Aparece en un patio trasero una pieza de la ventana de emergencia que el avión de Alaska Airlines perdió en pleno vuelo

El Boeing 737 Max 9 que despegó de Portland destino a Ontario, California regresó al aeropuerto con todos sus pasajeros ilesos. Las autoridades están investigando lo sucedido.

Las 177 personas (171 pasajeros y seis miembros de la tripulación) que iban a bordo del vuelo 1282 de Alaska Airlines el pasado viernes nunca olvidarán lo sucedido. Ocurrió media hora después de que despegase el vuelo de Portland destino Ontario, California cuando se escuchó un fuerte estallido: una de las ventanas de emergencia se había despresurizado en pleno vuelo y dos asientos habían salido volando.

También un osito de peluche, la camiseta y un teléfono móvil de uno de los viajeros, según pudo averiguar The Wall Street Journal. Las razones del accidente parecían ser un misterio pero acaba de aparecer una pieza que podría determinar qué fue lo que sucedió durante el accidente: el tapón de dicha ventana. Así lo aseguró el domingo la presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, Jennifer Homendy.

Homendy aseguró durante una rueda de prensa que el objeto que habían encontrado, el tapón, era vital en la investigación que explicase por qué explotó la ventana de emergencia en pleno vuelo, poniendo en peligro a todos los que iban a bordo:

Nuestro equipo de estructuras querrá ver todo lo que hay en la ventana: todos los componentes de la ventana para ver las marcas de los testigos, cualquier transferencia de pintura, el estado en que se encontraba la ventana cuando la encontraron. Eso puede indicarles mucho sobre lo que ocurrió.

Además, explicó, el tapón había sido encontrado cerca de Portland, concretamente en el patio trasero de la vivienda de un maestro de escuela, Bob. "Estamos muy contentos de que Bob haya encontrado esto", afirmó.

Problemas previos al accidente del avión de Alaska Airlines

El accidente provocó que Alaska Airlines retirase, provisionalmente, todos los Boeing 737 Max 9 y los Boeing 737 Max 8. No fue la única, el resto de aerolíneas recibieron la misma orden. Así lo aseguró un portavoz de la Administración Federal de Aviación (FAA) que explicó que los aviones de este modelo estarían en tierra hasta que la organización estuviese "satisfecha de que son seguros".

El avión, por su parte, había registrado problemas previos a la explosión. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte notificó hasta tres problemas previos respecto a la despresurización en ese vuelo, entre el 7 de diciembre y el 4 de enero, una registrada en pleno vuelo.

También los pilotos notificaron fallos en sus auriculares. Según aseguraron, en declaraciones recogidas por CBS, el primer oficial había perdido sus auriculares. No sólo eso, el capitán perdió parte de los suyos también. Eso obligó a ambos a comunicarse mediante el altavoz del techo, ya que no podían oír nada con los auriculares dañados.