António Guterres visita la frontera egipcia con Gaza y vuelve a cargar contra Israel

El secretario general de la ONU, que meses atrás justificó la masacre del 7 de octubre afirmando que "no sucedió en el vacío", calificó de "ultraje moral" los obstáculos para el ingreso de ayuda humanitaria a la Franja. Contundente respuesta de Jerusalén.

El secretario General de la ONU António Guterres visitó el lado egipcio de la frontera con Gaza, desde donde aprovechó para descargar su habitual artillería pesada contra Israel, calificando de "ultraje moral" los obstáculos para el ingreso de ayuda humanitaria en la Franja, sin mencionar que Hamás suele apropiarse de esa asistencia, tal como lo expresó Mohammed Massad, un exterrorista palestino que actualmente reside en Israel, en declaraciones para Voz Media.

Durante una rueda de prensa en el lugar, el dirigente manifestó que hay "una larga fila de camiones de asistencia bloqueados al lado del cruce, y hay una larga sombra del hambre en el otro lado. Esto es más que trágico. Es un ultraje moral".

Guterres, que visita la zona por segunda vez desde que estalló la guerra el 7 de octubre tras la masacre perpetrada por Hamás, también presionó a Israel para que no lleve a cabo una incursión en la ciudad de Rafah, en la frontera con Egipto, una operación que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, no tiene pensado abortar, ya que la considera absolutamente necesaria para ganar la guerra.

"Llegó el momento de un alto el fuego inmediato. Lo digo nuevamente. Es hora de un compromiso férreo por parte de Israel para brindar un acceso total y sin restricciones a la asistencia humanitaria en toda Gaza", agregó Guterres.

El dirigente también llamó a la "liberación inmediata de todos los rehenes" que se encuentran retenidos por Hamás en Gaza, evocando el "espíritu de compasión" del mes sagrado islámico del Ramadán

No obstante, también apeló a la celebración islámica para volver a cargar contra Israel. "Es monstruoso que después de tanto sufrimiento durante tantos meses, los palestinos en Gaza celebren el Ramadán mientras las bombas israelíes continúan cayendo, las balas continúan volando, la artillería continúa golpeando y la asistencia humanitaria continúa enfrentándose a obstáculos tras obstáculos".

Si bien el dirigente sostuvo que "nada justifica los horribles ataques de Hamás del 7 de octubre", señaló que "nada justifica el castigo colectivo del pueblo palestino". Sin embargo, Guterres no condenó a Hamás por usar escudos humanos.

El dirigente portugués también llamó a la comunidad internacional a colaborar en la asistencia humanitaria a Gaza. El pedido de Guterres se da luego de que varios países suspendieran la financiación a la UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas encargada de ayudar a los palestinos, después de que algunos de sus miembros fueran acusados de haber participado en la masacre del 7 de octubre.

"Quiero que los palestinos en Gaza sepan que no están solos. Personas de todo el mundo están indignadas por los horrores que todos presenciamos en tiempo real (…) Ya hemos visto suficiente (...) y todavía creemos que la dignidad y la decencia humanas deben definirnos como comunidad global", aseveró Guterres.

La dura respuesta de Israel: la ONU se convirtió en un “organismo antisemita”

En una dura respuesta a los comentarios de Guterres, el ministro de Relaciones Exteriores, Israel Katz, acusó a las Naciones Unidas, bajo el liderazgo de Guterres, de haberse convertido en un "organismo antisemita y antiisraelí" que "envalentona" el terrorismo.

Guterres, dijo Katz, "se paró hoy en el lado egipcio del cruce de Rafah y culpó a Israel por la situación humanitaria en Gaza, sin condenar de ninguna manera a los terroristas de Hamás-ISIS que saquean la ayuda humanitaria, sin condenar a la UNRWA que coopera con los terroristas, y sin pedir la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes israelíes".

El día que Guterres justificó la masacre del 7 de octubre

Días después del ataque terrorista perpetrado por Hamás el 7 de octubre, el secretario general de la ONU justificó la masacre en la que fueron asesinadas más de 1.400 personas, miles resultaron heridas y cientos fueron secuestradas. 

"Es importante reconocer también que los ataques de Hamás no ocurrieron en el vacío. El pueblo palestino lleva 56 años sometido a una ocupación asfixiante. Ha visto su tierra devorada, sin cesar por los asentamientos y asolada por la violencia; su economía asfixiada; su población desplazada y sus hogares demolidos. Sus esperanzas de una solución política a su difícil situación se han ido desvaneciendo", sostuvo Guterres, justificando de esta manera las violaciones a mujeres, los asesinatos de familias enteras, la matanza indiscriminada de jóvenes que disfrutaban de un festival de música, las decapitaciones de niños, los secuestros de hombres, mujeres, ancianos y bebés, etc.

El dirigente esgrimió que Gaza vive una "ocupación asfixiante" a pesar de que Israel se retiró de la Franja unilateralmente en 2005, situación que lejos de haber sido tomada como un paso hacia la paz por el lado palestino, derivó en que los ataques contra Israel se incrementaran significativamente. Además, el burócrata portugués no realizó comentario alguno respecto de las veces que, a lo largo de la historia, el Estado judío ofreció entregar a los palestinos los territorios, que según Guterres están ocupados, a cambio de paz. Todas las propuestas fueron rechazadas por el lado palestino una y otra vez.

Guterres, además, evitó mencionar las atrocidades cometidas por Hamás antes del 7 de octubre, incluso contra su propio pueblo, y que la organización terrorista no sólo no está interesada en la paz, sino que, por el contrario, no oculta sus intenciones genocidas contra los judíos. Al no hacer referencia a ninguna de estas dos realidades, y al justificar el peor ataque antisemita desde el Holocausto, Guterres demostró de qué lado está en el conflicto.