La peligrosa romantización de la eutanasia

Las cifras de eutanasia se disparan, especialmente entre los jóvenes, entre denuncias de expertos que lamentan que los médicos comienzan a presentarla como "una opción por defecto".

Los defensores de la eutanasia han dado una vuelta de tuerca a su mensaje en defensa de lo que ellos consideran el derecho a morir con dignidad. Ya no se trata de enfermos a los que vivir suponía una condena por el dolor constante que sufrían, como han venido repitiendo en sus tradicionales campañas internacionales. Ahora se trata de lanzar la idea de que elegir el momento de morir es algo romántico, ya sean jóvenes -incluso niños- que consideran que no pueden más, matrimonios mayores -o no tan mayores- "para morir a la vez". Unos discursos que obvian la realidad de los países donde se ha legalizado, donde se han disparado los casos y en los que las leyes permiten cada vez un mayor número de supuestos, llegando incluso a permitir su aplicación a menores sin consentimiento paterno.

"Yo misma liberándome de la vida"

El caso de Zoraya ter Beek ha aparecido en los medios de todo el mundo y se ha viralizado en las redes sociales. Se trata de una joven neerlandesa, de 28 años, que vive con su pareja -a la que ama- y dos gatos, según apostilla ella misma en una entrevista con The Free Press, a la que han concedido la eutanasia a principios de mayo. Sin embargo, Ter Beek no sufre ninguna dolencia terminal ni una enfermedad degenerativa incurable. En su caso, está cansada de vivir con autismo, un desorden de personalidad límite y depresión. El momento en el que decidió morir fue cuando los doctores le dijeron que "no podían hacer nada más" por ella.

En ese momento, Ter Beek decidió pedir la eutanasia. "Siempre tuve muy claro que si no mejoraba, no podría seguir haciendo esto". Para representar su elección, la joven se tatuó un "árbol de la vida al revés. Mientras que el árbol de la vida representa el crecimiento y los nuevos comienzos, mi árbol es todo lo contrario. Está perdiendo sus hojas, se está muriendo. Y una vez que el árbol murió, el pájaro salió volando de él. No lo veo como mi alma marchándose, sino más bien como yo misma liberándome de la vida".

La eutanasia como símbolo de "amor eterno": matrimonios suicidándose juntos

Otro de los puntos que destacan los promotores de la eutanasia es la posibilidad de llevar el amor hasta la muerte, al suicidarse junta la pareja. Como ejemplo, en febrero se hizo viral la muerte por eutanasia "cogidos de la mano" del ex primer ministro neerlandés Dries van Agt y esposa, ambos con 93 años. Ambos llevaban siete décadas casados y tenían tres hijos, aunque arrastraban algunos problemas de salud que les llevaron a optar por la muerte. La noticia fue reproducida en muchísimos medios a lo largo del mundo, e incluso muchos de corte conservador se dejaron arrastrar por el romanticismo del suicidio conjunto.

Perú: atajo judicial pese a ser ilegal

A pesar de que la eutanasia es ilegal en Perú, Ana Estrada y un grupo de activistas consiguieron que se le aplicara recurriendo a los tribunales. El Tribunal Supremo finalmente accedió a permitir su muerte "como excepción". No obstante, esta medida, de facto, puede convertirse en un coladero para enfermos que quieran recurrir a ella.

Una peligrosa cuesta abajo en los países donde es legal

En estos momentos, la eutanasia está dentro de los ordenamientos jurídicos de Países Bajos (2002), Bélgica (2002), Luxemburgo (2009), Colombia (2014), Canadá (2016), España (2021), Nueva Zelanda (2021), Portugal (2023), Ecuador (2024) y Cuba (2024). Además, en varios países, e incluso en varios estados nacionales, a pesar de que la eutanasia es ilegal, no lo es el suicidio asistido (a diferencia de la eutanasia, en el que un médico es el encargado de suministrar la medicación letal al enfermo, es el solicitante quien toma la dosis letal, prescrita normalmente por un galeno).

Tras la aprobación inicial, los supuestos suelen ir ampliándose de manera rapidísima. En Países Bajos o Canadá, las denuncias por el abuso de estas leyes no cesan. El Gobierno de Justin Trudeau ha sido acusado de promocionarla como solución frente a la pobreza, mientras que Países Bajos se ha llegado a aprobar la eutanasia infantil sin consentimiento paterno. En varios de los países que la han aprobado ya no es un requisito padecer una enfermedad incurable. Basta incluso con expresar el deseo de dejar de vivir, y se acepta el dolor psíquico insoportable, un coladero clásico.

Récord de muertes por eutanasia

Las peticiones para solicitar la eutanasia no paran de crecer en estos países. En los Países Bajos el pasado año se batió holgadamente el récord de muertes por este protocolo. Hasta 9.068 personas optaron por ella, según informa The Netherlands Times, frente a las 8.720 de 2022. Además, el número de solicitudes alegando problemas psicológicos aumentó un 20%. Aún más alarmante es que este último tipo se está disparando entre los jóvenes. Y lo peor es que los Comités Regionales de Revisión de la Eutanasia aseguran que se están denegando la mayoría de las solicitudes a la juventud.

En Canadá, los últimos datos disponibles, correspondientes a 2022, el número de personas que recibieron la eutanasia fue de 13,241, lo que supuso un incremento del 32,1% respecto al año anterior. Según informa Alliance Vita, la principal causa para recurrir a ella fue el cáncer (63,0 %). Le sigue el grupo de "otras enfermedades" o "discapacidades múltiples", que alcanzaron el 22,6% de las demandas. Los trastornos neurológicos representan el 12,6 %, incluido el 9 % de demencia.

"La muerte como opción por defecto"

Desde la psiquiatría y la psicología ya están alzando la voz sobre la peligrosa deriva que la romantización de la eutanasia está provocando. Y las cifras lo están ratificando. El doctor Jordan Peterson publicó un tuit en el que advirtió de que "si romantizamos el suicidio" se provocará "un contagio de muerte", y ésta, "administrada por el estado".  Además, expertos en Ética y Salud ya alertan sobre lo que está ocurriendo.

En declaraciones a The Free PressTheo Boer, profesor de ética sanitaria en la Universidad Teológica Protestante de Groningen, y que formó parte durante una década de un comité de revisión de la eutanasia en Holanda explicó que terminó renunciando al puesto viendo la deriva: "Entré en el comité de revisión en 2005, y estuve allí hasta 2014. En esos años, vi cómo la práctica holandesa de la eutanasia evolucionaba desde la muerte como último recurso hasta la muerte como opción por defecto".

Unas declaraciones muy similares a las de Stef Groenewoud, especialista en ética sanitaria de la Universidad Teológica de Kampen, también en los Países Bajos, que criticó que la eutanasia estaba comenzando a ser presentada "como una especie de opción aceptable puesta sobre la mesa por los médicos, por los psiquiatras, cuando antes era el último recurso. Veo el fenómeno sobre todo en personas con enfermedades psiquiátricas, y especialmente en jóvenes con trastornos psiquiátricos, en los que el profesional sanitario parece darse por vencido con más facilidad que antes".