los que tienen la opinión contraria. Una situación que no se dio en las últimas dos décadas.
Según una encuesta de Rasmussen Reports, el 47% de los consultados ven que el país está tomando el rumbo correcto, por el 46% que señalan que está en la dirección equivocada.
Este sondeo muestra que las medidas iniciales impulsadas por Trump, quien volvió a sentarse en el Salón Oval hace apenas un mes, están surtiendo efecto entre la sociedad.
Conscientes de los problemas en los que estaba inmerso el país, los estadounidenses están viendo como las promesas del presidente durante la campaña no eran solo palabras y está cumpliendo con lo anunciado. Un ejemplo de ello es la cuestión migratoria, una de las graves crisis que la Administración Trump heredó de su predecesora, del Gobierno de Joe Biden y Kamala Harris.
Antes de las elecciones de noviembre, Trump reiteró la necesidad de obrar para minimizar e, incluso, extinguir las consecuencias derivadas de la crisis migratoria. Un ejemplo de ello es la criminalidad o el tráfico de drogas y de personas, entre otras. Para ello, la primera iniciativa del presidente fue actuar contra la inmigración ilegal y comenzar a deportar a todo aquel indocumentado que estuviese en el país.
Otra de las medidas estrella que parece haber levantado el positivismo en la sociedad tiene que ver con el gasto federal superfluo. Para ello, Trump creó el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) -con Elon Musk al mando-, que está ejerciendo como auditor de las cuentas públicas y que está eliminando todo despilfarro que afecta a las arcas del país y a los bolsillos de los ciudadanos.
Anteponer los intereses de los estadounidenses a los globales es otra de las prioridades de Trump. El presidente -pese a que está firmemente involucrado y preocupado por cuestiones internacionales, como los conflictos en Ucrania y en Oriente Medio, mostrando su respaldo a aliados como Israel- está mirando más por el bien de sus conciudadanos. Ejemplo de ello es el establecimiento de aranceles a productos importados, que tiene como principal objetivo proteger la producción nacional.
Medidas iniciales como estas son algunos casos que reflejan cómo se ha revertido la opinión respecto al rumbo del país y cómo los estadounidenses tienen confianza en la gestión que vaya a hacer Trump en su segundo mandato.
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