El régimen de Daniel Ortega detiene al obispo Isidoro Mora

Con la detención de la máxima autoridad de la Diócesis de Siuna, el Gobierno nicaragüense cierra un año de fuerte persecución anticatólica.

"Denunciamos el secuestro de monseñor Isidoro Mora por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que sigue con su constante persecución contra la Iglesia católica en Nicaragua", escribió el miércoles por la tarde la organización Libertad Religiosa Nicaragua en sus redes sociales. Diversas fuentes luego confirmaron la detención, como Arturo McFields Yescas, exiliado ex embajador nicaragüense, que detalló:

Fue detenido por enviar mensaje y oraciones en favor del obispo del pueblo Monseñor Rolando Álvarez, quien lleva más de 500 días de prisión.  

Martha Patricia Molina, activista de los derechos humanos y autora del informe Nicaragua: ¿una iglesia perseguida?, aseguró que el obispo de la Diócesis de Siuna fue capturado cuando se dirigía a realizar unas confirmaciones en una parroquia local, la Parroquia de la Cruz de Rio Grande. Con él, también habrían sido detenidos dos seminaristas: Alester Saenz y Tony Palacio.

Asimismo, Molina ratificó que el prelado había dicho recientemente que tenía en sus oraciones a Rolando Álvarez, y que: "En Nicaragua todos los obispos, sacerdotes y laicos tienen prohibido mencionar el nombre del obispo Álvarez". "Espero que la policía criminal de Daniel Ortega respete la vida e integridad física del obispo y los dos seminaristas".

De momento las autoridades no han comentado la detención.

Persecución en Nicaragua

El caso del obispo Isidoro Mora es la última arremetida del Gobierno contra la Iglesia católica en un año especialmente conflictivo. Para mayo, Ortega ya había suspendido relaciones diplomáticas con el Vaticano, después de que el papa Francisco describiera al régimen latinoamericano como una dictadura "grosera" y "hitleriana", y congelado las cuentas bancarias de la Iglesia, acusándola de lavado de dinero.

El 5 de julio liberó al obispo Rolando Álvarez tras casi un año de arresto y el 6 de julio volvió a encancerarlo por haberse negado a exiliarse. Aunque no fue el único religioso encerrado por Ortega, sí fue el caso que generó más revuelo. También era el único obispo detenido, hasta esta semana.

El hostigamiento del oficialismo al catolicismo incluyó también la prohibición de realizar procesiones, la confiscación de los bienes de la Universidad Centroamericana y, luego, la cancelación de la personalidad jurídica de la Asociación Compañía de Jesús de Nicaragua.