Yale antepone las sensibilidades progresistas a los méritos a la hora de contratar bioquímicos y biofísicos

Un departamento de la universidad evalúa prioritariamente el compromiso con las iniciativas DEI de los solicitantes de empleo.

Uno de los principales requisitos para los profesores que buscan obtener un empleo en el Departamento de Biofísica y Bioquímica Molecular de la prestigiosa Universidad de Yale está relacionado con el compromiso de los profesionales con la política DEI (diversidad, equidad e inclusión). 

Todo parece indicar que este departamento antepone las sensibilidades progresistas a la experiencia profesional y los méritos de los solicitantes. De hecho, en una de las categorías evalúa si los candidatos comprenden los desafíos específicos de las “minorías subrepresentadas”. 

Estos requerimientos generan serias preocupaciones relacionadas con la libertad de expresión y, desde ya, con las insólitas prioridades de una universidad de renombre como Yale. 

En un artículo publicado en The Free Press, John Sailer reveló que cualquier profesor que quiera impartir clases en Yale debe colocar la DEI en el centro de cada decisión que tome.

Las ofertas de trabajo que se publican en el sitio tienen como requerimiento principal el conocimiento de la DEI de cada candidato, como así también su compromiso para promover este tipo de iniciativas.

Los avisos de empleo, además, otorgan una gran importancia a la experiencia de los solicitantes de empleo en asuntos relaciones con la DEI y llaman a los candidatos a describir sus planes futuros respecto de esta política.

Con el fin de evaluar el compromiso de los solicitantes con la DEI, en el sitio web de Yale se les realizan una serie de preguntas en las que desafían a los profesionales a revelar cómo aplicarían este tipo de enfoque, relacionado con la raza, el género o la orientación sexual de las personas, en el ámbito de su trabajo. 

De acuerdo con el sitio web, los solicitantes no obtendrán ningún punto en caso de que no tengan ningún conocimiento sobre cuestiones DEI, no sientan una responsabilidad personal para crear un entorno “equitativo” e “inclusivo”, no hayan participado en actividades que promuevan este tipo de iniciativas, o bien no tengan planeado realizar actividades relacionadas con esta política.

Sin embargo, tendrán ventaja aquellos solicitantes que tengan un amplio conocimiento sobre la DEI y un gran interés en promover esta política en las clases o que posean una gran experiencia en la realización de este tipo de actividades. Asimismo, se verían beneficiados en caso de que puedan mostrar un plan claro para promover la DEI a través de la enseñanza.

La obsesión por contratar profesores “subrepresentados”

En un artículo publicado el año pasado por el Yale Daily News, William Porayouw señaló que en un informe publicado en diciembre de 2022, la universidad destacó los aumentos en la diversidad entre los profesores, una medida que formó parte de la Iniciativa de Diversidad y Excelencia Docente, para la que se invirtieron 85,000,000 de dólares. 

El informe indica que entre el personal docente que comenzó en Yale en el semestre de otoño de 2022, el 21% provenía de entornos “subrepresentados”. Y agrega con orgullo que una década antes, sólo el 6% del profesorado procedía de esos entornos.

Sin embargo, prosiguió Porayouw, según datos posteriores, sólo el 6% de los profesores de ingeniería y ciencias aplicadas provenían de minorías raciales "subrepresentadas". Este dato inquietó a Kimberly Goff-Crews, secretaria y vicepresidenta de Vida Universitaria en Yale, quien sostuvo que la Iniciativa de Diversidad y Excelencia Docente estaba trabajando intensamente para reclutar profesores "subrepresentados".

El artículo de Prayouw, en el que se pone el foco en la diversidad del personal docente en lugar del mérito, y la consecuente reacción de una funcionaria de la universidad para corregir un problema relacionado con la diversidad e inclusión en la institución, demuestra que la extraña manera de contratar en Yale no es propia de un solo departamento, sino que, aparentemente, se trata de una política más amplia, que poco tiene que ver con el profesionalismo o la experiencia laboral de los solicitantes.