El tirano Nicolás Maduro dice que va a ganar las elecciones de Venezuela "por las buenas o por las malas", ¿qué significa esto?

El dictador reconoce que está dispuesto a utilizar todo el poder del Estado, incluida la violencia y el terrorismo, para mantenerse en el poder.

El tirano Nicolás Maduro, jefe de facto de Venezuela, dijo este 4 de febrero, en un acto en conmemoración de los 32 años del golpe de Estado con el que Hugo Chávez debutó, que el chavismo va a ganarle a la oposición en la elecciones "por las buenas o por las malas".

"El equipo gana. Vamos a ganar por las buenas o por las malas. Cuando nos las pongan, como nos las pongan [las elecciones], el pueblo está organizado para ganar", dijo frente a simpatizantes.

Maduro se refiere a las elecciones presidenciales que, de acuerdo con la Constitución, deberían ser para el segundo semestre de este año. No obstante, aún no están pautadas y, más importante, no cuentan con condiciones para que sean libres y transparentes.

Uno de los obstáculos es que Maduro está buscando competir contra un adversario que él elija. A través de su Tribunal Supremo de Justicia, inhabilitó a la principal líder opositora, María Corina Machado, pese a que en octubre del año pasado el régimen chavista se comprometió en unos acuerdos con Estados Unidos que permitirían a Machado medirse en unas elecciones con mínimas condiciones.

El chavismo no solo no cumplió sino que en las últimas semanas ha arreciendo la persecución contra la disidencia. Y ahora, frente a una multitud de simpatizantes, y rodeado de la cúpula del Estado y militar, asegura que triunfará como sea; pero, ¿qué significa realmente "por las buenas o por las malas"?

La tiranía venezolana, como lo hace la cubana o la norcoreana, se sostiene sobre procesos electorales viciados, donde la disidencia no tiene ninguna oportunidad real. Así ha sido desde el 2013, cuando en un fraude le arrebató el triunfo al entonces candidato opositor a la Presidencia, Henrique Capriles Radonski. La oposición, respaldada por pruebas y reclamos de prestigiosas instituciones internacionales, ha denunciado fraude y manipulación electoral en otros procesos como elecciones regionales, la Constituyente en el 2017, las presidenciales del 2018 o el referéndum contra Guyana, el año pasado.

Para ejecutar los fraudes electorales, el régimen recurre a su aparato represivo: sea ilegalizar candidatos, secuestrar disidentes o matar a manifestantes en las calles, que protesten por el robo de alguna elección, como en el 2013, en el 2014 o en el 2017.

Cuando Nicolás Maduro dice que ganará las elecciones por las buenas o por las malas es, directamente, una amenaza. Reconoce que está dispuesto a utilizar todo el poder del Estado, incluida la violencia y el terrorismo, para mantenerse en el poder.

Y una amenaza así no puede tomarse a la ligera. El de Maduro es un régimen acusado de narcoterrorismo por el mismo Departamento de Justicia de Estados Unidos, investigado por la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad. Son miles los reportes de casos de tortura, de desaparición y persecución en Venezuela.

Hubo varias reacciones a la amenaza de Maduro. Una de ellas fue la de la exvicepresidente de Colombia, Marta Lucía Ramírez, quien dijo que "el 'vamos a ganar por las buenas o a las malas' de Maduro y fanfarrones que pretenden estar por encima de la ley e instituciones es la amenaza más grande al progreso de las generaciones futuras y hay que pararlos".

"'Vamos a ganar por las buenas o por las malas', dice el narcodictador Nicolás Maduro. ¿Dónde están los izquierdistas que 'defienden' la democracia?", se pregunta la senadora colombiana María Fernanda Cabal.