Una bancarrota, Microsoft y unas botas Jordan: la historia de cómo se salvó Global Containers, una empresa fundada por hispanos

José Ochoa, por motivo del Mes de la Herencia Hispana, conversó con Voz Media y relató los orígenes, la caída y la resurrección de su exitosa compañía en el sector de manufacturas.

José Ochoa encarna la descripción de un empresario hispano en los Estados Unidos: trabajador, ambicioso y soñador. Nacido en Chihuahua, México, José tenía claro que su vida giraría en torno a la manufactura y el empaquetamiento, por lo que empezó a estudiar ingeniería industrial en manufacturas en el Instituto Tecnológico de Chihuahua I y II.

Costear sus estudios y subsistir durante los años de universitario no era tarea fácil, por lo que comenzó su vida laboral desde joven, vendiendo frutas y trabajando en construcción en la calurosa Ciudad Juárez durante sus vacaciones de verano.

José comentó a Voz Media que trabajaba en una empresa de una de sus tías, una exitosa empresaria local. Con lo que reunía en esos meses se costeaba su vida como estudiante.

El hombre, finalmente, se graduó de ingeniero en 2001, pero el mercado laboral era complejo y estuvo más de un año sin conseguir trabajo en su rubro. Tuvo una etapa como vendedor de filtros que le permitió subsistir y, posteriormente, se mudó a Ciudad Juárez, donde después de meses pudo conseguir su primer empleo como ingeniero de empaque en Delphi Automotive Systems, uno de los proveedores más grandes de General Motors y otras compañías de autos.

Fue en este empleado donde conoció a un socio con el que inició su primer negocio y entendió su nicho de mercado actual.

“Me costaba mucho, hasta lloraba para intentar entender cómo funciona Delphi, toda la cadena de suministros, cómo funcionaba la industria automotriz y la cadena de desarrollo. Afortunadamente, tuve un mentor, mi jefe, Ángel Vargas, que creyó en mí y me dio la oportunidad de aprender junto con él”, contó José a Voz Media.

De Delphi, José pasó a una empresa automotriz alemana, Siemens VDO, donde ayudó a la empresa a ahorrar dinero y mejorar la ingeniería de empaque. Luego, el destino lo llevó a cofundar su propia empresa: Global Containers & Custom Packaging Inc.

El nacimiento de Global Containers

José explicó que él y su exsocio detectaron una oportunidad de mercado luego de tener problemas con los proveedores de la industria de empaque. Fundaron la empresa en 2008, en México, y un año más llegaron a Estados Unidos.

“Nunca cumplían los tiempos acordados, la atención no era la mejor y a veces era frustrante. Teníamos ese nicho para explotarlo. Era una oportunidad y la tomamos”, dijo José.

Global Containers entró al negocio para explotar los conocimientos de sus líderes en ingeniería de empaque, logística y cadena de suministros, reduciendo costos de empaque, mejorando diseños, elevando el nivel de servicio poniendo atención a los detalles de transporte y distribuir la mercancía, explicó el cofundador de la compañía.

Luego, a medida que iban creciendo, fueron sumando talento a sus filas y creando un equipo humano comprometido con la visión de llegar a ser reconocidos como la opción más confiable en el mercado regional.

Parte del equipo de Global Containers. (Cortesía)

Uno de los primeros clientes a los que vendieron sus servicios como proveedor de empaque fue HP, que enviaba a Ciudad Juárez sus equipos reacondicionados para que Global Containers & Custom Packaging Inc. entregase sus materiales de empaque y manejara los niveles de inventarios adecuados para una entrega a tiempo de tabletas y laptops. En la actualidad, HP sigue siendo cliente de Global Containers.

Otro cliente importante que tiene la empresa cofundada por José Ochoa es Amazon, al que calificó como “muy eficiente” y que llevó a la compañía a subir de nivel para mejorar aún más sus propios parámetros de calidad.

“Tenemos varios años con Amazon y son muy exigentes, pero tenemos un staff increíble aquí en El Paso que tienen muchos años acompañándonos. Casi no tenemos rotación, tenemos 25 empleados y la persona que tiene menos tiempo trabajando con nosotros lleva 7 años”, afirmó José.

La caída

Tras una década de éxito, consiguiendo clientes importantes, abriéndose paso en un mercado agresivo y dándole trabajo a varias familias, Global Containers sufrió uno de sus golpes más fuertes en septiembre 2018: la bancarrota de su principal cliente, Technology Solutions.

“De la noche a la mañana nuestro mayor cliente ya no tenía dinero y nos debía muchísimo: casi un millón de dólares y eso casi nos sacó del negocio”, reveló José a Voz Media. “En ese momento reculamos; repensamos nuestra propuesta de valor de mercado y reestructuramos nuestros procesos para volverlos más eficientes. Pero el golpe fue muy duro. Obviamente, nosotros como dueños dejamos de percibir gran parte de nuestros ingresos para no correr a ningún empleado y, de hecho, no se despidió a nadie”.

Aún así, el empresario destacó que fueron momentos muy difíciles, donde hubiese sido fácil tirar la toalla. Pero él no estaba listo para dejar de lado su sueño empresarial.

El resurgir

Si bien habían logrado sobrevivir la bancarrota, la situación no era la mejor para la compañía de José, quien afirmó ser un creyente de la “educación continua”.

El cofundador de Global Containers destacó los beneficios que le producen hacer cursos y leer sobre su nicho de mercado para poder aplicar nuevas ideas y conocimientos en su negocio.

Fue así como a inicios de 2019, tras sufrir la pérdida de un millón de dólares, José encontró en LinkedIn un anuncio de que Microsoft había invertido mucho dinero en un programa de aceleración de negocios binacional para proveedores en la industria de manufactura.

“Me inscribí, dejamos de pagar algunas facturas porque eran 2,500-3,000 dólares la inscripción, más el compromiso -si nos aceptaban- de que yo estuviera dos veces por semana, durante tres meses, full time ahí en los cursos binacionales con expertos aprendiendo como acelerar nuestra compañía”, dijo Ochoa.

Según José la inscripción en el curso no solo se debió al hecho de que el programa de Microsoft lucía ideal para la empresa, sino porque era vital cambiar “los ánimos y la narrativa” de Global Containers. Por lo que también involucró a su staff en el programa y él se comprometió “a hacer que las cosas funcionen por el bien de nuestro porvenir”.

La idea del programa era aplicar las herramientas dadas por el programa de aceleración de Microsoft en tiempo real, llevar los resultados y luego actualizar la propuesta de valor al mercado en una breve presentación/speech ante Microsoft, la industria de manufactura y ejecutivos del gobierno de Texas y Chihuahua.

“Nos seleccionaron como la mejor propuesta de valor de mercado entre 11 empresas seleccionadas de 33 que se habían inscrito”, dijo un orgulloso Ochoa.

José posa con el cheque ganado durante el programa de Microsoft. (Cortesía)

Michael Jordan en la vida de José

José contó a Voz Media que una de sus principales inspiraciones es el basquetbolista Michael Jordan “por su pasión, liderazgo y fuerza indomable dentro del campo de juego”. Él intenta replicar eso en el mundo empresarial.

“Yo siempre fui fan de las zapatillas retro y ese último día, del speech, me llevé puestas unas Jordan de color rojo intenso, en honor a mi jugador favorito, que me habían funcionado en algunas conferencias”, relató José contando cómo encaró un discurso que cambiaría el rumbo de la empresa. “Me sentía empoderado, la presentación salió increíble y, unas semanas después, luego de que Microsoft nos diera 25,000 dólares de premio en metálico y un mejor premio en exposición y reconocimiento, le pedí a Brad Smith, el presidente de Microsoft, que me firmara las zapatillas y me sacara unas fotos para tenerlas de exhibición en nuestra empresa”.

Esa foto de José, Smith y las Jordan salió nada más y nada menos que en la sección What Inspires Me de la afamada revista Entrepeneur con un breve relato de cómo Global Containers & Custom Packaging Inc. logró sobrevivir a la bancarrota de su principal cliente y la falta de liquidez.

(Cortesía)

Luego del programa de Microsoft la suerte cambió para bien. Global Containers mejoró y agregó procesos que necesitaban perfeccionar al tiempo que se apalancó en sus puntos fuertes para hacer crecer la compañía. Se reinventó. A partir de allí consiguieron clientes grandes, José consiguió relacionarse con gente importante del mundo de los negocios, incluso consiguiendo grandes amistades con personalidades como Joe Foster, fundador de Reebok.

“Hoy te puedo decir dos cosas: desde el 2021 en adelante fueron los mejores años de nuestra compañía y lo mejor que pudo pasarnos fue la bancarrota de nuestro principal cliente”, relató José. “Cada vez que doy charlas de mentoría a jóvenes emprendedores les digo que yo hice una maestría de negocios de un millón de dólares. La maestría más cara de la vida. Pero que eso fue el punto de inicio para cambiar después de 11 años, y mejorar nuestra empresa. Ellos no tienen que pagar esa pasantía sino aprender la lección por medio del testimonio”.

Ahora José Ochoa puede decir que, además de sacar adelante su negocio, también ayuda a que otros emprendedores luchen para hacer crecer a los suyos.

En 2021 publicó un libro, titulado “¡Súbete al ring!: Una guía del empresario para el p....e mundo real”, que está disponible en inglés para todo el mundo. Se trata de un texto donde José realiza “un paralelismo entre lo que se necesita para triunfar en los negocios y el éxito en el ring de boxeo”.

Asimismo, Ochoa lanzó recientemente un masterclass metodológico para que las pequeñas empresas puedan empezar a ser proveedores de corporaciones gigantes. Algo similar a lo que le sucedió a la propia Global Containers en sus inicios.