Una encuesta realizada en Reino Unido reveló cómo los niños fueron afectados por los confinamientos que se implementaron en todo el mundo en la pandemia por covid-19. En el estudio, casi la mitad de los padres consultados informaron de que hubo una disminución en las habilidades sociales y emocionales de los menores, que se manifestaron en un mal comportamiento o en asustarse fácilmente.
Final Parents Experience of Labour Market IFS Report by Williams Perdomo on Scribd
Los expertos señalaron que el cierre de las escuelas aumentó las dificultades sociales y emocionales. Resalta que “la falta de contacto con amigos y familiares dejó a algunos niños sin un adulto de confianza a quien acudir y aumentaron las enfermedades graves y la muerte de seres queridos”.
El sondeo se hizo con más de 6.000 familias con hijos de entre cuatro y dieciséis años de edad realizado por el Instituto de Estudios Fiscales (IFS) y el Instituto de Educación de la UCL, que analiza el impacto del mercado laboral durante la pandemia.
“En general, los padres informaron que las dificultades sociales y de comportamiento de sus hijos aumentaron durante el primer año de la pandemia. Casi la mitad de los padres informaron que su hijo tenía más dificultades socioemocionales en febrero de 2021 que el año anterior”, explicó el estudio.
La inestabilidad laboral de los padres afectó a los niños
A pesar de que el análisis detalla que en las familias donde los padres tuvieron más cambios en su situación laboral, los niños experimentaron más inestabilidad emocional; también indica que en general el comportamiento de todos los menores se vio afectado.
“La inestabilidad del mercado laboral aumentó el estrés de los padres y condujo a la disminución de los ingresos futuros reales y esperados. Estos podrían ser canales importantes a través de los cuales una mayor incertidumbre económica puede tener efectos colaterales en el desarrollo socioemocional de los niños”, resaltó la encuesta.
Finalmente, el estudio sostuvo que:
Nuestros hallazgos demuestran la importancia de proteger a las familias durante períodos de incertidumbre económica significativa para reducir los costos significativos de capital humano y bienestar que dicha incertidumbre puede tener no solo para los adultos directamente afectados sino también para sus hijos.
