Tras año y medio de conversaciones sobre la "hambruna" en Gaza, las agencias de la ONU no confirman que se haya producido ninguna

Mientras Israel bloquea la entrada de ciertos bienes a Gaza para presionar a Hamás a liberar a los rehenes que aún mantiene cautivos, algunos críticos del Estado judío están reavivando la narrativa de que Jerusalén está provocando deliberadamente la hambruna de los gazatíes.

Cindy McCain, viuda del exsenador John McCain y directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, afirmó en mayo de 2024 que el norte de Gaza había entrado en una hambruna total. Dos meses antes, Matthew Hollingworth, director interino de la agencia de la ONU para los territorios palestinos, declaró que "la hambruna es una realidad" en la Franja.

Aproximadamente dos meses antes de eso, Martin Griffiths, entonces jefe de ayuda de emergencia de la ONU, dijo que la guerra entre Israel y Hamás había llevado la hambruna a Gaza con una velocidad increíble. Añadió que la gran mayoría de los 400.000 gazatíes que las agencias de la ONU consideraban entonces en riesgo de hambruna, no solo estaban en riesgo de hambruna, sino que la padecían.

JNS ha solicitado reiteradamente comentarios a las agencias de la ONU, tras el anuncio del alto el fuego de enero entre Israel y Hamás, sobre si el organismo global tiene alguna evidencia de que se haya producido hambruna en Gaza.

La oficina de António Guterres, secretario general de la ONU, así como la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU y el Programa Mundial de Alimentos, rechazaron múltiples solicitudes de comentarios sobre si podían confirmar la existencia de hambruna en Gaza.

"Hamás tiene un historial documentado de saquear la ayuda humanitaria enviada por Israel a Gaza y utilizarla para mantener su aparato terrorista", dijo Jonathan Harounoff, portavoz internacional de la misión de Israel ante la ONU, a JNS.

"La única hambruna en Gaza es la de los rehenes israelíes, quienes han sido—y siguen siendo—privados de alimento y torturados mientras permanecen en un brutal cautiverio", agregó Harounoff.

Las denuncias de hambruna, junto con acusaciones de que Israel empleó una política de inanición deliberada, han tenido enormes repercusiones diplomáticas, legales y sociales.

Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional, incluyó "la inanición de civiles como método de guerra" entre sus cargos cuando presentó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el entonces ministro de Defensa, Yoav Gallant.

Los análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC, por sus siglas en inglés), a través de los cuales la ONU atribuía las afirmaciones de hambruna, fueron cuestionados repetidamente, incluso por el propio Comité de Revisión de Hambruna de la IPC. Este último emitió un informe criticando la metodología del IPC y señalando un grave subregistro en las entregas de alimentos a Gaza.

El IPC no genera sus propios datos, sino que los recopila de organizaciones asociadas sobre el terreno, incluidas agencias de la ONU. El organismo emitió repetidas advertencias sobre hambruna basadas en esos datos, lo que puede incluir la revisión retroactiva y discreta de sus proyecciones previas de hambruna a niveles que reflejen la inseguridad alimentaria más típica en los conflictos.

El economista jefe del Programa Mundial de Alimentos dijo a JNS en junio de 2024 que faltaban datos que indicaran una hambruna en curso, pero que “la cuestión no es si se clasifica como hambruna o no”.

JNS preguntó a la oficina de António Guterres a principios de este mes qué pruebas tenía sobre la existencia de hambruna en Gaza.

Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, afirmó en una rueda de prensa el 10 de marzo que “hablamos del riesgo muy grave de hambruna”.

"Esos estudios fueron realizados por la IPC, que es un grupo de agencias de la ONU y también un grupo de agencias no pertenecientes a la ONU, estadounidenses, alemanas, europeas y otras, que han establecido un método científico para hablar del hambre, para clasificar el hambre, y respaldamos sus hallazgos", dijo.

Independientemente de si Guterres y el organismo global en su conjunto afirmaron que había hambruna en Gaza, JNS preguntó a Dujarric cómo su jefe conciliaba esa postura con las numerosas declaraciones de funcionarios de la ONU que alegaban la existencia de una hambruna activa en Gaza.

"Puede que en las Naciones Unidas tengamos el logotipo más reconocible del mundo, pero no hay una gestión de marca", respondió Dujarric a JNS. "Hay muchas personas que pueden hablar, entre comillas, en nombre de la ONU. Yo hablo en nombre del secretario general, de lo que hemos dicho aquí y de lo que otros han dicho".

Dujarric remitió a JNS a las oficinas de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y del Programa Mundial de Alimentos. JNS solicitó reiteradamente comentarios a las oficinas del Programa Mundial de Alimentos en varias ciudades, al IPC y a OCHA.

"Somos conscientes de que personas han muerto de hambre en Gaza", dijo una portavoz de OCHA a JNS.

JNS señaló que la inanición y la hambruna son clasificaciones sustancialmente diferentes de inseguridad alimentaria, según la escala IPC en la que se basan las Naciones Unidas, y preguntó a la portavoz si OCHA confirmaría la afirmación de Griffiths sobre la hambruna.

"Creo que pronto podría publicarse una evaluación del IPC y esperamos ver sus hallazgos", respondió la portavoz.

© JNS