Caos y violencia en Filadelfia: cientos de jóvenes delincuentes saquean tiendas en el centro de la ciudad

La ola de vandalismo se produjo tras una manifestación en rechazo al fallo de un juez que desestimó los cargos en contra de un policía a quien se le acusaba de asesinar a Eddie Irizarry.

Alrededor de 100 delincuentes -muchos de ellos menores de edad- provocaron caos, descontrol y violencia la noche del martes en Filadelfia (Pensilvania) saqueando diversos establecimientos en la zona de Center City, también conocida como Philadelphia's bustling heart.

Muchos de los jóvenes -involucrados en la ola de vandalismo- iban encapuchados al momento de irrumpir de forma abrupta en las tiendas (destrozando las propiedades), tomaban las prendas o productos y huían corriendo (realizando los robos al estilo Flash mob). Entre las tiendas afectadas se encuentran: Lululemon, Apple Store, Footlocker y Fine Wine & Good Spirits.

El Departamento de Policía de la ciudad confirmó el arresto de más de 20 delincuentes y declaró que se recuperaron dos armas de fuego producto de las detenciones.

El comisionado de la policía interino, John Stanford, informó de que los saqueos comenzaron alrededor de las 8 de la noche y reveló que se encuentran investigando la posibilidad de que los delincuentes usaran las redes sociales para planear sus actos delictivos.

Unos saqueos que ocurren después de una protesta

El vandalismo y los robos fueron ejecutados tras una manifestación que se llevo a cabo en la ciudad en rechazo al fallo de un juez que desestimó los cargos en contra de un -ahora suspendido- agente de la policía llamado Mark Dial, a quien se le acusaba de asesinar con un arma a un joven llamado Eddie Irizarry.

Irizarry había cometido un delito (por conducción errática) y fue perseguido por los oficiales hasta lograr su detención. Según mostró la cámara corporal del policía, el joven iba armado un cuchillo que mostró y levantó al momento de realizar el primer contacto con el agente y tras una breve disputa, Dial disparó con su arma.

El director general de la ciudad, Tumar Alexander, relacionó los saqueos con la decisión del juez de exonerar a Dial y consideró que los disturbios fueron "una falta de respeto a la familia Irizarry", según The Philadelphia Inquirer.

Sin embargo, el jefe de la policía ofreció otra versión y declaró que los saqueos y los disturbios no tuvieron "nada que ver con las protestas" realizadas previamente.

Esto no tuvo nada que ver con las protestas (...) Lo que tuvimos esta noche fue un grupo de criminales oportunistas que se aprovecharon de una situación para intentar destruir nuestra ciudad.