La Corte Suprema se muestra dividida sobre la inmunidad presidencial, pero Trump podría salir beneficiado incluso sin conseguirla

Los jueces del máximo tribunal del país escucharon los argumentos orales del caso y, aunque no compraron del todo el argumento del abogado del expresidente, parecen abiertos a cierta protección frente a cargos penales.

La Corte Suprema de Justicia (SCOTUS) escuchó los argumentos orales sobre la inmunidad presidencial de Donald Trump por el 6 de Enero. En dos horas de argumentos orales, los jueces se mostraron abiertos al razonamiento del abogado del republicano, John Sauer, aunque sin comprar del todo su argumento.

Sauer afirmó ante los magistrados que los expresidentes no pueden ser procesados con cargos criminales por sus acciones en el Salón Oval, a menos que sean condenados por el Senado. Incluso defendió su argumento en caso de que se hubiera cometido asesinato a un rival político.

Durante los argumentos orales, los magistrados exploraron los límites de la inmunidad presidencial. En efecto, se centraron particularmente en qué acciones calificarían como "oficiales", para las que cabría esta inmunidad, más no así para las "personales".

Del otro lado, los letrados del Departamento de Justicia argumentaron que Trump no estaba siendo acusado de ninguna conducta que pudiera considerarse una acción presidencial. A su vez, Jack Smith, quien estuvo presente en el tribunal, argumentó en el pasado que sólo los presidentes en ejercicio disfrutan de inmunidad frente a procesos penales.

Lo que buscamos imponer responsabilidad penal es una conspiración para utilizar el fraude para subvertir las elecciones, uno de los medios de lo cual fue intentar que el Departamento de Justicia sea cómplice de esto. El caso no habría sido diferente si el peticionario hubiera tenido éxito”, expresó Michael Dreeben, abogado del equipo de Smith.

¿Qué dijeron los jueces?

Los jueces más conservadores, entre ellos Brett Kavanaugh, insistieron en que los exmandatarios no pueden ser procesados por actos oficiales, advirtiendo al DOJ que el caso contrario abriría la puerta a que cada nueva presidente pudiera procesar a su predecesor. "Este caso tiene enormes implicaciones para la presidencia, para el futuro de la presidencia, para el futuro del país", expresó el magistrado.

Según informó The Hill, esta postura tendría múltiples beneficios para el futuro judicial del presunto nominado republicano. "Si los jueces se ponen parcialmente de su lado, el caso podría devolverse al tribunal de distrito para su mayor consideración, lo que probablemente retrasaría su juicio hasta después de las elecciones. Si el expresidente gana la reelección, es casi seguro que su Departamento de Justicia retirará los cargos", explicaron desde el citado medio.

Otros, como Neil Gorsuch, sugirieron un marco legal más matizado, con acciones "oficiales" que puedan estar bajo riesgo de procesarse. Habló de funciones oficiales “básicas” que podría estar plenamente protegidas, mientras que otras podrían estar sujetas a procesamiento.

Sin embargo, John Roberts y Amy Coney Barrett mostraron cierta distancia con esta posición, llevando al límite el argumento de Sauer. Por ejemplo, el presidente de la Corte preguntó si un presidente podría ser procesado por aceptar un soborno para nombrar a alguien para un puesto de embajador, mientras que Barrett se preguntó qué pasaría con el caso después de la decisión del tribunal.

Los jueces más progresistas, Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson, fueron aún más allá con el argumento de Roberts contra Sauer. Por ejemplo, Kagan preguntó si un presidente que vendiera secretos nucleares tendría inmunidad.

Jackson incluso cuestionó los argumentos del republicano y dijo que podrían llevar a la Casa Blanca a un lugar donde no rige la ley. "Estoy tratando de entender cuál es el desincentivo para convertir la Oficina Oval en, ya sabes, la sede de la actividad criminal en este país", manifestó la última adquisición de la Corte.