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¿Por qué la elección en Arizona ha sido tan lenta e irregular?

Los demócratas realizan una "cosecha de votos", lo que aumenta el voto por correo. Éstos no se empiezan a contabilizar hasta el cierre de la votación.

Kari Lake

(Rumble)

En las elecciones presidenciales de 2000, todo el mundo se quedó pendiente del recuento en Florida. Los problemas para interpretar algunos de los votos llamaron la atención del país. El proceso se ha ido perfeccionando, y de hecho en las últimas elecciones se contaron los 7,77 millones de votos en la misma noche electoral.

No ha ocurrido lo mismo en Arizona. Allí hay que contar 2,40 millones de votos, pero a la entrega de esta información todavía queda por conocer el sentido del 2% de los votos emitidos. En la noche del lunes, 14, con el 98% de los votos escrutados, se considera que Katie Hobbs ha ganado las elecciones, con el 50,39% de los votos, por el 49,61% de Kari Lake.

¿Por qué el recuento es tan lento?

¿Cómo es posible que Arizona lleve una semana contando cuando en Florida, con más del doble de votos, el recuento se resolvió en unas horas?

Uno de los motivos que se han alegado es que uno de los condados de Arizona, Maricopa, es uno de los más grandes de los Estados Unidos, ya que comprende una población de 1,3 millones de personas. Pero parece un argumento insuficiente, ya que en tal caso se trataría de poner los recursos necesarios para gestionar el volumen de votos correspondiente.

Recuento de votos por correo

Lo que parece más relevante es el proceso de verificación de los votos. Según Helen Purcell, en declaraciones a Fox 10 Arizona,

Cuando se le dice a la gente que deje su papeleta anticipada el día de las elecciones, éstas no pueden contarse esa noche. No se pueden pasar por una máquina. Tienen que ser verificadas con firmas, escaneadas primero, y luego procesadas por una junta bipartidista antes de que puedan ser contadas.

Es decir, que el recuento que se está haciendo es el de los votos por correo que se han entregado el lunes anterior a las elecciones, así como el fin de semana. Además, y según Stephen Richer, el mismo día de las elecciones llegaron 100.000 votos por correo más que en 2020.

Stephen Richer es el registrador del condado de Maricopa, y participa en la gestión del proceso electoral.

Cosecha de votos

Uno de los motivos de que este año esté tardando tanto el recuento es el gran aumento de los votos por correo. Esto tiene que ver con lo que se conoce como “cosecha de voto”. Consiste en el proceso de recogida y envío de papeletas por correo por parte de terceras personas. Es decir, en lugar de que acudan los propios votantes a los centros electorales, son terceras personas las que hacen de intermediarios; “cosechan” el voto, y lo entregan para que sea recontado.

Los partidarios de este sistema alegan que facilita la participación electoral de las minorías. Los críticos señalan que es un foco de fraude electoral. No es igual de fácil comprobar si un voto está emitido por una persona que no tiene derecho a ejercerlo, típicamente un inmigrante, o si procede de un ciudadano americano.

Políticamente, la cuestión no es neutra. Las minorías y los inmigrantes votan más a los candidatos demócratas. Por tanto, imponer un control más estricto sobre la emisión del voto es algo que añade transparencia al sistema electoral. Pero asegurarse de que sólo votan los ciudadanos americanos también favorece las opciones de victoria del Partido Republicano. Y relajar esos controles favorece al Partido Demócrata.

Mejorar el control del sistema es una cuestión partidista

Esto explica por qué los líderes republicanos hablan con tanta frecuencia sobre la necesidad de realizar un mayor control sobre el proceso electoral. Una de esas líderes es precisamente la candidata republicana a gobernadora de Arizona, Kari Lake. Lake ha declarado a Fox News:

Considero que el voto de alguien es su voz. Lo considero un voto sagrado. Y está siendo pisoteado por la forma en que se llevan a cabo las elecciones en Arizona. He estado haciendo sonar la alarma durante dos años. No se ha hecho nada. Se hizo muy poco en la última sesión legislativa. Y tenemos que entrar ahí y restaurar la fe en nuestras elecciones. No podemos seguir siendo el hazmerreír de las elecciones aquí en Arizona. Y cuando sea gobernador, no lo permitiré. Simplemente no lo haré.

En respuesta a estas palabras, el responsable del recuento del voto en el condado de Maricopa, Bill Gates, ha declarado a CNN:

Es realmente triste escuchar que tenemos al candidato republicano a gobernador aquí en Arizona que está hablando así. Entiendo que Kari Lake quiere que nos movamos rápidamente, y mucha gente lo hace. ¿Pero sabes qué es más importante? Que esto se haga con precisión.

Hay tres responsables del recuento de votos: el presidente del consejo de supervisores del condado de Maricopa, Bill Gates, el registrador del condado, Stephen Richer, y la secretaria de Estado de Arizona, que es la principal responsable.

Juez y parte

Se da la circunstancia de que la secretaria de Estado es la candidata demócrata a gobernadora, Katie Hobbs. Es decir, que en un proceso electoral sobre el que recaía la sospecha de una mala gestión, la principal responsable del control del proceso es una de las dos candidatas con opciones de victoria.

Todd Carney, en un artículo publicado en Real Clear Politics sobre esta cuestión, recuerda:

En 2018, los demócratas querían que el entonces secretario de Estado de Georgia, Brian Kemp, dimitiera durante su candidatura a gobernador, y finalmente lo hizo mientras el recuento continuaba después de las elecciones. Hobbs se negó a dimitir y, sin embargo, sólo se presentó a trabajar durante 19 días en los seis meses que precedieron a las elecciones. Hobbs debería haberse dedicado más al cargo que ocupaba o haber renunciado a él, especialmente teniendo en cuenta las desastrosas primarias del estado.

Barreras al voto en zonas republicanas

El recuento no es el único problema que se ha producido en las elecciones en Arizona. Quizás tampoco sea el más importante. El día de las elecciones, 60 de los 223 centros de votación tenían problemas para aceptar los votos, dado que las máquinas no aceptaban los boletos.

La candidata republicana, Kari Lake, se quejaba de que las máquinas que no funcionaban estaban todas en áreas donde los votantes republicanos son mayoría. Mientras, en Phoenix, donde los demócratas son mayoría, no había ningún problema. Ninguno de los 60 centros de votación donde hubo problemas estaba en áreas demócratas. El miedo de Kari Lake esn que varios de sus votantes se cansaran de esperar y decidieran no emitir el voto. Donald Trump hizo un vídeo en el que hacía un llamamiento a los votantes a perseverar, para que su voto no se perdiera.

No es sólo que los problemas se produjeran en áreas republicanas, sino que los votantes republicanos votan mucho menos por correo, en parte porque desconfían del sistema, y mucho más en persona.

Marjorie Taylor Greene se pregunta si esto es un robo electoral a cámara lenta.

Se puede comprobar el status del voto emitido.

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