El voto republicano ha subido más allí donde hay una mayor presencia hispana

En los distritos en los que la población hispana supera el 25% de la población, el GOP ha obtenido mejores resultados

El voto de los hispanos en las últimas elecciones demuestra lo que se estaba viendo en la última década: que no es un voto cautivo. El ejemplo más llamativo es el de Miami Dale, el condado más poblado de la ciudad floridiana, en el que el 70% de la población es hispana. El Partido Republicano ha ganado, lo cual no ocurría desde hace 20 años. 

Es interesante conocer la tendencia general, pero también lo es descender al detalle de en qué áreas ha cambiado el sentido del voto hispano, y en cuáles no. Phillip Wallach, desde el American Enterprise Institute nos ayuda a comprender algún aspecto.

Wallach observa que el camino del voto hispano hacia el Partido Republicano ha dado en 2022 un paso pequeño, si lo comparamos con lo que indicaban las encuestas. Wallach parte de las encuestas a pie de urna de CNN, que muestran que los 40 puntos de distancia entre el Partido Demócrata y el Republicano de 2018 se han reducido a 21; prácticamente la mitad. “Dicho de otro modo, uno de cada diez hispanos ha cambiado su voto de demócrata a republicano en los últimos cuatro años”. 

Partido Republicano: superando las expectativas

Esto ya lo sabíamos, pero Wallach hace una aportación distinta. Él hace un estudio distrito por distrito. Se centra en los 401 en que se enfrentaron sólo un candidato demócrata con uno republicano. Parte de cuál es el resultado esperado en 2022, a partir del sentido de voto en las elecciones presidenciales de 2016 y 2020. Lo que utiliza para ello es el Índice de Voto Partidista de The Cook Political Report. Este índice muestra cuánto se decanta cada distrito por uno u otro de los partidos mayoritarios. 

Una vez conoce cuál es el resultado esperado para cada distrito, Wallach compara los resultados de 2022. Pero distingue esos distritos entre los que tienen una población hispana por encima o por debajo del 25%. Y lo que observa es que “podemos ver que muchos de los candidatos republicanos con mejores resultados (de nuevo, en relación con las expectativas) estaban en distritos de alta población hispana”. 

5,3 puntos más en los distritos más hispanos

De media, el Partido Republicano ha superado las perspectivas basadas en el Índice de Voto Partidista en 1,4 puntos. Pero en los 328 distritos en que la población hispana no llegaba al 25%, el avance medio del GOP ha sido de 0,5 puntos. Mientras, en los 73 distritos que superaban esa cota de población hispana, el comportamiento ha sido mucho mejor: han superado lo esperado en 5,3 puntos. Una gran diferencia. Wallach pone varios ejemplos:

En particular, tres titulares republicanos de California obtuvieron victorias en distritos con alto índice de hispanidad que fueron calificados como favorables a los demócratas (véanse los puntos anaranjados en el cuadrante superior izquierdo): David Valadao en el distrito 22 (en el Valle Central), Mike García en el distrito 27 (norte del condado de Los Ángeles) y Michelle Steel en el distrito 45 (condado de Orange). (Cabe señalar que la lentitud en la presentación de informes significa que sólo la carrera de Steel ha sido oficialmente convocada en este momento). En el sur de Florida, la diputada María Salazar defendió convincentemente su escaño en un distrito calificado como parejo, ganando 57-43. En un escaño abierto en el Valle del Río Grande de Texas, calificado como ligeramente favorable a los republicanos, la republicana Mónica De La Cruz obtuvo una sólida victoria, 53,3-44,8. 

La frontera

Por otro lado, un análisis realizado por Suzanne Monyak para Roll Call muestra algo que sólo en apariencia se contradice con los datos analizados por Phillip Wallach. Y es que en las recientes elecciones, el Partido Republicano ha perdido en distritos con una alta incidencia de la población hispana, y que están muy cerca de la frontera. Por ejemplo: 

En el sur de Texas, tres candidatas latinas republicanas casadas con agentes de la Patrulla Fronteriza -Irene Armendáriz-Jackson, Cassy García y la diputada Mayra Flores- perdieron decisivamente ante sus oponentes demócratas en los distritos fronterizos.

Estos resultados no se contradicen con lo señalado por Phillip Wallach. Primero, porque el análisis de Suzanne Monyak se refiere a una zona específica, los distritos que comparten frontera con México. Y segundo, porque de lo que habla Wallach es de la capacidad del Partido Republicano de batir los resultados previstos, no necesariamente de victoria. 

El análisis de Monyak se fija en el distrito 16, que incluye la ciudad de El Paso. Allí, el candidato demócrata aventaja al republicano en 26,6 puntos, con el 83% del voto escrutado. Y en el distrito de Laredo (28), la diferencia es de 13,4 puntos, con el 87% del voto recontado. Mayra Flores no logró repetir victoria en el distrito 34, donde perdió ante el demócrata Vicente González por 8,6 puntos. 

La analista también señala que 

La candidata republicana Mónica De La Cruz ganó el distrito rediseñado de González, superando a su contrincante progresista Michelle Vallejo por aproximadamente 8 puntos porcentuales. Pero perdió el condado de Hidalgo, situado cerca de la frontera, en la parte inferior del distrito trazado verticalmente, por un margen de dos dígitos.

Estrategia de campaña

Monyak apunta a que parte de estos resultados dispares se deben a los presupuestos de los candidatos, y a las estrategias de gasto en anuncios. Pero también apunta a que el discurso a favor de la seguridad en la frontera por parte de los republicanos les ha podido perjudicar. 

La mayoría de los hispanos cree que el presidente Biden debería hacer más para controlar la frontera. De modo que la hipótesis de Monyak no es muy segura. Pero, dado que se refiere a quienes viven en la frontera, su opinión podría ser distinta del resto. Pero no hay una encuesta específica al respecto.