Claudia Sheinbaum toma posesión como presidente de México y consolida a la izquierda en el poder

Todo está listo para que la socialista Claudia Sheinbaum ejerza como presidente de México, siendo la primera mujer en conseguir el cargo ejecutivo. La toma de protesta se realiza en San Lázaro. Al evento asisten mandatarios y representantes de 105 países. Con la ceremonia queda concluida la Administración de Andrés Manuel López Obrador.

La sesión del Congreso General inició con un quorum de 466 diputados y senadores.

La toma de posesión de Sheinbaum se da en medio de críticas por el protocolo de seguridad, que según algunos partidos como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) es un despliegue exagerado y que tiene como intención reprimir las manifestaciones en contra de la reforma judicial perpetrada por el antecesor de Sheinbaum, el también socialista Andrés Manuel López Obrador.

Y es que medios locales como El Universal de México informaron de que, desde las cuatro de la mañana, los trabajadores del Poder Judicial se manifiestan en las inmediaciones del recinto legislativo.

Entre tanto, el expresidente Felipe Calderón pidió a Claudia Sheinbaum que sea una auténtica jefe de Estado y no gobierne solo para un sector del país.

Claudia Sheinbaum tiene clara su posición ideológica. Desde joven, su carrera ha estado marcada por la izquierda y su llegada al poder solo consolida el proyecto socialista iniciado por AMLO y que fue profundizado recientemente con su polémica reforma judicial.

“Su trayectoria ha estado marcada por la cercanía con López Obrador y hoy busca dar continuidad al proyecto que comenzó hace seis años, la autollamada Cuarta Transformación”, resaltó El Universal de México.

Ya Sheinbaum dio un abreboca de lo que será su Gobierno cuando decidió no invitar al rey de España, Felipe VI, a su toma de protesta por considerar -al igual que AMLO- que el monarca debe pedir perdón a su país.

La exclusión del jefe de Estado español es aún más llamativa al comprobar que en la lista de invitados sí estaban incluidos el presidente de Rusia, Vladimir Putin -a pesar de la orden de detención internacional que existe contra él-, el tirano venezolano Nicolás Maduro o el presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel. También está invitado Daniel Ortega, de Nicaragua.

Para justificar su presencia, Sheinbaum señaló en un primer lugar que se había invitado a todos los líderes de los países con los que México tiene relaciones diplomáticas. No obstante, se vio obligada a rectificar y reconocer que se había excluido al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, y a la de Bolivia, Dina Boluarte.